¿Cómo lograr una Actitud más Positiva? Parte VI.
La ausencia de afectos, una vida fría nos lleva a cierta apatía y desmotivación.
Si no estamos orientados ayudar a otras personas, sino a juzgarlas, criticarlas o valorarlas, estas no se abren.
La falta de autoestima se manifiesta en la apatía y en la frialdad de mucha gente.
No tienden activamente hacia algo.
Según Rollo May hay muchas personas en la sociedad actual estancadas, desesperadas y que se sienten impotentes para hacer algo efectivo con sus vidas.
Son incapaces de dirigirse, de modificar actitudes de otros hacia ellas y de influir en el mundo que les rodea.
Nathaniel Branden dice que además de los 6 pilares de la Autoestima descritos por él mismo y que figuran en la ilustración de abajo...
Se le debiera de añadir, el vivir con amor.
Según Erich Fromm el amor requiere integridad, humildad, coraje, fe, disciplina, empatía, esfuerzo y conocimiento.
La falta de amor nos genera angustia.
El ser humano necesita estar unido con otros, con con su pareja, con su familia, con su empresa, con un club, con un partido político, con su propio país, o con su propia actividad o hobby.
Necesita sentirse parte de algo para no volverse loco.
En ocasiones el ser humano pretende acabar con la soledad mediante vías de escape, mediante conductas defensivas, para tratar de evitar sentir.
El abuso o exceso de alcohol, drogas, sexo, comida, trabajo, la obsesión por el perfeccionismo, etc..
Hoy en día dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar el éxito, el prestigio, el dinero, poder y bienes materiales.
Sin embargo,
¿Cuánta energía destinamos a aprender el arte de amar?
¿Cuál es el beneficio de saber amar?
Alimentar nuestro espíritu y en nuestra alma.
¿Qué no es amor?
Esto no es amor, esto según Erich Fromm son uniones faltas de integridad.
El amor verdadero requiere autoestima, requiere saber preservar nuestra individualidad y nuestra integridad.
Implica poder ser uno mismo, el amor no es dar, el amor es recibir.
Es preocuparse activamente por lo que amamos.
Es ocuparse de su crecimiento.
Es trabajar por algo más grande que nosotros mismos.
Es hacer crecer a nuestra pareja.
El amor implica cuidado, responsabilidad, estar ahí cuando más se nos necesita, respeto a la individualidad del otro, respeto a la libertad del otro, es decir, el amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación.
Vivimos en una sociedad falta de integridad, de amabilidad, de autoestima y de amor.
Vivimos en una sociedad demasiado egoísta e inmadura que renuncia al esfuerzo y al sacrificio necesario para tener relaciones profundas y vínculos emocionales fuertes.
La unión y el amor es una necesidad universal humana.
Las necesidades de la otra persona son tan importantes como las nuestras.
Sin embargo, vivimos en una sociedad falta de compasión, llena de egoísmo, y, por tanto, de falta de amor hacia los demás.
El amor requiere comunicación, principios, generosidad, comprensión, tolerancia, flexibilidad, sensibilidad, aceptación, perdón, empatía e integridad.
Si solo nos interesa el dinero, la satisfacción y el consumo...
¿Dónde queda y está el amor?
¿Cómo podemos tener tanta información, tantos conocimientos y al mismo tiempo tan poca sabiduría?
El ser amable según el doctor David R Hamilton:
Actuar de forma amable bondadosa empática agradecida y compasiva es lo correcto.
La mejor prueba es que la amabilidad de un ser querido nos hace sentirnos comprendidos, validados y relevantes.
La amabilidad y la sonrisa une a las personas.
"La bondad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver". Mark Twain.
La amabilidad nos hace sentirnos bien.
Ayudar a otros, genera conexión con los demás.
La amabilidad aumenta la segregación de serotonina, dopamina, oxitocina y endorfinas.
En vez de juzgar y odiar, hemos de pasar a la compasión y a la bondad.
"A un hombre se le puede arrebatar todo salvo el poder de elegir su actitud ante cualquier circunstancia". Viktor Frankl.
"A donde quiera que vayas ve con todo tu corazón". Confucio.
Concentrarse en la relación con otros significa fundamentalmente escuchar de verdad al otro.
Necesitamos más paciencia, calma y reflexión.
Necesitamos bajar el ritmo.
El logro del amor requiere superar nuestro propio narcisismo tan habitual en la sociedad actual.
¿Si alguien en la sociedad actual ama y lo da todo por los demás, y es esquilmado, exprimido y utilizado por estos, podemos llegar a la conclusión de que la sociedad actual solo un mártir o un loco puede amar?
