Alerta Temprana y una Política de Gestión de Riesgos Sostenible - Lecciones aprendidas para la política.

La reciente crisis de la DANA en la Comunidad Valenciana nos permite observar muchas lecciones aprendidas no solo en Valencia, seria injusto pensar que esto que quiero analizar tiene que ver solo con la comunidad afectada, esto se repite en cada emergencia que vemos y es otra oportunidad para una toma de conciencia, quiero analizar lo que paso que va mucho más allá de las inundaciones y los daños materiales.

La evidencia de la necesidad de una política de gestión de riesgos integral, donde la prevención y la preparación sean tan prioritarias como la respuesta inmediata.

Este evento extremo no solo mostró las fallas en las alertas tempranas y las acciones anticipatorias, sino también cómo la ausencia de un enfoque técnico con menos intervención de las autoridades políticas que deberían tomar decisiones estratégicas pero no tácticas, aumentado las posibilidades que el personal técnico y profesionalizado no tome decisiones de carácter técnico lo que deja expuesta a la población más vulnerable.

La Evolución de la Tormenta: ¿Podía Haberse Evitado Mayor Pérdida?

Mientras los satélites y los radares marcaban la trayectoria de las lluvias, las decisiones locales se tomaron tarde y con poca claridad. Los vecinos, como en el caso de Catarroja, recibieron alertas confusas, hablando de lluvias intensas cuando el verdadero riesgo era el desbordamiento del barranco. Uno de ellos resumió: “Lo que desde luego tenían que haber dicho es que el riesgo era por desbordamiento del barranco, no por lluvias. Porque claro, nosotros mirábamos al cielo y aquí no caía ni una gota”

Los meteorológicos ya anticipaban el fenómeno y las zonas de mayor riesgo días antes del desastre. Esto subraya la pregunta clave: ¿Por qué no se activaron sistemas de preparación y alerta temprana con suficiente antelación?

Mientras los satélites y los radares marcaban la trayectoria de las lluvias, las decisiones locales se tomaron tarde y con poca claridad. Los vecinos, como en el caso de Catarroja, recibieron alertas confusas, hablando de lluvias intensas cuando el verdadero riesgo era el desbordamiento del barranco. Uno de ellos resumió: “Lo que desde luego tenían que haber dicho es que el riesgo era por desbordamiento del barranco, no por lluvias. Porque claro, nosotros mirábamos al cielo y aquí no caía ni una gota” .

Es conocido hoy hablar del sesgo de Confirmación y la Búsqueda de Culpables el video muestra como se evidencio que los modelos meteorológicos ya anticipaban la tormenta y los riesgos asociados días antes, es un testimonio visual contundente de que había margen para preparar mejor la respuesta. Este retraso en la acción no solo pone en tela de juicio la gestión de las autoridades, sino que alimenta el sesgo de confirmación: la tendencia de la ciudadanía y los medios a reforzar las narrativas que más se ajustan a sus creencias.

Por un lado, se acusa al gobierno autonómico de minimizar los riesgos y no activar sistemas locales de respuesta. Por otro, se responsabiliza al gobierno central de no garantizar una infraestructura robusta ni coordinar alertas claras. La politización de estas crisis no es nueva, pero es una distracción peligrosa. La emergencia de Valencia, al igual que otras tragedias como Cromañón o el choque de trenes en Once, muestra que la prioridad se desvía hacia señalar culpables en lugar de solucionar las fallas de fondo.

Los meteorológicos ya anticipaban el fenómeno y las zonas de mayor riesgo días antes del desastre. Esto subraya la pregunta clave: ¿Por qué no se activaron sistemas de preparación y alerta temprana con suficiente antelación?

El avance del desastre: Una respuesta a los medios

El problema no fue solo la intensidad del evento, sino la desarticulación en la preparación. La reciente crisis en la Comunidad Valenciana tras el paso de la DANA ha puesto en evidencia las graves fallas en el sistema de alerta y comunicación de riesgos, con consecuencias trágicas que, en muchos casos, pudieron haber sido evitadas. Más allá de los problemas técnicos, esta situación revela un problema estructural: la politización de las emergencias . En lugar de buscar respuestas y mejoras, sectores opuestos se centran en encontrar culpables según sus sesgos ideológicos, mientras los ciudadanos quedan atrapados en un sistema que no responde a tiempo ni con eficacia.

