NO AMAR MAS, AMAR MEJOR.
NO AMAR MAS, AMAR MEJOR
Debe ser por que con la olla a presión y la licuadora tengo graves problemas de tolerancia personal que siempre hay un tema que logra arrebatarles el turno en estos textos. Volvió a suceder esta vez. En esta oportunidad desvié mi camino a raíz de la invitación de Rosa Montero en su -Ridícula idea de no volver a verte- y del tejido de los duelos que logra con maestría, hace, una invitación a no amar mas, sino a amar mejor. Parece simple y obvio como muchas de las cosas mas importantes. Ese análisis de todo lo que no se hace en vida y que cada segundo merece un ritual, pero, mas allá, con mayor agudeza es una invitación a cuidar las formas que también son una forma para llegar al fondo. No se trata de amar o querer mas a nuestros seres queridos, es a hacerlo mejor, con buena letra. Con minucia y astucia del segundo que se vive. Cuando sale del corazón nada sale mal. Sin embargo si hablo de querer no a mis mas queridos, sino a los próximos, a los del día a día, a los del trabajo, a mis jefes y a mis trabajadores. También hay que hacerlo mejor.
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Hay que hacerlo mejor ya. Ahora que estamos encontrando que los trabajadores y todos hemos cambiado un poco por todo lo que ha pasado y la falta de certeza que viene, no podemos seguir queriendo de la misma forma, repitiendo las misma frase del compromiso, la alineación en fila con el propósito y la gratitud genérica. Con ese cuento por mas amor que se tenga no se cautiva a nadie y menos su talento. Cambiaron ciertas expectativas y es hora de buscar otros discursos o mas bien mas acciones. Ese compromiso y esa camiseta de antaño solo será puesta con orgullo si es hecha con autenticidad y pensando en cada quien. No mas integraciones con metodologías abrazadoras, es hora de recurrir a la reserva, a lo que esta allí adentro, a la esencia y lo auténtico. Lo básico del ser humano. Por eso estimados empresari@s y líderes antes de formular cualquier acción de atracción de talento, en primer lugar no defina las necesidades de los demás a partir de las suyas, la gente sabe que necesita y que quiere. Pregúnteles con claridad y expresando las expectativas con los pies en la tierra pero la mente y el corazón con un poco de –flow-. No le tema a probar otras formas de hacer las cosas, de trabajar, de medir el desempeño y permita que su gente la muevan otras emociones diferentes a las que su magnífica empresa les brinda.
A nadie, ni a usted que para mi alegría lee esto, ni a mi nos mueven con la razón. Con la mente se comprende. Con la emoción se emprende.
Coordinador HSEQ -Administrativo
2 añosTotalmente cierto se necesitanNuevas maneras y formas de entender la productividad que en definitiva van a beneficiar a cada empresa como mirando el talento humano y escuchando sus aportes