La sociedad capitalista se basa en un intercambio equitativo.
El verdadero amor, sin embargo, se basa en amar, en dar y no en amar porque necesito que me amen.
El verdadero amor es que te amen porque amas.
Pero el amor no tiene por qué ser equitativo, ni igual.
No hay nada más valioso que el amor y no tiene unidad de medida alguna.
Un bebé sin amor se moriría.
Existimos gracias al amor.
En resumen, sin autoestima, no tendremos una actitud positiva ante la vida.
Tener una actitud positiva es ser optimista, valiente, es tener fe, calma, paciencia, entusiasmo, integridad, confianza, determinación y foco.
Sin una actitud positiva ante la vida la percepción que tendremos de nuestras vivencias será negativa y esto afectará a nuestra felicidad.
Ser optimista no implica fijarnos expectativas altas para nuestra vida ni que todo va a ser color de rosa, sino que implica que vamos a confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades para hacerle frente a las dificultades que sin duda surgirán.
De este modo, lograremos ser más felices. Lograremos reducir la ansiedad y la depresión.
La felicidad es el principal objetivo de más del 85% de la población mundial.
La principal creencia irracional es que el entorno y el mundo, debe ser como yo quiero que sea, y no como es.
Las creencias racionales son constructivas y productivas.
Las creencias irracionales son destructivas e improductivas.
Los sentimientos negativos pueden ser sanos o insanos.
Sentimientos negativos sanos:
Es totalmente normal que en nuestra vida sintamos decepción, frustración o melancolía.
Estas emociones nos dan información y nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos.
Sentimientos negativos insanos:
Creamos con la misma facilidad ideas autosaboteadoras, como ideas autofacilitadoras o autofavorecedoras.
Ejemplos de creencias irracionales que crean nuestra ansiedad sobre nosotros mismos:
Ejemplos de creencias irracionales sobre el mundo que crean nuestra depresión:
Creencias irracionales:
Tipos de Creencias irracionales:
Cuando no se satisfacen estos imperativos dogmáticos:
Puedo vivir y ser razonablemente feliz aunque:
Es necesario poner en tela de juicio las creencias irracionales:
Ejemplos de disputas:
¿Es cierto que no me podrían haber tratado peor?
¿Podrían haberme matado?
¿El cómo me han tratado me impide disfrutar de la vida?
¿Hay alguna razón por la que bajo ningún concepto debieran tratarme tan mal como me han tratado?
¿Es cierto que, por ser mi padre, mi hermano o mi jefe no debieran tratarme tan mal considerando que siendo quiénes son, no debieron de hacerlo?
¿Estamos “terribilizando”, o pecando de “necesitis” como dice Rafael Santandreu?
¿Cómo dejar de “terribilizar”?
Somos seres falibles, cargados de problemas.
“La gran mayoría de la humanidad está satisfecha con las apariencias como si fueran realidades y frecuentemente están más influidas por las cosas que se aparentan que por las que son”. Maquiavelo.
El ser humano está más preocupado por la apariencia que de la realidad en sí misma.
Es fácil detectar a un tramposo cuando los ojos miran hacia fuera, pero no cuando miran hacia dentro.
“A pesar de ver los 7 defectos de otros, no vemos nuestros 10 defectos propios”. Proverbio japonés.
Primero los seres humanos nos autotraicionamos, después nos autoengañamos, y después nos autojustificamos y culpamos a otros de nuestros males.
Lo peor es que nos creemos a nosotros mismos. O mejor dicho nos engañamos a nosotros mismos.
¿Esta falta de autoconciencia tiene precio? ¿Tiene coste para nosotros?
Sí, en el fondo nos genera miedo, tristeza, ira y asco.
Emociones que si no sabemos gestionar y dejar ir, según Hilary Jacobs Hendel, derivarán en ansiedad, vergüenza y culpa.
Es decir, derivarán en emociones inhibitorias.
Recomendado por LinkedIn
Éstas a su vez suelen derivar en conductas evitativas, de escape y defensivas como depresión, comer demasiado, tener obsesiones, tener adicción al juego a las drogas, al alcohol, a trabajar demasiado, etc.
Es decir, los seres humanos nos creemos las historias que nos inventamos para justificar nuestros malos actos.
Otra cosa es que no seamos conscientes de cómo afecta esto a nuestro espíritu, a nuestra alma y a nuestra conciencia.
No condenar a las personas sino sus actos.
No hay personas buenas o malas.
Entre el blanco y el negro hay una infinidad de gama de colores.
Más que personas buenas o malas lo que hay son actos buenos o malos.