El Avance del Desastre: Cuando la Respuesta Llega Tarde

La progresión de la tormenta en tiempo real —desde lluvias moderadas hasta el desbordamiento del barranco y las inundaciones catastróficas— ilustra cómo los riesgos se intensificaron rápidamente. En Valencia, las alertas que llegaron a los móviles de los vecinos eran genéricas y tardías. Como señala un residente: “Cuando ya había gente ahogada, entonces nos llegó la alerta diciendo que evitáramos desplazamientos por las fuertes lluvias” .

El verdadero riesgo, como reconocieron después, no era la lluvia, sino el desbordamiento de un barranco. Esta información crítica no fue comunicada a tiempo, dejando a la población en la incertidumbre. Mientras tanto, los servicios de emergencia llegaron tarde para prevenir las peores consecuencias, como las muertes en un garaje donde las víctimas, creyendo que el riesgo era menor, intentaron salvar sus vehículos.

La Magnitud del Daño Desde el Aire

Un video aéreo que muestra la devastación evidencia lo que está en juego: casas destruidas, calles convertidas en ríos y zonas completamente aisladas. Estas imágenes no solo reflejan el impacto del evento, sino también los resultados de una planificación deficiente. Las áreas habitadas inundables, la falta de infraestructura adecuada y la ausencia de anticipatorias exponen una falla sistémica en la preparación para emergencias.

Este video también recuerda que las emergencias no son solo problemas técnicos; son crisis humanas. Cada desliz en la gestión de riesgos tiene un costo directo en vidas, en hogares perdidos y en comunidades devastadas.

Las Caras de la Tragedia: Lo Que Pudo Haberse Evitado

En otro video se pueden mostrar momentos desgarradores: personas atrapadas en sus casas, otras evacuadas bajo la lluvia o rescatadas por equipos en condiciones extremas. Estas imágenes refuerzan la necesidad de una política de gestión pública que priorice la prevención y la preparación, para evitar que estas historias se repitan.

Cada vida perdida es un recordatorio de que la falta de alertas efectivas y acciones anticipatorias agravan el impacto de cualquier desastre. Las personas no necesitan información incompleta o tardía; Necesitamos confianza en que las autoridades están un paso adelante para protegerlas.

Más Allá de la Política: Hacia una Gestión Pública Eficaz

La gestión de riesgos debe trascender las disputas partidarias. Una emergencia no distingue ideologías ni banderas políticas, pero sí muestra las carencias de sistemas que priorizan la confrontación sobre la acción. En Valencia, las lecciones son claras: los sistemas de alerta temprana y las acciones anticipatorias no son solo útiles, son esenciales.

Propuestas Clave:

1. Sistemas de Alerta Temprana y Protocolos de Acción Anticipatoria: Establecer alertas que no solo adviertan, sino que guían con pasos claros y específicos para prevenir el peor escenario. Esto incluye movilizar recursos y servicios de emergencia antes de que la situación se agrave.
2. Educación Comunitaria en Gestión de Riesgos: Involucrar a la ciudadanía en la prevención y respuesta, para que comprendan los riesgos y sepan cómo actuar ante alertas.
3. Transparencia y Evaluación Post-Crisis: Implementar revisiones transparentes después de cada emergencia, aprendiendo de los errores para fortalecer el sistema.
4. Inversiones en Infraestructura y Planeación Urbana: Priorizar proyectos que reduzcan la vulnerabilidad de las comunidades más expuestas.
5. Gestión Técnica y Especializada: Un comité técnico independiente debe liderar la planificación, ejecución y evaluación de las acciones en emergencias, garantizando que las decisiones se basen en evidencia científica y no en intereses políticos.

Conclusión: Un Sistema Que Proteja, No Que Divida

Los videos y testimonios de Valencia son un llamado a la acción. No basta con reaccionar ante las tragedias; Debemos construir un sistema capaz de prevenirlas. La gestión de riesgos no es un juego político; es una responsabilidad ética y técnica.

Es hora de transformar las lecciones en medidas concretas que protejan a todos, sin importar afiliaciones. Cuando pongamos la vida y la seguridad de las personas por encima de las diferencias, habremos dado el primer paso hacia una política de gestión de riesgos sólida y efectiva.

Muchas gracias por leer la nota, si llegaste acá me gustaría conocer tu comentario.

Javier