¿Cómo crear tu producto y no morir en el intento?

El impacto del COVID-19 en todo el mundo ha traído varias consecuencias que impactaron en las empresas. Se han generado nuevos desafíos que requieren la creatividad e imaginación para repensar sus negocios y, en algunos casos, delinear nuevos caminos que maximicen el ahorro y la eficiencia. 

En un mundo globalizado y demandante, los cambios en los consumidores son cada vez más rápidos, y escucharlos implica modificar tu producto casi en tiempo real. Es así como vemos que los productos de software se están adaptando a las tendencias de los consumidores, y la tecnología está ayudando a que tengan una experiencia simple que funcione. 

Según Gartner, uno de los tópicos más importantes para el 54% de los líderes de las empresas es fortalecer el crecimiento en el 2022. Algo que resulta lógico, pero también posible, siempre y cuando los usuarios compren un producto que los ayude a crecer. Citando a Marty Cagan en su libro Inspired: “No importa cuán bueno sea tu equipo de desarrollo si no entregas algo que valga la pena construir”.  

No todo lo que brilla es oro 

Existen cientos de casos de productos que parecen maravillosos, que potencian a las empresas e incluso gozan de muy buenas críticas, pero que finalmente no tienen buenas ventas o son una falla en el mercado. 

En 2006, Zune de Microsoft (un reproductor multimedia portable) prometía ser un iPod killer, presentado como una competencia fuerte a Apple. Sin embargo, resultó ser un fracaso en ventas, con fallas en varios aspectos como mal timing, poca innovación y mala performance; en consecuencia, no era un producto bueno y los usuarios no lo querían. La cuota estaba satisfecha y la vara muy alta para ofrecer algo que pudiese competir con el iPod. 

Otro ejemplo de producto fallido, esta vez de software, fue Google Wave en 2010. El servicio de mensajería que pretendía cambiar el paradigma del correo electrónico fue cancelado porque, en palabras de Eric Schmidt (CEO de Google durante 10 años), “la gente no está preparada para la revolución tecnológica que se avecina”. Leído de otro modo, no había usuarios que estuvieran dispuestos a adoptar la herramienta en ese momento. 

Nunca tuvimos tanto acceso a la información de interacción y comportamiento de los usuarios con los productos de software como ahora, pero, según Gartner, más del 60% de las organizaciones siguen sin comprender correctamente qué lleva a los usuarios a comportarse de cierta forma. 

Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta al crear un producto? 

La opinión de los usuarios 

Escuchar a nuestros usuarios opinar sobre la plataforma puede darnos información con comentarios constructivos y muy útiles. El cliente no solo puede dar datos de forma directa a través de su experiencia, sino también expresar sentimientos encontrados en la plataforma que, de forma implícita, nos otorgan más datos de valor. 

Conseguir más información 

Debemos ir más allá de las opiniones de los usuarios: es necesario obtener información adicional de todas las fuentes posibles. Los indicadores de uso, comportamiento, localización y cualquier otra fuente de datos servirá para complementar la fotografía de las tendencias en la plataforma. También debemos escuchar las tendencias de la industria, a actores externos relacionados y, por supuesto, a nuestro equipo.  

¿Cómo decido qué hacer? 

Para tomar decisiones, con toda la información sobre la mesa, debemos preguntarnos qué objetivo queremos lograr con nuestras acciones y luego evaluar si es realizable y en cuánto tiempo, considerando las tareas a ejecutar y el equipo que tenemos. 

Escuchar al usuario es más que una práctica: es un arte. No encontrarás la verdad en una sola fuente y, por sobre todas las cosas, recorrer el camino nos hará aprender y obtener un set de herramientas para construir el futuro de nuestro producto. 

En el mundo actual, donde hay tanta (demasiada) información disponible, es posible conseguir datos que refuercen cualquier teoría que queramos demostrar o refutar. Es importante no sesgarnos y tener una mirada lo más objetiva posible sobre nuestro proyecto, así como no quedarnos solo con los datos que nos convienen para avanzar en el camino que proyectamos.