Cómo promover el espíritu emprendedor
Factores clave de éxito en los programas para promover el espíritu emprendedor y generar empresarios innovadores
En la sociedad actual las ciudades son cada vez más conscientes de la necesidad de fomentar una cultura emprendedora. El crecimiento económico de las ciudades requiere de la existencia de empresas innovadoras y de gran potencial de crecimiento. Pero para que este tipo de empresas puedan aparecer se necesita la existencia previa de numerosas vocaciones empresariales y el desarrollo de profesionales innovadores.
Por ello existe un creciente interés en diseñar e implementar programas que permitan fomentar el espíritu emprendedor, crear entornos favorables a la generación de vocaciones empresariales, acercar de forma efectiva el mundo de la empresa y el de la universidad e impulsar la concreción de ideas innovadoras en proyectos empresariales.
Con este objetivo en mente hemos procedido a analizar la literatura científica más actual sobre esta cuestión y las mejores prácticas en el desarrollo de este tipo de proyectos. A partir de ese análisis hemos aislado los factores clave de éxito y los frenos más habituales, hemos identificado las actuaciones posibles y las hemos ordenado en un modelo conceptual que haga más fácil replicar las iniciativas exitosas.
El rol de los emprendedores innovadores
El diseño de un programa para fomentar la aparición de emprendedores innovadores debe comenzar con una correcta comprensión de las características de este tipo de empresarios.
Recientemente hemos podido observar como algunas grandes corporaciones han visto caer dramáticamente su valor en bolsa como consecuencia de rumores sobre la salud de sus líderes. Estos fenómenos ponen de manifiesto el enorme valor que generan estos emprendedores excepcionales. El dinamismo empresarial requiere de la aparición de emprendedores que tengan en mayor o menor medida estas capacidades. Pero inmediatamente surge la pregunta: ¿Cómo podemos facilitar la aparición de emprendedores similares? ¿Qué puede hacer una empresa, una ciudad o un país para identificar y apoyar nuevos emprendedores innovadores para liderar iniciativas orientadas al crecimiento?
Algunos investigadores han mostrado como las ciudades requieren del desarrollo y el florecimiento de lo que se denominan “clases creativas”. La innovación y el espíritu emprendedor son críticos para el desarrollo sostenible de un territorio. Necesitamos planes para desarrollar jóvenes formados y dotados de vocación para emprender y dirigir organizaciones de rápido crecimiento. Pero eso no es fácil de conseguir.
Parte del problema es que estamos hablando de un talento escaso. Se estima que menos del 5% de los emprendedores tienen las habilidades y capacidades necesarias para liderar proyectos verdaderamente innovadores. Y algunos expertos reducen esta cifra a menos del 1%. Pero la dificultad no reside sólo en la escasez del talento, sino que buena parte de éste se pierde por la ausencia de modelos adecuados.
Cómo surgen y trabajan los emprendedores innovadores
Nuestra sociedad en general, y las empresas en particular, tienen un sutil mecanismo que desgraciadamente tiende a reducir la chispa creativa, a reducir la capacidad de innovación de sus miembros con más talento. Diversos estudios coinciden en señalar que las organizaciones tienden a desarrollar líderes que replican modelos, más que líderes que innovan y desarrollan nuevos modelos. Los individuos con más talento y energía pronto se dan cuenta que para ascender y tener éxito deben imitar a los líderes existentes, los eligen como modelo a seguir y de este modo se dedican a sus mismas actividades y replican su forma de actuar.
Por otro lado, el papel de las redes sociales es esencial en el éxito de los emprendedores innovadores. Tenemos muchas falsas ideas acerca de como funciona la innovación. Tendemos a pensar que los innovadores generan espontáneamente muchas nuevas ideas y que si simplemente les dejamos hacer estas ideas florecerán. Creemos que si a un emprendedor con talento le podemos rodear de un equipo de ventas, marketing, operaciones y finanzas, éstos podrían simplemente implementar sus ideas.
El proceso real es más complejo. Los innovadores tantean nuevas ideas. Otros colegas, así como diversos profesionales y expertos les van aportando información, muchas veces contradictoria entre si. Los innovadores afinan su idea y van incorporando nuevos elementos, identificando la forma en la que resolver los puntos más débiles y desarrollar sus fortalezas. Trabajan duro y persistentemente para reformular sus ideas y para persuadir a las personas clave de su entorno. Por ello cualquier programa para apoyar el desarrollo de este tipo de emprendedores debe tener en cuenta tanto a su entorno como a sus capacidades.
