CÓMO IMPULSAR LA ECONOMÍA A TRAVÉS DE LAS RENOVABLES
Toda crisis tiene una oportunidad y, la que vivimos, no es una excepción. Hablo de la oportunidad de las renovables como motor económico, indiscutible, para recuperar parte del PIB perdido y situar a las tecnologías verdes en el eje central de la dinamización de la economía mundial. De las renovables es ampliamente conocido que ofrecen independencia energética, que proceden de recursos inagotables y que son un elemento clave en la lucha frente al cambio climático. Sin embargo, su impacto en la economía puede ser enorme. A continuación, te detallo mi opinión sobre cómo conseguirlo y qué medidas tomar.
¿Qué impacto económico han tenido en años anteriores y qué perspectivas hay?
Según datos de BloombergNEF, en 2019, la inversión mundial en nueva capacidad renovable alcanzó los 282.200 millones de USD, que representa un 1% más que los 280.200 millones de USD de 2018. La eólica lideró esta cifra con unos 138.200 mil millones de USD, seguida de la solar, que movió 131.100 millones de USD.
Inversiones en energía limpia a nivel mundial. Fuente: BloomberNEF
El Global Renewables Outlook, publicado por IRENA (International Renewable Energy Agency) en el mes de Abril 2020, apunta a un aumento del 2,4% del PIB (Producto Interior Bruto) para mediados de siglo. Además, prevé una inversión de 98 billones de USD hasta 2050. De cada dólar invertido se producirían entre 3 y 8, con lo que la transformación se amortizaría rápidamente. Respecto al modelo socioeconómico, se generarían 42 millones de nuevos trabajos a escala mundial de aquí a 2050, lo que supone 4 veces más que el valor actual. De ese modo, para ese año se alcanzarían los 100 millones de empleos, 40 más que los que se estima hay en la actualidad.
En España, según el Informe Macroeconómico de APPA (Asociación de Empresas de Energías Renovables) y a falta de datos oficiales de 2019, en 2018 el sector de las renovables generó empleo para 81.924 personas y aportó un total de 10.521 millones de euros al PIB nacional, lo que representó un 0,87% del total nacional.
Fuente: Elaboración propia. Datos. APPA Renovables
Por un lado, según también estimaciones de IRENA, la fotovoltaica generó alrededor de 20.000 empleos en su cadena de valor en 2019, mientras que antes de la crisis del COVID-19 esta cifra se puede situar en unos 60.000, considerando los empleos directos e indirectos. Un año antes, en 2018, la tecnología contribuyó al PIB nacional con más de 5.000 millones de euros, dio empleo a alrededor de 29.000 trabajadores, de los que 7.500 fueron directos, 13.400 indirectos y 8.400 inducidos, respectivamente.
Por otro lado, y según datos de AEE (Asociación Empresarial Eólica) la eólica aportó el 0,35% del PIB y empleó a 25.000 personas en 2019. España, además, cuenta con 227 fábricas y el 100% de la cadena de valor en el territorio. En 2018, la industria aportó 3.584 millones de euros al PIB nacional.
Adicionalmente, el PNIEC, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para la década 2021-2030, que establece una serie de objetivos de eficiencia energética, de participación de las renovables y de reducción de emisiones de gases contaminantes, entre otros aspectos, valoraba en 91.765 millones de euros la inversión necesaria en renovables la generación de entre 107.000 y 135.000 nuevos empleos asociados a estas inversiones. No obstante, la situación ocasionada por la crisis modifica estos parámetros que, previsiblemente, sean inferiores, al menos durante 2020.
¿Por qué las renovables para relanzar la economía?
Una de las reflexiones que debemos extraer de la crisis del Coronavirus, es que cualquier actuación que se ejecute para la recuperación de la normalidad se debe hacer pensando en los impactos a largo plazo. En el corto plazo, el reto es generar crecimiento económico y empleo. Por ello, la inversión en medidas que contribuyan a una transición energética limpia es fundamental para construir un nuevo futuro. Para algunos Gobiernos puede ser muy tentador apoyarse en tecnologías convencionales, pero las renovables ya han demostrado su nivel de competitividad, tanto en costes como en eficiencia, por lo que deben ser el pilar fundamental sobre el que giren las matrices energéticas de todas las regiones del mundo y, por consiguiente, la economía del sector.
¿Por dónde empezar?