Cuando Hitler estaba acariciando a su perro no estaba realizando un mal acto, sino un buen acto.
Empezamos realizando una aceptación incondicional de nosotros mismos, y también debiéramos de realizar una aceptación incondicional de los demás.
La ira puede tener diferentes orígenes, surge sobre todo cuando alguien nos trata mal o nos ataca, y es una emoción que nos sirve para tratar de defendernos de aquellos que nos maltratan o que tratan de abusar de nosotros.
En otras ocasiones la ira que sentimos no es generada por otros, sino que es generada por nosotros mismos.
A veces no tenemos el coraje o la valentía de afrontar determinados conflictos. Esto nos hace enfadarnos con nosotros mismos.
Es decir, nosotros mismos estamos generando ira en nuestro interior, porque sabemos que nos estamos auto traicionando.
Muchos niños han sido educados en un entorno donde todo es como ellos quieren, se ve en la tele lo que ellos quieren, se les lleva donde ellos quieren, se les compra lo que ellos quieren y esto está generando una generación, o incluso varias generaciones, con una baja tolerancia a la frustración.
Una baja tolerancia a la frustración genera perturbaciones emocionales tales como la ira, la depresión o la ansiedad.
Ante la frustración caben 3 tipos de reacciones:
Reaccionar con ira o con depresión ante la frustración no es más que una pérdida de tiempo.
El hacer lo que tenemos que hacer nos genera un sentimiento de fortaleza aumenta nuestra autoestima.
El no hacer lo que sabemos que tenemos que hacer debilita nuestra autoestima.
El renunciar a la ira es una fortaleza.
Hemos de amar a quien nos quiere y no odiar a quien nos odia.
A veces pensamos que nos han tratado de una forma muy injusta, sin embargo, ¿crees que todo el mundo estaría de acuerdo con esto?
¿Todo el mundo estaría de acuerdo que nos ha causado un gran daño emocional, económico, etcétera?
En muchas ocasiones, somos nosotros mismos quienes creamos nuestra propia ira.
Tenemos capacidad para experimentarla, gestionarla y dejarla ir sin que dañe nuestras relaciones con otras personas, o sin que dañe nuestra propia salud.
A lo mejor lo que no nos gusta de lo demás nosotros lo tenemos y en mayor medida.
¿Nosotros somos perfectos? ¡¡No!!
Por tanto, tampoco podemos pedir, ni mucho menos exigir que otras personas o el mundo en sí, lo sean.
¿Acaso todo ha de ser como nosotros queremos?
El tener expectativas demasiado elevadas sobre el mundo, nosotros mismos y los demás daña nuestra felicidad.
En un acontecimiento que te genera ira. Por ejemplo, mi mujer insiste en que he de ir a algún sitio con ella.
Creencias irracionales:
Para identificar las creencias irracionales buscaremos:
Disputar las creencias irracionales:
Para disputar las creencias irracionales nos preguntaremos:
Consecuencias:
Principales emociones negativas malsanas:
Rabia, ira.
Principales conductas contraproducentes:
Insultos, desprecios y agresividad.
Entre las emociones negativas malsanas, destacan:
Creencias racionales:
Pensar de manera más racional, esforzarnos por:
Efecto nuevo:
Nuevas emociones negativas sanas:
Conductas constructivas nuevas:
Entre las emociones negativas saludables destacan:
Me acepto tal y como soy. En lo bueno y en lo menos bueno.
Acepto la frustración.
Las cosas, el mundo no puede ser como yo quiero. el mundo a veces es desagradable y debo de aceptarlo.
Conseguir lo que se quiere sin esfuerzo no forma parte de la naturaleza de este mundo.
Mi pareja no tiene por qué ser siempre, atenta, cariñosa, amable y aprobar todo lo que hago.
Yo tampoco actúo bien siempre.
Mi pareja no tiene por qué ver las cosas, como yo las veo.
¿Tengo en cuenta su punto de vista y sus sentimientos?
La ira es insensata, no es razonable.
Somos los principales responsables de nuestra ira. Podemos reducir nuestra ira.
La furia nos daña más que favorecernos. merece la pena tratar de controlarla.
La baja tolerancia a la frustración genera ira.
Las conductas injustas e improcedentes existen.
Vivimos en un mundo narcisista donde estamos buscando continuamente la aprobación de los demás queremos que nos amen y se preocupen por nosotros.
Cuando sufrimos condiciones injustas improcedentes o estresantes sentimos una gran frustración. Sobre todo, cuando hemos sido educados en un entorno donde todo era en gran medida como nosotros queríamos.
Por un lado, esto genera el síndrome del pequeño dictador y genera una muy baja tolerancia a la frustración.