Las características de los emprendedores innovadores
Para ser eficaces identificando y preparando emprendedores innovadores capaces de liderar empresas de alto crecimiento debemos empezar analizando qué les diferencia de otros emprendedores.
Los emprendedores de alto potencial tienen elevadas capacidades cognitivas, incluyendo una gran capacidad analítica. Saben centrarse en los aspectos esenciales de un problema y descartar los secundarios. Eso es esencial porque manejan gran cantidad de datos, de necesidades de clientes, de información sobre los competidores. Tienen la habilidad de pensar estratégicamente, incluso en situaciones de elevada ambigüedad.
Nunca se duermen en los laureles. No asumen que porque algo haya funcionado en el pasado vaya a seguir siendo la mejor solución en el futuro. Son capaces de analizar un mismo problema desde perspectivas muy distintas. A diferencia de muchos directivos con talento, son capaces de intentar reinventar la rueda si sospechan que algo puede ser mejorado.
Pero por otro lado los emprendedores de alto potencial poseen una importante inteligencia emocional. Son enormemente sensibles a las opiniones de las personas que les rodean, son altamente intuitivos a la hora de comprender las posiciones de otros. Eso también les hace ser muy persuasivos, muchas veces incluso encantadores. Sin esta habilidad tendrían muy pocas posibilidades de transformar ideas innovadoras en proyectos reales.
Obviamente hay una cierta tensión entre su mentalidad independiente y su involucración emocional con sus colegas y su entorno, pero esta habilidad para pasar del aislamiento al trabajo social es muy importante para el éxito.
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El diseño de un programa de pre-incubación
En los últimos años han proliferado los programas de incubación de nuevas empresas. Sin embargo programas para favorecer la aparición de vocaciones empresariales son más raros. Estos programas, que intervienen en una fase previa a la de incubación de nuevas ideas de negocio, muestran algunas características en común para ser eficaces.
Las mejores prácticas estudiadas han desarrollado mecanismos para crear modelos a seguir, para identificar de forma temprana a potenciales emprendedores, gestionar activamente el desarrollo de entornos apropiados, y crear oportunidades reales para emprender. Además, algunos de estos programas han sabido hacerlo contando con la participación activa de los colectivos implicados.
Sensibilización y creación de modelos a seguir
Las vocaciones emprendedoras habitualmente fructifican mucho tiempo después de que se haya sembrado la semilla inicial. Normalmente la creación de una empresa requiere de una experiencia profesional que sólo se puede adquirir con años de trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los emprendedores hubo algún estímulo inicial que sentó las bases de la vocación.
Los programas efectivos deben ser capaces de proporcionar tanto información sobre esta opción profesional como modelos concretos a seguir. Además, cuanto más variados sean estos modelos más posibilidades tendremos de ofrecer modelos adecuados para distintas personalidades y capacidades: emprendedores de gran éxito, pequeños empresarios independientes, profesionales liberales o emprendedores sociales. Los programas deben proporcionar acceso a esos modelos y ofrecer información general sobre la creación de empresas.
Identificación temprana de emprendedores
Los innovadores están habitualmente enfrascados en sus actividades habituales. No es fácil distinguirlos del resto. Se requiere disciplina y procesos bien pensados para identificar a estos raros individuos. Sin embargo un factor clave de éxito es la identificación precoz de los emprendedores potenciales. Por ello, actividades que fomenten el autoconocimiento y la reflexión acerca de este potencial son muy útiles.
En una fase posterior se requiere ir más allá. Los emprendedores requieren del desarrollo de espacios adecuados. Un programa exitoso debe ser capaz de crear actividades y momentos que pongan en relación a los potenciales emprendedores entre si, para darles la oportunidad de desarrollar intereses comunes.
Gestión activa del espíritu emprendedor
Una vez identificados los emprendedores, se debe realizar una gestión activa del espíritu emprendedor, para facilitar la generación de ideas, el desarrollo de habilidades y la creación del entorno adecuado para que se desarrolle su potencial. Actividades que promuevan la creatividad, que estimulen la generación de potenciales ideas de negocio, serán muy útiles a largo plazo aunque no generen proyectos empresariales de forma inmediata.
