¿Cómo nos estamos sintiendo hoy?.
Una pregunta hoy recurrente ha sido: ¿Cómo nos estamos sintiendo hoy?.
Esta pregunta quizás cobra más sentido o es más relevante por todo lo que se está experimentando o viviendo, esto no significa que antes en la vida no existieran procesos de crisis – incertidumbre – angustia etc. , sin embargo, hoy se vive una experiencia y sensación colectiva que tiende a masificar e intensificar ciertas emociones “colectivas” positivas - negativas que se van contagiando .
Al hablar de aprendizaje es primordial comprender que cada ser humano tiene una doble perspectiva. Por un lado, existe todas las funciones y actos que va a realizar a lo largo de toda su vida, y por otro lado, existe todo lo que deba alcanzar para que la existencia humana tenga sentido.
El cerebro funciona con creatividad asociando en sentido de la perspectiva, si esta es negativa será negativa – si es positiva será positiva, por lo tanto, se debe poner atención a los estímulos que entran en la vida. Esta idea es fundamental cuando se habla del rol del docente o profesor o del líder, ya que parte de la invitación es trabajar el conocimiento tácito, es educar constantemente la manera de pensar más allá de sólo entregar contenidos, como nos relacionamos con nosotros mismos y con las demás personas hoy es primordial.
Aristóteles presenta a un ser humano donde sus aprendizajes y conocimientos deben ser cargados de deseos e impulsos (hábito) positivos “Es notorio que la educación debe hacerse primero mediante el hábito antes que por la razón, y que se ha de ocupar del cuerpo antes que de la mente”. Política, Libro V (Vlll), Capítulo 3. Esto permite que el aprendizaje se oriente a realizar gestión del conocimiento y de esta manera comprenda y analice el mundo en que vive, pero está gestión del conocimiento debe ser en perspectiva positiva y que involucre un pensar en positivo, herramienta que pueden permitir ver oportunidades más que dificultades o problemas.
El impacto que produce todo lo que nos rodea en nuestro cerebro es potente, por lo tanto se debe educar la calidad de nuestros pensamientos y para ello se requiere de docentes o profesores y líderes estén preparados y con herramientas claras que ayuden a que esas perspectivas vayan al logro de objetivos planteados.
En resumen; muchas veces nos encontramos sumergidos en el capital estructural y nos encasillamos cumpliendo con un piloto automático un rol y una acción determinada dejando quizás de lado el capital intelectual posiblemente sea esto lo que hoy le de importancia al rol del docente o profesor o del líder de la empresa, que debe contagiar con energía positiva educando un pensamiento positivo que no sea sólo el de enseñar o entregar contenidos que se relacionan con su experticia profesional, si no que educar al ser humano en el desarrollo de los hábitos de convivencia adecuados, profundizar y reflexionar en el conocimiento de las virtudes y valores y por sobre todo su aplicación. Reflexiones como; ¿qué tan dispuesto se puede estar para romper los propios paradigmas o los “no puedo”?, ¿Cuántas veces pensaste que no podías y lo lograste? ¿Qué queremos para nosotros mismos? Hoy deben ser parte fundamental de todo profesional en educación.