Cómo algo que orbita la tierra a 36 mil kilómetros, puede acercarnos tanto.

Cómo algo que orbita la tierra a 36 mil kilómetros, puede acercarnos tanto.

Hace 4 años mientras nos preparábamos para el lanzamiento del servicio de internet satelital HughesNet en México, sabíamos que nos enfrentaríamos a un mercado que si bien, apreciaría mucho la posibilidad de contar con acceso a internet en zonas marginadas en donde nunca había existido esta posibilidad, tendríamos mucho que explicar sobre esta tecnología.  Existía una percepción de un servicio caro y limitado. Sin embargo, lanzamos un servicio sin costo de entrada y con velocidades de hasta 25 Mbps, según los estándares internacionales, verdadera banda ancha.

Los satélites no son algo nuevo. Llevamos décadas disfrutando la bondad de sus capacidades.  No solamente podemos disfrutar de televisión directa al hogar desde los años noventa, también llevamos muchos años utilizando la tecnología satelital para llegar a nuestro destino. Cualquiera que utilice aplicaciones de navegación, está interactuando en tiempo real y de forma directa con algún satélite.

Lo que sí es novedoso es que, por fin, los satélites han demostrado ser una de las opciones de conectividad inmediata en cualquier punto del planeta.  Vivimos en una de las mejores épocas de la humanidad (sino es que la mejor) en temas de avances tecnológicos aplicados a nuestra vida diaria.

Ya no se requiere de una gran inversión para acceder a esta tecnología, tampoco pagar mucho dinero de forma mensual.  Hoy tenemos en México y en gran parte del continente la posibilidad de tener conectividad satelital por menos de 2 dólares diarios. Me parece que es más caro estar desconectado en términos de costo de oportunidad al no tener acceso a la digitalización que es posible gracias a una conexión a internet.

Pero lo realmente importante, es que hoy no hay que explicar a prácticamente nadie lo que es el internet satelital. Si bien eso facilita nuestro trabajo, hablando de proveedores de internet satelital, nuestro verdadero reto es aprovechar esa gran cobertura, que particularmente en México hoy es del 97% de disponibilidad y en pocos meses será del 100% del territorio, todavía hay mucho trabajo por hacer en el despliegue de una estructura humana, profesional y cercana al mercado para poder ofrecer, instalar y atender a un mercado realmente ávido de conectividad.

Pero el internet satelital es solamente una de las muchas opciones que ofrece la conectividad satelital.  Ya no estamos hablando de las posibilidades del futuro, incluso el día de hoy en temas como el internet de las cosas, la conectividad directa a los dispositivos móviles, el contar con un servicio satelital incluso en las grandes urbes súper conectadas como conexión redundante, poder revisar el correo electrónico mientras se vuela en un avión comercial y mucho más, son ya posibles hoy en día gracias a la conectividad satelital.

La pregunta relevante que nos hacemos los participantes de esta industria es  ¿Qué más podemos hacer para aprovechar la cobertura satelital en bien del desarrollo de nuestro país? Cómo podemos cambiar nuestro rol de facilitadores de la conectividad en zonas rurales, marginadas, lejanas, inaccesibles, etcétera, sino incluso, convertirnos en verdaderos promotores del desarrollo tecnológico, comercial, financiero, social y, sobre todo, de la cercanía humana. 

Es increíble como un artefacto que está todos los días sobre nuestras cabezas a más de 36,000 kilómetros de distancia orbitando a la misma velocidad que la tierra, puede acercarnos tanto.


Y lo mejor, está todavía por venir…

 

 

 

 

 

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