Carta #14: Dime quien publica y te diré si mientes
Queridas organizaciones, como están?
Ayer tuve el placer de impartir un curso de liderazgo, y quisiera compartir algunas reflexiones que me parecen súper valiosas y que surgieron durante nuestras discusiones.
Uno de los temas que hablamos durante el workshop es sobre la importancia de la cultura, los valores y cómo alcanzar resultados de manera íntegra, alineando nuestros comportamientos a los valores personales y organizacionales.
Vinculado a esto, un tema que generó debate es que a menudo, vemos en redes sociales publicaciones que destacan lo maravilloso que es trabajar en ciertas empresas. Estas publicaciones, generalmente hechas por el equipo de recursos humanos, pintan un cuadro perfecto de la experiencia del empleado. Sin embargo, cuando no reflejan la realidad vivida por todos los empleados, pueden parecer poco genuinas.
Una cultura organizacional auténtica debería ser visible en las acciones y testimonios de todos los empleados, no solo en las campañas diseñadas para atraer talento. Cuando empleados de diversos roles comparten sus experiencias de manera orgánica, esto indica una cultura positiva y genuina. Sus testimonios ofrecen una visión más completa y realista de lo que es trabajar en la empresa.
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La autenticidad en la comunicación es clave. Las empresas que realmente valoran a sus empleados y ofrecen un entorno de trabajo positivo no necesitan anunciarlo poniendo carteles por todos lados reforzando que los empleados son lo más importante. Sus empleados se convierten en embajadores naturales, compartiendo sus experiencias positivas espontáneamente. Esto es mucho más efectivo y creíble que cualquier campaña de marketing.
Como mencionamos en el curso, “lo que hacemos habla tan fuerte que no escuchamos lo que decimos”. Las acciones de los líderes y empleados son el verdadero reflejo de la cultura de la empresa. Cuando hay coherencia entre valores, palabras y acciones, se construye una base sólida de credibilidad y autenticidad.
Las invito a reflexionar sobre estos puntos y a trabajar hacia una cultura donde la integridad y la coherencia sean los pilares fundamentales. Cuando todos en la empresa viven los valores organizacionales, se crea un entorno en el que todos se sienten comprometidos y motivados para alcanzar los objetivos comunes.
Como siempre, con amor.
Facu