Las revisiones de rendimiento son fundamentales para el crecimiento tanto de los empleados como de las organizaciones. Estas reuniones ofrecen la oportunidad de analizar el progreso, identificar áreas de mejora y fijar metas claras. Aquí te compartimos 7 preguntas esenciales que puedes hacer para sacar el máximo provecho de estas sesiones:
- ¿De qué logro(s) te sientes más orgulloso? Comenzar con algo positivo fomenta la confianza y permite que el empleado se sienta cómodo desde el inicio.
- ¿Cuáles son tus objetivos para los próximos seis meses/año? Definir metas claras y medibles asegura que tu equipo se mantenga enfocado y alineado con los objetivos de la empresa.
- ¿Qué he hecho para ayudarte a mejorar? ¿Qué he hecho que podría haberte frenado? Esta reflexión te ayuda a ajustar tu liderazgo para potenciar el desempeño del equipo.
- ¿Cuentas con los recursos y herramientas necesarios para desempeñar tu trabajo? Detectar posibles carencias a tiempo puede marcar una gran diferencia en el rendimiento de los empleados.
- ¿Hay alguna otra preocupación que te gustaría compartir de cara al futuro? Mantén las puertas abiertas a inquietudes que quizá no habías detectado.
- ¿Cuál te gustaría que fuera tu próximo puesto en esta empresa? Conocer las aspiraciones del empleado te permitirá apoyarlo en su camino hacia el crecimiento.
- ¿En qué áreas te gustaría mejorar? Esta pregunta revela si la percepción del empleado sobre sus áreas de mejora coincide con tu evaluación.
Con estas preguntas, podrás generar una conversación valiosa que ayudará tanto al crecimiento del empleado como al éxito del equipo. ¡No subestimes el poder de una buena revisión de rendimiento!