Considero que las medidas a tener en cuenta para que las renovables dinamicen la economía se pueden incluir en diferentes contextos; marco normativo, industria local, inversiones y formación.
I. Marco normativo
1. Para lograr los objetivos estipulados en los diferentes planes energéticos, es fundamental contar con una normativa adecuada al mercado que simplifique las concesiones, los trámites, y que permita visibilidad de los precios futuros de la energía.
2. Evitar las modificaciones de los marcos de remuneración de proyectos ya en operación. Es importante evitar la canibalización en tecnologías que ahora son más económicas que hace unos años, y cuyos proyectos necesitan percibir una remuneración más alta para asegurar el retorno a su inversión.
3. Promover objetivos ambiciosos de renovables, tanto para la generación como para el consumo final. Con ello, se impulsará que las empresas busquen cumplir con objetivos de sostenibilidad. Del mismo modo, los objetivos de disminución de las emisiones contaminantes son un mecanismo imprescindible, porque la transformación del parque automotriz a un parque más electrificado es también una medida de impulso a las renovables, siempre que éstas se puedan integrar fácilmente a los centros de recarga eléctrica, como el caso de parkings fotovoltaicos en grandes estacionamientos o de instalaciones híbridas solares-eólicas cerca de electrolineras, por ejemplo.
4. Continuar con los procesos de descarbonización, desmantelamiento de centrales nucleares y eliminar, gradualmente, los subsidios a tecnologías de combustibles fósiles.
5. Agilidad en las tramitaciones de conexión a red de los proyectos renovables para evitar especulaciones, normativas claras y transparentes para el autoconsumo energético y la generación distribuida con cualquier fuente renovable, con el objetivo de que el usuario final conozca al detalle los beneficios y disponga de facilidades para apostar por el autoconsumo de energía.
II. Industria local
1. Aprovechar el conocimiento y los recursos naturales de cada región para facilitar la integración de nuevas empresas en el sector y mantener la actividad de las ya existentes. Los recursos naturales, por lo general, se distribuyen a lo largo de los territorios de maneras diferentes, lo que implica que la industria renovable pueda ser diversa en una misma región.
2. Reubicar, a través de programas de capacitación, a profesionales del sector energético tradicional y convencional en actividades de nuevas tecnologías. Con ello, se evita el desempleo causado por los procesos de descarbonización y desmantelamiento de centrales nucleares, principalmente.
3. Distribución equitativa de las partidas presupuestarias de las administraciones a las empresas del sector, ayudando a regiones aisladas a salir adelante a través de su industria local.
4. Mantenimiento de las retribuciones y/o impuestos fiscales, en la medida de lo posible, con el fin de generar estabilidad en los procesos económicos de las empresas.
5. Eliminación de barreras en las actividades de comercio internacional, con el objetivo de facilitar un libre comercio entre países que puedan, así, aprovechar las ventajas competitivas de cada mercado.
III. Inversiones
1. Probablemente, el punto más importante de todos es el de asegurar un flujo económico estable en el sector. El mecanismo más atractivo para ello son las Subastas. Los procesos públicos de adjudicación deben suponer un elemento clave y periódico, que atraiga inversión y que, con un diseño adecuado, permita el desarrollo de cada una de las tecnologías renovables de manera independiente y, además, que permita participar a empresas grandes, medianas y pequeñas, en igualdad de condiciones. Las Subastas deben incluirse en Planes Energéticos estables, ambiciosos y coherentes con la realidad del mercado. Ello conlleva una estabilidad a largo plazo que atrae la inversión.
2. Proporcionar y facilitar apoyo a los programas de I+D que ayuden a desarrollar las tecnologías en todas las regiones y mejorar sus prestaciones. Este es un modo de reducir la dependencia de un mercado a nivel global, como ha sido el caso de la fabricación de módulos fotovoltaicos en China durante el confinamiento, por ejemplo, durante el cual muchos proyectos han frenado su actividad a causa de no poder recibir los pedidos por la falta de mano de obra.
3. Facilitar la realización de contratos PPA, acuerdos de compra de energía verde, en libres condiciones del mercado entre el generador y el consumidor, pero sin favorecer un cierto tipo de empresas.