Esto como ya hemos visto en repetidas ocasiones deriva en furia, ira y agresividad.
Finalmente, incluso puede derivar en ataque a otras personas.
Es decir, le plantamos cara a estas emociones generadas por la frustración de un modo destructivo. En consecuencia, nuestra autoestima se verá afectada negativamente.
Por otro lado, la frustración puede derivar en resignación, depresión, es decir, en una serie de emociones de tristeza que bloqueo que no experimento, que no gestiono y que no dejo ir y que derivan en ansiedad, vergüenza, culpa y finalmente en conductas defensivas, o de evitación, como puede ser la depresión.
El no plantar cara a nuestros problemas y acabar deprimidos también tiene como consecuencia una caída o una bajada en nuestra autoestima.
Sin embargo, si somos personas adultas que hemos sido educadas en que en el mundo, en muchas ocasiones, por no decir la mayoría, las cosas no van a ser como nosotros queremos, ante las situaciones frustrantes sentiremos cierto malestar, cierto enfado, pero sabremos mantener la calma.
Sabemos que el mundo no es perfecto, ni puede ser ni es como nosotros queremos que sea.
En consecuencia, ante las situaciones adversas y las situaciones frustrantes le plantamos cara de un modo constructivo, de tal forma que nuestra autoestima aumenta.
Una cosa es que deseemos que el Mundo sea más justo, o incluso que fuese totalmente justo, y otra muy distinta es que le exijamos que el Mundo sea justo.
El universo no tiene ningún especial interés por nosotros y no lo tendrá nunca.
¿Todo el Mundo ha de tratarnos de un modo especial?
¿Existe alguna razón por la que debamos ser el centro del universo?
El crecimiento personal no brota al evitar la frustración, sino al plantarle cara y dejar de lamentarnos sobre ella.
Sería preferible que nos traten de un modo especial, pero será poco probable que así sea.
Debemos tener mucho cuidado con el dogmatismo y con la grandiosidad.
No soy Dios y si pretendo salirme siempre con la mía me volveré neurótico.
Para evitarlo debo de desarrollar tolerancia a la frustración.
Defender nuestros derechos no exige atacar a nadie ni violar los derechos de otros.
El ser humano es muy falible, es decir, es muy difícil actuar siempre de un modo justo, equitativo, ético, correcto y adecuado.
Es muy importante saber perdonar y aceptar a los demás tal y como son.
Sobre todo si nosotros queremos ser perdonados y ser aceptados tal y como somos.
El ser humano por naturaleza es ágil, vulnerable y falible.
Nosotros somos los principales responsables de nuestra ira.
Podemos aceptarnos siempre, y no aceptar nuestros actos erróneos, crueles, agresivos o injustos.
A menudo nos topamos con situaciones injustas y con problemas graves.
Debemos aceptar que el Mundo, los demás o nosotros mismos no somos perfectos, es decir, somos falibles, podemos dejarnos desquiciar, lo cual contribuirá seguramente al deterioro de nuestras relaciones y no será más que una pérdida de tiempo, o podemos centrarnos en resolver las dificultades de nuestra vida.
Afrontándolas con claridad, con coraje, valentía, comprensión, carácter, etcétera.
En resumen, el último ingrediente de la felicidad es evitar tener creencias irracionales sobre la vida y los demás.
Es no esperar nada del mundo y de los demás.
Cuantas más bajas sean nuestras expectativas, mayor será nuestra felicidad.
Tal Ben-Sahar logró ser uno de los mejores jugadores de badminton del mundo pero no era feliz.
Por eso empezó a interesarse por la psicología positiva, siendo hoy un referente en ella.
Pone el foco en que el perfeccionismo tan habitual en la sociedad tan competitiva actual, nos condena a la infelicidad.
El perfeccionismo te condena a la infelicidad porque ni tú, ni el mundo, ni los demás serán nunca perfectos.
Tu valía como ser humano no está determinado por tu nivel de rendimiento ni de ingresos.
Ni tu casa, ni tu pareja, ni tu trabajo, ni tus amigos, ni tu familia serán nunca perfectos.
¡Baja tu nivel de exigencia!
Disfruta del camino de la vida y de la compañía.
Nuestra suficiencia no es debatible, lo somos desde el momento que nacemos porque somos únicos.
"La gratitud no solo es la mayor de las virtudes, sino que es la madre de todas la virtudes". Cicerón.
La mejor forma de dominar a la naturaleza es obedecerla.
Por ejemplo, si tienes problemas de salud escucha a tu cuerpo, obedécelo y dale lo que te pide.