EL PLANETA Y EL COVID-19
Cuando un organismo detecta un virus en su sistema, genera fiebre para intentar eliminarlo. La naturaleza siempre busca el equilibrio, no permite que un superdepredador se haga con el control de todo un ecosistema ni que una planta se diversifique infinitamente en un bosque. El planeta tiene numerosas formas de mantener este equilibrio y, bajo mi punto de vista, ahora nos toca a nosotros enfrentarnos a una de sus estrategias. El COVID-19 está causando una grave crisis en todos los sectores de la sociedad actual y, especialmente alarmante por supuesto, es en la sanidad. La parada de la actividad humana causada por el confinamiento general tiene a un gran beneficiado, el planeta. El freno de las actividades humanas, reflejado en el descenso del número de desplazamientos a vehículo, la bajada de la producción industrial y el consumo, en general, ha conseguido reducir los niveles de contaminación de todas las regiones que se han visto afectadas. Cansado de proponer condiciones climáticas adversas para alertarnos sobre la realidad del cambio climático, el COVID-19 es un nuevo aviso. El planeta quiere que frenemos. Una vez superada esta crisis, ¿qué nos toca hacer desde el sector de las Renovables?
Los datos no engañan
China, Italia y España, entre otros, son los países en los que la epidemia ha causado una mayor paralización, aunque muy probablemente, y por desgracia, parece que veremos esta situación en otras regiones en poco tiempo. A continuación, expongo algunos datos publicados en diversos medios.
Durante el mes de Febrero, la provincia china de Hubei obtuvo un récord en el promedio de días sin contaminación atmosférica, un 21,5% más en comparación con las mismas fechas del año 2019, según informes del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China.
Imagen 1: Niveles de NO2 en Enero y Febrero en China. Fuente: El Universal
La calidad del aire del norte de Italia mejoró. La contaminación atmosférica se redujo significativamente y también los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) durante los meses de Febrero y Marzo.
Imagen 2: Niveles de NO2 en Europa antes y durante el confinamiento. Fuente: El Universal
Madrid, uno de los focos más importantes de la pandemia, ha reducido la contaminación atmosférica hasta en un 35% y las aguas de los canales de Venecia están más traslúcidas de lo que han estado en los últimos años.
Imagen 3: Canales de Venecia en la actualidad. Fuente: El Confidencial
Mención especial merece la capital de Perú, Lima. En los últimos días refleja los valores más bajos de material particulado fino en el aire, PM 2,5 (estándar de medición de calidad del aire) de los últimos tres años. La OMS, la Organización Mundial de la Salud, recomienda unos valores de 10 µg/m3 de PM 2,5, exactamente los que se han registrado estos días. Sin embargo, Lima suele registrar un valor de PM del doble e incluso del triple cuando la actividad se mantiene inalterada.
Imagen 4: Calles de Lima, Perú. Fuente: El Comercio
La naturaleza ha recuperado espacios y se ha dejado ver en las ciudades como nunca antes se había visto. Otro claro ejemplo de lo que está consiguiendo el confinamiento.
Imagen 5: Animales avistados en Venecia, Barcelona y Madrid. Diversas fuentes.
Queda demostrado que el planeta se encuentra mejor con la humanidad confinada. Trágico, pero efectivo. No cree en nuestras promesas futuras ni en nuestros objetivos de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Ha decidido pasar a la acción, y nosotros debemos reflexionar sobre nuestros hábitos sociales y de consumo.
Unas lecciones del COVID-19
De todo en esta vida se puede (y se debe) aprender. La reducción de la contaminación es algo anecdótico y es de esperar que los niveles vuelvan a lo habitual, lamentablemente, una vez pase la pandemia. Cuando ello suceda, todo volverá a la normalidad, ¿o no? Personalmente, espero que cambiemos y nos demos cuenta de que:
- No podemos priorizar la economía respecto al cambio climático, porque el cambio climático es salud y la salud, es lo primero. El COVID-19 ha frenado la economía a nivel mundial y, según algunos estudios de China, eso salvará alrededor de 77mil personas del país de morir a causa de la contaminación atmosférica. Paradójico.
- No podemos seguir anteponiendo la importancia del capital a los valores humanos. Las regiones que han superado la pandemia lo han hecho priorizando el conjunto respecto al yo. La sociedad no es solidaria por naturaleza cuando se encuentra en una situación desconocida. Comprar más packs de papel higiénico "por si acaso", por ejemplo, es avaricia que puede dejar a otros sin ese recurso. El egoísmo puede salvar en el corto plazo, pero pensar en el conjunto lo hace a largo plazo.