Del mismo modo los proyectos exitosos son capaces de desarrollar un ecosistema de apoyo a los potenciales emprendedores. Es recomendable facilitar tutores, ponerlos en relación con business angels e incluso con jóvenes empresarios. De este modo se generan contactos y se refuerzan los modelos positivos. Idealmente los potenciales innovadores deberían llegar a constituir sus propias redes, asociándose para colaborar y perseguir sus intereses, y reforzando de ese modo su compromiso con el emprendizaje.
Creación de oportunidades
Finalmente es necesario dejarles trabajar con munición real. Los programas deben crear oportunidades reales para emprender y adquirir experiencia directa, aunque sea de una forma limitada. Y aunque puede parecer difícil que un programa de promoción del espíritu emprendedor sea capaz de generar oportunidades empresariales, hay pequeñas cosas que pueden ser muy útiles.
Algunos programas exitosos utilizan simulaciones y ejercicios outdoors para aproximarse a la vida real. Otros han creado iniciativas en las que pequeños grupos de jóvenes emprendedores siguen durante un día entero la actividad de un empresario, acercándoles a la praxis diaria de la profesión. Algunos programas han creado bolsas de prácticas en empresa, pero con enfoques singulares, basadas en la realización de proyectos vinculados al aprovechamiento de oportunidades de negocio. Y, finalmente, otros se han centrado en realizar regularmente encargos concretos a pequeños equipos que les fuerzan a organizarse como pequeñas empresas.
Hay otro elemento que, sin ser exactamente un factor clave de éxito en este tipo de programas, puede llegar a ser muy enriquecedor. Nos referimos a la creación de oportunidades para involucrar a los propios destinatarios de las actuaciones. Fomentar la participación en el programa a través de concursos de ideas, comisiones temáticas y paneles consultivos mejora el diseño y crea la ilusión de desarrollar un proyecto colectivo.
Por supuesto una ciudad o un territorio que diseñe y lleve a cabo un programa de este tipo tiene todavía que hacer frente a otros desafíos. En un momento u otro habrá que poner en conexión a los emprendedores y sus proyectos con los programas, más tradicionales, de incubación de nuevas empresas. Y lo que es más difícil todavía, seguirá siendo necesario identificar los proyectos con potencial de generar empresas gacela o de rápido crecimiento, y ofrecerles servicios de apoyo específicos para favorecer su desarrollo.
Sin duda la puesta en marcha de un proyecto de estas características es todo un reto. Sin embargo el desarrollo de un tejido empresarial innovador, la aparición de las “clases creativas” en una ciudad, no sucede por simple buena suerte. La preparación, una buena planificación y la perseverancia son esenciales. En el fondo éste es un fenómeno muy simple: Las ciudades que actúen con espíritu emprendedor, las que innoven, serán las únicas capaces de fomentar este espíritu y transmitirlo a sus jóvenes.
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4 mesesDiego, muy interesante!
Te guío a crear tus propias oportunidades con el 𝗠𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝗖𝗥𝗘𝗔® Conferenciante, escritor, mentor, emprendedor, networker, especialista en marketing para empresas industriales o B2B
4 mesesExcelente análisis Diego, sin duda poner foco en los emprendedores es la mejor inversión de futuro de cualquier comunidad. Gracias por compartir este magnífico artículo. Abrazos 🧡🌿
Ejecución 360 de la Preparación y Puesta en marcha Nuevos Negocios y Proyectos empresariales | Formador | Autor | Promoviendo la Ejecución Efectiva y la Creación de Valor Sin Humo | Candidato PhD Economía |
4 mesesInteresante Diego Torres, PhD👍🏻Coincido en eso de que hay que buscar a los emprendedores, rescatándolos del conjunto. Dado que en en mi opinión, a tener espiritu emprendedor no se enseña (como pretenden algunos...) sino que de media y más, ya viene en el ADN de la persona. No obstante, si es importante facilitar el proceso de emprender y rellenar los gaps de conocimiento operacional del emprendedor, para, por un lado tratar de ayudar a sacar adelante las ideas que sirvan, y por el otro, evitar el fallo en la ejecución del negocio