4. Incentivos y ayudas económicas y fiscales para llevar a cabo proyectos de autoconsumo a nivel industrial y residencial. Dado que los costes de estas instalaciones, por el momento, pueden seguir siendo altos en según qué regiones, es fundamental empoderar al usuario final del sector energético mediante la posibilidad, económicamente viable, de llevar a cabo una instalación de autoconsumo con fuentes renovables.
5. Mecanismos de control del destino de los préstamos y/o ayudas económicas a nivel internacional y nacional, con el objetivo de mantener transparencia y seguridad de que los fondos terminan en inversiones de proyectos renovables.
IV. Formación
1. Creación de programas de formación y capacitación para personal del sector renovable y para el sector tradicional, con el fin de que éste último se pueda incorporar al mercado renovable en plenas condiciones.
2. Beneficios y/o facilidades fiscales a las empresas del sector que realicen formaciones internas para reubicar a sus empleados una vez termina un proyecto. La puesta en marcha de un parque fotovoltaico puede durar unos pocos meses, una vez terminado, el personal de instalación debe esperar un nuevo proyecto para mantener su posición. Para facilitar este mantenimiento, la empresa debe poder llevar a cabo formaciones, posiblemente internacionales, para que el personal pueda ejecutar su trabajo en otros mercados.
3. Programas de colaboración entre instituciones, universidades y centros, con empresas del sector energético, con el objetivo de ayudar a la inclusión en el mercado de los estudiantes a través de prácticas remuneradas con posibilidades de incorporación real en la empresa y en el mercado laboral.
Conclusión
Independientemente de las características particulares de cada mercado energético, existen varios criterios universales que son los que se deben considerar para potenciar, a nivel mundial, que las renovables se conviertan en un verdadero motor capaz de impulsar la economía. Y eso es lo que he considerado analizar en los puntos anteriores, sin entrar en detalle en las características de cada región.
Cuando hablamos de la opción de situar a las renovables en el centro de la economía, no debemos olvidar que seguirán cumpliendo con objetivos vitales a largo plazo como la lucha frente al cambio climático, por ejemplo, y se estará construyendo un futuro mucho más sostenible tanto a nivel ambiental como económico, pues no olvidemos tampoco que las renovables son tecnologías jóvenes, con mucho margen aún de mejora en eficiencia y costes. Es decir, se estará invirtiendo en la industria con más futuro de todas las que existen en la actualidad.
Al igual que no hay Planeta B, a nivel energético no existe Plan B. Pretender impulsar la economía mediante tecnologías convencionales basadas en combustibles fósiles puede resultar tan tentador, como perjudicial, y una muy breve solución para impulsar la economía a corto plazo que conllevará un grave perjuicio a futuro, no solo por contribuir al cambio climático, sino porque la fecha de caducidad de estas tecnologías tendría un impacto muy negativo en las economías que se han cimentado en su despliegue. Sus precios se encarecerán y los de las renovables continuarán bajando.
La ola del coronavirus está teniendo consecuencias negativas. Tras ella, se aproxima la ola de la recesión económica que debemos surfear con la mejor herramienta que tenemos, las renovables, que también son la mejor arma frente a la gran ola que viene después, la del cambio climático.
Fuentes: UNEF, AEE, La Vanguardia, BloombergNEF, IRENA, APPA Renovables y GWEC.
CEO PV Structures & Carports | Board Member AM
4 añosMagnifico articulo Andrés, donde pones también en el foco la inversión en I+D, industris local,... Soy un gran defensor de la óptica industrial en renovables, no solo la optica energética, que ya es de por sí muy importante: energia limpia y barata.
Esteticista Profesional en Independiente, Consultoria Estetica
4 añosSuper interesante!
Certified Energy Manager (CEM). Auditor Energético. Máster en Eficiencia Energética. Emprendedor.
4 añosMuy completo el Artículo Andrés M.. No creo que las renovables sean la panacea para todos los problemas de este mundo. Pero invertir en #fotovoltaica hará que las empresas y particulares puedan diversificar en su adquisición energética. Red Electrica, Gas y ahora FV. El éxito de muchas empresas radica en consumir la energía más barata en cada momento. Incluso modificar procesos para adaptarse. Al final son números. Para hacer numeros se necesitan 2 cosas: - Personal formado, conocimiento o un partner / asesor... GESTOR DE ENERGIA - Medir la energía de los procesos (Mejor o peor) , Disponer de datos para tomar decisiones. Las renovables jugarán un papel importante, pero más de uno se sentirá engañado...