Bienestar Organizacional: Yoga Para Empresas

En este momento presente, lo que me motiva a escribir este artículo es un profundo deseo de sembrar semillas de cambio y transformación en el mundo del liderazgo empresarial y en cada uno de los seres humanos que estamos al servicio de él. Somos conscientes de que la empresa es una parte fundamental de nuestra evolución humana y económica.

El Reto:

En la actualidad, queramos verlo o no, estamos sufriendo de problemas de salud que afectan gravemente a una gran mayoría de trabajadores. Mientras investigaba, encontré cifras sorprendentes de encuestas y estudios acerca de la salud mental y física de los trabajadores a nivel mundial. Por ejemplo, según Gallup, el 79% de los trabajadores siente a menudo ansiedad y estrés en sus puestos de trabajo. OSHA nos comenta que el 60% de las ausencias laborales están relacionadas con el estrés o trastornos mentales relacionados con el trabajo, y otro 50% presenta "presentismo", es decir, están en el trabajo, pero ausentes en mente. Estas cifras están relacionadas con el bajo rendimiento laboral, la baja productividad y la insatisfacción de trabajadores y clientes, haciendo que los empresarios pierdan cifras millonarias en el desempeño del negocio.

Estas cifras solo han corroborado lo que yo mismo he observado a mi alrededor: colegas, amigos, familiares y clientes, muchos de ellos al borde del "burnout", con situaciones de ansiedad, estrés, miedo, sensaciones de inflamación, malestar físico y desequilibrio entre lo personal y laboral, solo por mencionar algunos. Aunque parezca que las empresas son responsables de esto, la buena noticia es que no lo son; los responsables somos nosotros mismos como seres humanos autónomos. El bienestar no parte desde los planes organizacionales, sino que tiene origen en nuestro Ser y el deseo de sentirnos bien con quienes somos.

Muchas empresas siguen adoptando y apostando por el bienestar empresarial como pilar de sus valores corporativos, pero siento que los esfuerzos aquí deben ser mayores. Desde mi experiencia, estos deben estar más enfocados en enseñar herramientas y dar conocimiento a los empleados sobre cómo desarrollar, cultivar y sostener hábitos saludables que les permitan mejorar sus condiciones de salud mental y física, así como encontrar un balance laboral y personal armonioso.

Estos programas deben aportar al empleado, primero, el conocimiento para que despierte conciencia sobre la importancia de sentirse bien en mente, cuerpo, emoción y espíritu, y segundo, ayudarle en el proceso de integrar la disciplina en sus vidas mediante la creación de hábitos saludables para adoptar esa transición de estados de ansiedad, estrés y depresión a estados de bienestar mental, físico, emocional y espiritual.

Sin duda, un trabajador en estados superiores del Ser es un trabajador alegre, dispuesto a colaborar, de buen ánimo, empático, compasivo, con buenas relaciones personales y capaz de comunicarse más asertivamente, cualidades blandas que muchas de las empresas hoy en día están buscando en la gran piscina de talentos profesionales.

¿Cómo el Yoga Ayuda en esta Transición?

Primero, comencemos por desmitificar lo que NO es el Yoga:

• No es un ejercicio en donde debemos tener mucha flexibilidad.
• No es una clase donde solo van mujeres y jóvenes.
• No es una religión.
• No es un dogma.
• No es un montón de hippies y veganos.

El yoga se traduce como unión o integración y es una disciplina física, mental y espiritual que nos enseña a estar en coherencia con la naturaleza del Ser integral. Por medio de la práctica del Yoga, usamos el cuerpo como herramienta para la estabilización de nuestra mente y luego, a través de un proceso meditativo, vamos conectando con nuestras emociones a un nivel mental. En este proceso, podemos ir reconociendo nuestra ansiedad, miedos, rabia, entre otras emociones negativas, para transformarlas en emociones de bienestar, paz, tranquilidad, agradecimiento, generosidad y otras emociones nobles para nuestro auto-cultivo personal, teniendo como resultado final una conexión genuina con nuestro espíritu y reconocernos como Seres de potencialidad pura.

Sé que esto para muchos puede sonar un tanto esotérico, pero la neurociencia ya lo ha avalado y hay numerosos estudios que demuestran la efectividad de prácticas como el Yoga, la meditación, la respiración, las actividades físicas al aire libre y una sana alimentación en la contribución al aumento de los niveles de serotonina y la disminución de los niveles de cortisol.

El yoga, en una sola práctica, resume todos estos aspectos necesarios para incrementar nuestros niveles de bienestar, debido a que:

1. Forma disciplina y trabaja en un hábito saludable en su practicante.
2. Usa la actividad física mediante posturas o asanas para activar el cuerpo, liberar tensiones y disminuir dolores musculares.
3. Contempla ejercicios de respiración, que hacen que la mente del practicante se estabilice, se calme y encuentre bienestar mental a través de procesos meditativos, incrementando los niveles de concentración, auto-conocimiento, enfoque y procesos creativos.
4. Sigue dietas balanceadas y ricas en nutrientes, proteínas, vitaminas, aminoácidos y minerales, lo cual ayuda a mejorar nuestra digestión y el microbiota.
5. Usualmente es una práctica al aire libre, lo que permite conectar con la naturaleza y espacios abiertos, oxigenar el cuerpo, estabilizar la mente y permitir una mejor relajación, sueño reparador y recuperación.

Conclusión

Implementar programas de bienestar ocupacional mediante psicología, actividades lúdicas, deportivas y nutrición está bien y debemos seguir haciéndolo, pero estos programas son ayudas externas. Para poder interiorizar y realmente crear un gran impacto de bienestar en los trabajadores, debemos ir más a su profundidad como Seres humanos, al interior, y es allí donde disciplinas como el Yoga enseñan, crean conciencia e interiorizan un profundo deseo por nuestro propio bienestar y el de los demás. Es desde el Ser donde realmente ocurren las transformaciones. Empezamos por el Ser de cada uno de los colaboradores y finalmente tendremos transformaciones organizacionales de alto impacto y gran potencial. Al final, las empresas “aún” están hechas por Seres vivos.