50. "¡No quiero ser director!"
Hace años, coincidí con un compañero que era el empleado que todos los managers quieren en los equipos.
Eficiente, trabajaba bien en equipo y los clientes de su cartera estaban encantados con su gestión.
Ni una incidencia pendiente de resolver.
Ni un marrón a punto de convertirse en cadáver.
Todo perfecto.
¿El problema?
Que no quería asumir más responsabilidades.
Su desinterés por ascender dejaba a menudo perplejos a sus superiores. ¿Cómo podría alguien tan capaz y eficiente no querer escalar en la jerarquía empresarial?
La ambición
La historia de este colega desafía el estereotipo de que todos en el ámbito profesional aspiran a ser jefes o directores. Es importante entender que la ambición no tiene una única dirección y que el éxito puede significar cosas distintas para cada persona.
Como diría un profe de mi máster, es una "equivalencia compleja"
Mi compañero se encontraba satisfecho con su nivel de desempeño en su trabajo actual y el equilibrio que había logrado entre su vida laboral y personal.
Su claridad en conocer y aceptar su rol preferido le permitía desempeñarse con excelencia, sin la constante presión de cumplir expectativas ajenas.
Sin embargo, debemos tener en cuenta lo siguiente:
🔸El estigma del no liderazgo: ciertas cultura corporativas a menudo valoran el ascenso a posiciones de liderazgo como el único camino hacia el éxito y esto puede afectar a quienes no aspiran a ser jefes.
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🔸El dilema de la autenticidad vs. la apariencia: Algunas personas tienen miedo de mostrar su ambición de forma más explícita y sienten que deben decir lo contrario para encajar en un ideal de humildad o equipo.
🔸 Los riesgos de líderes reacios: Es importante analizar las consecuencias de colocar a empleados en roles de liderazgo sin su voluntad, incluyendo la posible disminución en la moral del equipo y la eficacia del liderazgo.
La respuesta de la Empresa
El camino hacia un ambiente de trabajo saludable y productivo implica reconocer y valorar diferentes aspiraciones y capacidades. No todos quieren ser directores, y eso está bien. Es esencial para las empresas aprender a identificar y nutrir diferentes tipos de talento y aspiraciones.
Y es aquí donde entra la segunda derivada:
Frente a esta realidad, el desafío para cualquier organización es cómo mantener motivados y comprometidos a empleados así, valorando su aporte sin forzarlos a cambiar de trayectoria.
Ofrecer caminos alternativos de crecimiento profesional que no impliquen liderazgo podría ser la clave.
Conclusión
Comprender y aceptar las diversas aspiraciones de carrera de los empleados puede enriquecer la cultura de una empresa y fomentar un ambiente donde todos sientan que su contribución es valiosa, independientemente de su posición en el organigrama.
"El éxito no se mide por la posición que uno ha alcanzado en la vida, sino por los obstáculos que ha superado mientras intentaba tener éxito." — Booker T. Washington
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Director Comercial en Grupo AYRTAC
2 mesesSi el éxito es el resultado de una acción, de un proyecto o una vida, éste irá alineado con el objetivo que tenías con esa acción, proyecto o esa vida. Algo tan particular que no es evaluable por aquellos que no conocían tus objetivos, ni el sentido de tu vida. Generalmente, preguntar y escuchar a las personas, suele dar más réditos que las conferencias, charlas de motivación u órdenes.
Retail Media Lead | Country Manager | Director General | AdTech | Business Development | Market & Product Expansion 🚀 MIT Chief Digital Officer program candidate 2025
2 mesesMuchas gracias por compartir Vanessa y por tus consejos! Es increíble como el liderazgo de muchas empresas continúa siendo tan tradicionalista que cree que una persona con tanta experiencia (que la equiparan con la edad) y en tal rol debería estar listo para ser jefe. Lo que tu dices es verdad, alguien quien en realidad no quiere serlo o está preparado desde el lado humano no sabrá cómo motivar a su equipo para obtener los mejores resultados. Que mejor que tener gente feliz y motivada con el trabajo que hace? Y a quienes se aburren o buscan nuevos retos, oportunidades de contribuir en otros proyectos o cambios de rol transversales suelen inyectar nueva vida y contribución.