ATENTADO CONTRA TRUMP O ¿CONTRA EU?

 Ricardo Valenzuela

El burdo atentado contra Donald Trump que, como siempre sucede, se perderá en la bruma de la desinformación y, con la receta del asesinato de Kennedy, cómodamente colgarle la culpa a un desquiciado solitario y con sus tácticas falsas quede pendiente. Pero, como haya sido, este evento es la clara representación de lo que desde hace mucho es evidente, el pánico de los criminales globales de un posible regreso de Trump a la Casa Blanca, y lo tienen que detener.

Ahora ¿Qué clase de poderes tiene Trump que provoque a la elite global dar pasos imprudentes? Los oligarcas globales siempre han tenido una grave alergia a lo que representaba EU, y desde que los de Rothschild de Alemania en sociedad con la monarquía británica, los oligarcas ingleses como Cecil Rhodes, Lord Milner, Churchill, establecieron como objetivo supremo el subvertir y conquistar EU, de la “forma que se necesitara”, para destruir su republicanismo dirigista. Eso es lo que representa Trump.

Ese republicanismo libertario que llevara a EU, en menos de cien años, de ser 13 colonias insignificantes para convertirse en el pais más rico, poderoso y próspero del mundo, algo que a Inglaterra le tomara 7 siglos. Ese pais que fuera el único en el nuevo continente que se montara sobre la ola de la revolucion industrial en la que emergieran los Edison, los Rockefeller, los Carnegie, los JP Morgan, los Harriman. Un pais debutante que durante el siglo 20 acapararía la mayoría de los premios Nobel en medicina, física, economía, literatura etcétera hasta llegar al primer lugar con 390 laureados.

Ese pais que rescatara Europa de las garras del nazismo para derrotar a Hitler con el precio de cientos de miles de vidas. Y luego darles la Alemania del Oeste libre y muy rica. Este pais que, después que los japoneses derrotaran a Rusia, se adueñaran de las colonias europeas en Asia, Manchuria, Corea, Filipinas, Singapur, Hong Kong, Borneo, Sumatra, Java y amenazaban Australia, sería este republicanismo libertario el que derrotara a los nipones. Y, lo más increíble, con MacArthur comandando las ruinas de Japón, les ayudaba a salir de aquel infierno de postguerra para que emergiera como el milagro económico del silgo 20.

Entonces ¿Qué es ese republicanismo que tanto odian los oligarcas? Ese republicanismo es lo que ha representado EU desde que las 13 colonias originales se fundaran y permanecieran abandonadas. Esas colonias representaban el valor, la resolución y el amor por la libertad desde que los colonos formaran aquella sociedad inconquistable que, en contra de todos los momios, vencieran al ejército más poderoso del mundo y los monarcas juraban recuperarlo. Ya independientes, sus sabios padres fundadores cincelaban el nuevo pais en lo que pareciera la milagrosa mano de Leonardo da Vinci.

Les daban primero la estructura de una república, no la de una democracia como tan seguido se afirma. Los fundadores odiaban el concepto de la democracia. Les darían luego esa bella constitución liberadora que iniciaba: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, el que todos los hombres han sido creados igual, y que fueron dotados por el Creador con ciertos derechos inalienables, entre los cuales está la vida, libertad y la persecución de felicidad. Y para asegurar esos derechos, se instituye un gobierno entre los hombres, derivando sus justos poderes del consentimiento de los gobernados. Y cuando cualquier forma de gobierno se torne destructivo de esos principios, la gente tiene el derecho de modificarlo o abolirlo”.

Les dieron, también, la Declaración de Derechos que deriva de la Carta Magna de Inglaterra, para que fuera la lucha colonial contra el rey y el Parlamento y un concepto de igualdad (ante la ley) que se ampliaría gradualmente entre el pueblo estadounidense. Además de ser axiomas de gobierno, las garantías de la Declaración de Derechos tienen una fuerza jurídica vinculante. Las leyes del Congreso que entren en conflicto con ellos pueden ser anuladas por la Corte Suprema de los Estados Unidos cuando la cuestión de la constitucionalidad de dichas leyes surja en un litigio.

Les dieron un sistema judicial para gente libre, pero gente siempre respetando la ley, una ley inspirada en la Common Law de Inglaterra. Un sistema donde los individuos eran libres para construir sus vidas siempre respetando el mismo derecho de los demás. Un sistema donde los individuos generalmente eran gobernados por leyes aplicables y de forma espontánea nacían sus reglas legales, no comandos arbitrarios estilo militar. Siempre protegiendo la libertad del ciudadano para buscar su destino sin estorbos del gobierno.

Les dieron un gobierno limitado para la protección de los derechos individuales de agresiones de ese mismo gobierno. Ellos odiaban la acumulación de poder. Así formaron un gobierno donde nunca debía ser ese poder sin retos, limitando especialmente esos gobiernos que siempre están tratando de adquirirlo y, luego en paralelo con la constitución, insistir listando, repitiendo y limitando el poder de ese gobierno, pues ello es lo que forma individuos libres responsables.

Les dieron esa libertad de elegir que pariera los mercados libres con el complemento del sagrado derecho a la propiedad privada. Ello involucraba el derecho de intercambio de propiedad a través de acuerdos privados. Mercados libres que representaban el sistema económico del hombre libre para trabajar y crear riqueza. Sabían que gente libre sin intervención del gobierno podía prosperar de forma nunca vista. Y en ello se debía reconocer la virtud de la producción para que la gente mantuviera el fruto de su trabajo.

Eso es lo que tanto odian porque EU, con su sociedad civil libertaria, ha sido gran estorbo para su conquista global. Sin embargo, el plan de subversión que se iniciara hace 100 años, ha tomado demasiado tiempo. Pero no les preocupa el tiempo requerido, sino la amenaza de un Donald Trump que, comandando la mitad de la población que no han podido seducir, él sigue creyendo en el pais de la grandeza pasada y quiere rescatar la bella época por la que pelearon y murieron tantos hombres valientes. Por eso le temen y lo odian. Por su gran pecado de amar y luchar por su país.