Análisis del turrón de Lacasa con un 2% de nata y fresa

Análisis del turrón de Lacasa con un 2% de nata y fresa

Hoy te traigo, en la newsletter, un articulo que surgió de una colaboración: en este caso Consumidor Global, junto a compañeros como Beatriz Robles y Juan Revenga. En esta ocasión, me pidieron mi valoración sobre un turrón de Lacasa que anuncia a bombo y platillo dos ingredientes muy minoritarios en el resultado: las fresas y la nata.

Aunque el artículo de esta colaboración lo dejo aquí mismo, bajo el título «El turrón de Lacasa que tiene solo un 2% de lo que anuncia», os quiero compartir las reflexiones con las que quise contribuir al completo. ¿Cómo es posible que existan turrones así en 2022? ¿Supone ilegalidad o engaño al consumidor? ¿Falta formación y cultura alimentaria en los consumidores?

Destacando el 1% de nata y fresa como reclamo

La primera pregunta era la que todos podíamos esperar: ¿Cómo es posible que en 2022 un producto de la industria alimentaria como el turrón de Lacasa que se vende en cientos de supermercados pueda decir que su producto es de nata y fresa cuando solo contiene un 1% de estos ingredientes en polvo? ¿Qué falla?

«Porque los consumidores demandan este tipo de productos más extravagantes, apartados de los turrones tradicionales. Por eso nos encontramos con turrones de cerveza, curry o crema catalana. O el de patatas Lays que se viralizó el pasado año. Ningún turrón se elabora con fresas, nata o cerveza; eso lo sabemos».

«Este tipo de productos son sucedáneos, golosinas que se alejan de lo que se ha entendido por turrón toda la vida. No son saludables, incluyen pequeñas cantidades de ingredientes que nos llaman la atención y nos generan curiosidad. Y la industria los elabora porque hay una demanda, ¿Cierto? El consumidor quiere probar estos sabores más innovadores».

¿Este turrón engaña al consumidor?

En realidad, la pregunta que me planteaban desde Consumidor Global hablaba sobre el envase de este producto. Para seros sinceros, no lo considero un ejemplo donde hablar de engaño: la lista de ingredientes es fácil de leer y la información es bastante clara, pues no te encuentras con el porcentaje de un porcentaje dentro de un paréntesis con varios ingredientes más. Por ello respondí que:

«Estamos ante un producto denominado «turrón de praliné con nata y fresa». Se puede encontrar con facilidad la cantidad de ambos ingredientes si damos la vuelta al envase. Si bien el marketing en el frontal del envase juega con estos ingredientes, los profesionales del sector y de la comunicación debemos insistir en que la información de valor para el consumidor está al dar la vuelta al envase».

Y cuando me preguntaron cómo sería el etiquetado correcto del producto, intenté ser bastante directo: «El etiquetado del producto es correcto, aunque la cara frontal destaque ingredientes minoritarios lo hace cumpliendo la legislación vigente».

¿Es demasiado laxa la Normativa Española?

Estamos hablando sobre el etiquetado, y me pareció concreto explicar mi opinión sobre la situación del etiquetado y la información al consumidor de forma extensa. Quienes han echado algún rato por este blog, me conocerán lo suficiente para imaginar cuál es mi enfoque respecto al etiquetado alimentario.

«En ciertos aspectos realmente sí que lo es, pero este producto no es un buen ejemplo para criticar la normativa precisamente. Estamos hablando de una golosina, un producto de consumo ocasional. Los turrones no se hacen con fresas, eso lo sabe el consumidor. La industria alimentaria debe cumplir con el Reglamento (UE) Nº 1169/2011, una normativa europea que regula la información alimentaria facilitada al consumidor».

«Esta normativa permite destacar ingredientes a través de palabras o representaciones en el envase si se identifica la cantidad como porcentaje en la lista de ingredientes. No pone un límite mínimo, por eso encontramos este juego en muchos productos, y podría ser uno de los puntos a reforzar. Como decía, hay puntos de mejora en la normativa de etiquetado para facilitar una información más clara al consumidor, pero este turrón no es el mejor ejemplo para criticar la normativa».

¿Por qué compramos estos productos años tras años?

Para ser más preciso, la pregunta que me lanzaron hacía referencia a esos consumidores que caen una y otra vez en productos extravagantes, extraños y que destacan unos ingredientes que son realmente minoritarios en la composición final del mismo. Pero es tan importante sacar a la luz los fallos de la industria alimentaria como recordar que a la población le falta formación básica en aspectos de alimentos. Mi respuesta completa la dejo a continuación:

«Cuando la industria fabrica un determinado producto, lo hace porque es consciente de que hay una demanda por parte del consumidor. Todos estos productos «de carnaval» surgen porque existe la petición de los consumidores. Desde luego, existen prácticas poco éticas por parte de la industria alimentaria en numerosos casos».

«Pero a los consumidores también nos falta cultura sobre alimentos: comemos a diario y sin embargo tenemos lagunas en estos temas. Los consumidores están en muchos casos desinformados e infoxicados. Es aquí donde existe muchísimo trabajo para mejorar la situación, más allá de la industria: fallan las bases desde pequeños, los medios de comunicación tienen que cuidar mejor los temas a tratar y apoyarse en verdaderos especialistas o reforzar los mensajes».


Artículo publicado en oxocarbenio.com el 11 de enero de 2022.

Creador de contenidos y especialista en Seguridad Alimentaria.


Javier Arellano Montero

Veterinary Inspector in HallMark Veterinary & Compliance Services

9 meses

Yo conozco algún otro producto (kombucha de limón y jengibre, entre otros sabores) cuyo ingrediente “estrella” tampoco pasa del 2%… y es británico! Así que no solo dentro de la UE se cuelan este tipo de productos🤪

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