Carpe Diem pero Ahorrando
En España hay muy poca cultura de ahorro. Nos hemos instalado en el mantra "a vivir que son 2 días" y se nos olvida que, igual para el tercer día, nos viene un imprevisto que hace temblar nuestra estabilidad financiera.
Por supuesto hay que disfrutar de la vida pero imponernos unas reglas básicas no nos resta calidad de vida y puede solucionar muchos problemas.
Las 3 claves de las finanzas personales son:
- Colchón
- Ahorro a largo
- Aseguramiento
El colchón financiero. Este concepto, por todos conocido, no es más que un ahorro completamente líquido para afrontar un posible escenario de que se pierda la fuente de ingresos (otro día hablaré de buscar diferentes fuentes de ingresos).
Determinar el importe de ese colchón depende de cada situación familiar y laboral. No es lo mismo si eres funcionario sin hijos que si eres autónomo y dependen de tus ingresos 4 personas. El riesgo en el segundo caso es mucho mayor y, por lo tanto, tu colchón debe ser mayor.
Como referencia puedes tomar un año de ingresos netos. Ahorra el equivalente a tus ingresos de un año y vivirás tranquilo/a.
Ahorro a largo. Ya he hablado de esto en alguna ocasión. Debemos destinar un 5% de nuestros ingresos mensuales (ideal un 10% pero vamos poco a poco) y olvidarnos de que podamos tocarlo. Esto es para mantener nuestro nivel de vida una vez jubilados o para adelantar la jubilación (libertad financiera). Confiar tu nivel de vida, exclusivamente, a lo que te quede de pensión pública es renunciar a calidad de vida futura.
Aseguramiento. Generalmente, no hay cultura del seguro de vida, salvo el que cubre la hipoteca. Es verdaderamente importante asegurarnos ante la contingencia de fallecimiento y/o invalidez para que la familia no pase estrecheces financieras (además del palo emocional).
El importe a cubrir también varía dependiendo de las circunstancias familiares pero sería interesante que el capital asegurado fuera el equivalente a 3 años de ingresos netos. De esta manera, tu familia tiene tiempo a rehacer su situación financiera sin pasar apuros.
Carpe Diem pero ahorrando, no vaya a ser que la vida te dé un vuelco y te pille desprevenido.