- No podemos obviar más que es necesario que todos nos habituemos a los pequeños gestos que no cuestan nada. No cuesta nada reciclar y separar en compartimentos los diferentes tipos de residuos que generamos, pues no hacerlo conlleva más gasto energético. No cuesta nada buscar una alternativa de transporte más eficiente cuando nos desplazamos a cualquier sitio. No cuesta nada hacer un uso razonable de la electricidad y del calor de mi hogar. No cuesta nada reutilizar.
Reflexiones para el impulso a las Renovables
El COVID-19 nos deja algunas reflexiones que considero muy importantes para el sector de las energías renovables.
- Apuesta por nuevas tecnologías
El éxito de las renovables es su conjunto, por eso se debe invertir en el aprovechamiento de todos y cada uno de los recursos naturales para diversificar la matriz energética al máximo, independientemente del grado de madurez de la tecnología. ¿Qué pasaría si las condiciones climáticas cambiaran radicalmente y las regiones con más radiación solar, donde instalamos parques solares, perdieran niveles de irradiancia?, ¿qué sucedería si los vientos de las zonas donde existen parques eólicos perdieran su intensidad?, ¿qué sucederá cuando el ciclo hídrico sea tan diferente al actual que tengamos presas hidráulicas sin capacidad de generación? Apostar todos los huevos en una canasta conlleva un gran riesgo, por muy fácil que eso parezca en ocasiones. Y eso es lo que parece estar sucediendo en el caso de la solar fotovoltaica. No se debe dejar de apostar por ella, por descontado, pero hay que invertir también en nuevas tecnologías como la geotérmica, el biogás o la mareomotriz, por ejemplo, para mejorar sus eficiencias y abaratar los costes que representa aprovechar estos recursos. La geotérmica es una tecnología costosa, sin embargo, Islandia satisface el 80% de sus necesidades gracias a ella. Un buen ejemplo de cómo aprovechar un recurso local independientemente de su situación a nivel global.
- Industrias locales
Desgraciadamente, el crecimiento de nueva capacidad instalada se ha visto frenado por la menor actividad, la falta de componentes y la parada en las ejecuciones de obras. La fotovoltaica es la tecnología que se ha visto más afectada debido a que la mayoría de la industria se encuentra en China y es, actualmente, la renovable con más proyectos en construcción. Esto representa una oportunidad para fomentar el crecimiento de industrias locales y reducir la dependencia del gigante asiático. Para ello, se necesita más transferencia de conocimiento y de tecnología con el objetivo de dotar a esa industria local de los conocimientos y capacidades para llevar a cabo una actividad competitiva en un mercado global.
- Economías
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) está pidiendo a los gobiernos de todo el mundo que, para estimular la economía tras el paso del coronavirus, será imprescindible incorporar planes de energía limpia. Las renovables tienen cada vez mayor protagonismo en el PIB de todo el mundo, por eso la industria renovable necesitará estímulos por parte de los Gobiernos para defender sus economías. Además, el coronavirus ha afectado a los precios de los combustibles fósiles, llevándolos a mínimos históricos, lo que sin duda hará que muchas empresas del sector se vean obligadas a cerrar y las economías de los países dependientes de productos derivados del petróleo se verán muy afectadas. Otro motivo para que estas regiones destinen recursos a nuevas tecnologías y, progresivamente, abandonen un negocio que debe tener los días contados.
A día de hoy existen multitud de regiones que cuentan con una enorme cantidad de recursos naturales que no están aprovechando. Si queremos mostrarle a la Tierra que no se necesita un virus para luchar frente al cambio climático, debemos apostar todo por las renovables, la electromovilidad y la eficiencia energética, y no seguir incentivando otras tecnologías que no sean respetuosas con el medio ambiente. Sin olvidar el ejercicio mental que, como sociedad, debemos hacer para reflexionar y mejorar nuestros hábitos y consumos. Si no aprendemos de esta crisis, no estaremos preparados para futuras.
Fuentes: National Geographic, Eco Portal, La Vanguardia, El Comercio
Magister en Gestión de Energía | Consultor en Desarrollo de Proyectos de Energía Renovables | Gerencia de Proyectos
4 añosExcelente análisis, todo esta relacionado con el medio ambiente el cual hay que cuidar