Alimentación infantil: ¿qué nos toca hacer desde el sector agroalimentario?

Los niños necesitan alimentarse de forma sana y equilibrada. En América Latina y el Caribe, el 7% de los niños menores de 5 años padece sobrepeso. Este problema de salud pública también abarca la realidad mexicana. De cara al Día del Niño y la Niña, es tiempo de reflexionar sobre el trabajo que nos corresponde hacer desde nuestro sector para ofrecer alternativas de alimentación nutritiva para la población infantil de nuestro país.

El sobrepeso no es el único problema alimentario que vive la población infantil de México y todo el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a nivel mundial, el 21.3% de los niños menores de 5 años sufría retraso del crecimiento en 2019 y el 6.9% padecía emaciación (adelgazamiento extremo). Este organismo internacional viene advirtiendo que en varias regiones del mundo está lejos de garantizarse el desarrollo sostenible, específicamente en materia de seguridad alimentaria y erradicación del hambre. En México, estas son las cifras relacionadas con problemas alimentarios como obesidad, sobrepeso y desnutrición.

La malnutrición es un problema que afecta a los niños, niñas y adolescentes en México de distintas maneras. Por un lado, la desnutrición durante la infancia tiene impactos negativos, como tallas bajas y desarrollo deficiente del sistema inmunológico. Y por otro lado, el sobrepeso y la obesidad favorecen la aparición de enfermedades como la diabetes, problemas circulatorios, del corazón o de los riñones, y tienen repercusiones graves en la calidad y la esperanza de vida.

La urgencia de ofrecer productos alimenticios suficientes, inocuos y nutritivos es inaplazable e irrenunciable. La población infantil de México de hoy tiene que estar mejor alimentada, no sólo para enfrentar la enfermedad de COVID-19 que hoy aqueja al mundo, sino también para posibles futuras pandemias y otras enfermedades crónicas. Los asuntos de salud pública son transversales a nuestro sector, por lo que es importante recordar que la buena nutrición que se logra con nuestra producción agroalimentaria, sienta las bases para el crecimiento y desarrollo de niños, niñas y adolescentes de nuestro país. Estamos en la ruta correcta pero no podemos bajar la guardia.