¿Cómo responder cuando el presidente llama a los científicos “casta del Estado”?

¿Cómo responder cuando el presidente llama a los científicos “casta del Estado”?

La solución no es subestimar a la gente, sino explicar lo que parece obvio, pero no lo es.

La semana pasada, como ya pasó antes, Milei dijo que los “supuestos científicos e intelectuales” deberían salir al mercado y dejar de pretender que el Estado subsidie su “vocación” por tener una “titulación universitaria”.

Muchos contestaron con el mismo nivel de agresividad, es decir, entraron en su juego (en el que él es el maestro). Otros, más coherentes, propusieron salir a explicar a la gente qué es la ciencia, qué hace el científico, cómo afecta la ciencia en la vida cotidiana.

Por ejemplo, ¿ves la leche? Pasa por un proceso de pasteurización que, sin la ciencia, no existiría. ¿Ves ese avión? No podría volar sin los avances científicos. ¿Viste la batería de tu celular? Y así…

 La cosa no pasa por subestimar a la gente. La gente sabe que sin ciencia no tendría teléfono, computadora, wifi, medicinas y equipamiento médico, autos, energía… 

Lo que probablemente mucha gente NO sepa es que los investigadores en CONICET NO solo tienen un título universitario, sino que deben tener promedios muy altos, presentarse a becas MUY competitivas para hacer doctorados y posdoctorados, con sueldos por debajo de la línea de la pobreza. Recién ahí, algunos ingresan como investigadores.

Mucha gente no sabe que los investigadores de CONICET tienen tal nivel de formación que podrían ser aceptados en casi todos los institutos de investigación del mundo. Si no lo hacen, es por su compromiso con la Argentina.

Pero si los sueldos son una miseria y no tienen fondos para investigaciones básicas, se van. Como ocurrió en los 90, eso está sucediendo hoy. Cantidades de científicos con reconocimiento internacional están dejando el país por estos motivos. 

Mucha gente no sabe que la mayoría de los países desarrollados, y sobre todo los que Milei toma de ejemplo como Irlanda, Corea, Alemania, EEUU e Israel invierten mucho más que nosotros (en porcentaje sobre PBI) en Ciencia. 

Mucha gente desconoce que hay temas en los que NO se puede salir al mercado. Un descubrimiento en ciencia básica puede ser clave para otro, y así, en cadena, generar un producto tangible, como una vacuna. El mercado no financia estos proyectos porque no tienen resultados inmediatos o rentables. Es ahí donde interviene el Estado. 

No obstante, en MUCHOS proyectos el mercado SÍ participa. Existen miles de ejemplos de investigaciones cofinanciadas entre CONICET y empresas, tanto nacionales como internacionales. 

Los investigadores crean las bases para la industria, agregan valor a nuestras materias primas, generan conocimiento verificable, mejoran la educación en todos sus niveles, y sobre todo garantizan la soberanía, evitándonos ser una colonia dependiente de otros países en un tema tan sensible como el conocimiento.

Los argentinos somos un fenómeno único. Puteamos como locos pero amamos como nadie nuestro país. Esto se ve a diario en cualquier evento deportivo, por más chico que sea. Siempre que haya un argentino habrá un grupito alentando con orgullo. 

Y es ese mismo orgullo el que deberíamos sentir por nuestros científicos.

El camino es explicar, acercar la ciencia a la gente, y hacer que la ciencia sea motivo de orgullo nacional.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Ariel Aguirre

Otros usuarios han visto

Ver temas