Blas de Lezo y Olavarrieta
Un 7 de septiembre de 1741 fallecía en Cartagena de Indias uno de los militares más grandes que ha dado la Historia de España: el almirante Blas de Lezo y Olavarrieta. Su historia comienza a los 12 años, cuando se alista en la marina francesa. A los 15, combate frente a las costas malagueñas en una flota combinada hispano-francesa a otra anglo-holandesa. Durante el duro combate, una bala de cañón le arranca su pierna izquierda de rodilla para abajo. Pocos años después, mientras defendía la fortaleza de Santa Catalina de Tolón, una esquirla procedente de un cañonazo austríaco le revienta el ojo izquierdo.
En 1714, siendo ya capitán de navío, un disparo de mosquete le impacta en el antebrazo derecho, lo que provoca su amputación. Con 25 años, Blas de Lezo, cojo, manco y tuerto es conocido como 'Mediohombre'. Pero esto no le impide seguir combatiendo. Las costas europeas, norteafricanas, el Caribe y América del Sur serán los escenarios de sus muchas batallas, la gran mayoría saldadas con victoria del marino español. Su mayor gloria le llegaría con la Guerra de la Oreja de Jenkins y la defensa que hizo de Cartagena de Indias.
En 1731 el marino británico Robert Jenkins es apresado en altamar por la Armada española. Acusado de contrabando, se le cortará una oreja. Esta acción, sería utilizada por el premier Robert Walpole y la prensa británica para iniciar una campaña belicista contra España. El 23 de octubre de 1739, Gran Bretaña declara la guerra para salvar el honor de su marino. En realidad, Gran Bretaña era una potencia naval, y buscaba hacerse con el inmenso comercio americano español. Los ingleses crearían una gran Armada compuesta por 186 naves y 27.400 hombres bajo el mando del almirante Vernon.
Esperaban una victoria fácil, tal es así, que incluso acuñaron medallas para celebrar la pronta victoria. Pero Blas de Lezo les esperaba para aguarles la fiesta. Con apenas 6 barcos y unos 3.000 hombres, defendió Cartagena de Indias y rechazó todos los ataques británicos. Hasta tres veces lo intentó Vernon. Aquella derrota es la mayor sufrida por la Armada británica, y permitió a España conservar sus territorios 100 años más. Blas de Lezo moriría de peste, producida por los muchos cuerpos de soldados británicos sin enterrar que había alrededor de la ciudad.