¿Cómo propiciar grandes cambios en una empresa siendo empleado?
Muchas veces nos podemos encontrar perdidos al momento de querer proponer un cambio dentro de nuestro lugar de trabajo. Podemos llegar a pensar que la única manera de lograr que pasen las cosas es hablando directamente con el CEO de la empresa o teniendo contacto con dirección.
Sin embargo, esta ideas son totalmente erróneas, en la mayoría de los casos no tendremos acceso al CEO ni a los puestos directivos más altos a los que queremos hacer llegar nuestra idea.
Esto nos puede frustrar y hacer creer que no vale la pena hacer el intento siquiera de proponer un cambio. Aunque no lo creamos, una sola persona, a pesar del rango que tenga dentro de la empresa puede iniciar esa pequeña chispa que incite a la evolución de la empresa.
A este tipo de proceso lo llamaremos “fórmula mágica” ¿y a que nos referimos con esto?
Este proceso nos habla de aquello sobre lo que no tenemos control, por ejemplo: las decisiones y actitudes de la mesa directiva, los procesos y comportamientos de gente que jamás hemos visto.
Así que no vale la pena perder tiempo y esfuerzo tratando de cambiar aquello que no podemos controlar sin embargo, no todo son malas noticias, ya que hay factores que si podemos mantener en orden como lo son: tu equipo, las actitudes, procesos y comportamientos de la gente con la que día a día colaboras.
Esto nos dice que si enfocamos los esfuerzos y tiempos en desarrollar nuestra “fórmula mágica” con este equipo, al final del día terminarán sobrepasando las expectativas de productividad y por consecuencia algún miembro del equipo terminará siendo promovido y de esta forma aportará todas los conocimientos aprendidos con su equipo nuevo, esparciendo esta “chispa mágica” que nace de nuestro equipo original.
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Por consecuencia se terminará creando un efecto domino en el que esta “chispa” de la que hablamos termina siendo esparcida por toda la organización.
¿Cómo lograr tener un equipo de alto rendimiento?
Resumiendo, no enfoques tus esfuerzos en querer hacer cambios a través de las cabezas de la organización, los cambios significativos comienzan en nosotros y nuestro equipo de trabajo.
No te preocupes por lo que no puedas controlar, mejor concéntrate en crear equipos de alto rendimiento.