Cash is King

Esta frase es muy usual en el mundo financiero y no muy común en el mundo no financiero.

Lo que esta frase trata de resumir es que es más importante tener efectivo en las empresas que tener ganancias (llámese ganancias a Utilidad Operativa, Utilidad Neta o EBITDA).

Ahora lo que tenemos que entender es ¿por qué? Esto se debe a que el riesgo de quebrar un negocio por liquidez es más alto de lo que uno piensa.

Para todos es sencillo entender un negocio donde vendo algo a 100, con un costo de 70 y un gasto total de 20, quedándome como ganancia 10. Pero este número no te dice CUANDO ganas estos 10 o si para ganar estos 10 tienes que invertir 50 o 200. Y es por este segundo punto por dónde va la liquidez.

Pensemos que para ganar estos 10 es necesario invertir 50, por lo tanto, la siguiente pregunta sería saber en que invierto estos 50. Esta inversión va a dar crédito a mis clientes, en tener inventario, en capital humano, en maquinarias, en tecnología, etc. Conociendo en que invierto, la siguiente pregunta va a ser si hay riesgos en donde invierto, porque es allí donde va estar el problema de liquidez.

Pongo algunos ejemplos:

• ¿Qué pasa si mis clientes se retrasan en la cobranza?
• ¿Qué pasa si tengo inventario obsoleto o a punto de vencer, obligándome a recomprar nuevo inventario?
• ¿Qué pasa si el proveedor me quita la línea de crédito?
• ¿Qué pasa si tengo que comprar una nueva máquina no planificada?

Frente algún problema de este tipo, uno va a tener que recurrir a una entidad financiera o al accionista, y en el caso de no poder cubrirlo, ocurre la falta de liquidez (insolvencia) y, por lo tanto, la quiebra.

Muchas veces los problemas de liquidez son atemporales, es decir, se producen hoy pero te das cuenta del problema mañana cuando no tienes nada en caja. A veces yo lo llamo el fantasma silencioso, porque muchos no creen que el problema existe y cuando llega no te das cuenta.

En el caso de las empresas familiares, muchas veces sus primeras etapas son muy básicas y operativas y si crecen sin un orden, el problema de liquidez cada vez va a ser mayor. Una cosa es que te falte 1,000; otra 10,000; y muy distinto 1,000,000 de dólares.

Una anécdota que ejemplifica esta falta de planificación financiera es cuando le pregunte a un tesorero como era su procedimiento para pagar todas las semanas. Y él me dijo, yo tengo dos folders, el A y el B. En el A, tengo todas las facturas a pagar esta semana, y en el B, todas las facturas a pagar en las siguientes semanas. Cuando llega el viernes pago todas las facturas del folder A. Luego, el lunes paso del B al A, todas las facturas que correspondan a la nueva semana. Luego de su explicación, supongo que mis ojos expresaron mi sorpresa, y sólo atine a preguntarle: ¿Y cuantas veces has fallado en estos 20 años que manejas la caja? Y su respuesta fue: Sólo dos. Mi comentario final fue: Has tenido bastante suerte en 20 años.

Cual es el trasfondo de esta anécdota, que muchas veces sólo tenemos visibilidad de una semana, no sabemos si la semana 2 o 3 tiene un monto que no vamos a poder pagar. Al no tener visibilidad, nuestra capacidad de reacción es mínima.

Por eso lo importante de tener una buena planificación financiera. Y sobre este punto dejo 3 posibles acciones a seguir:

• Tener un flujo de caja con certeza y en un horizonte aceptable para el negocio, donde te permita reaccionar en caso de un déficit de liquidez.
• Tener líneas de créditos disponible para que te permita reaccionar en el corto plazo.
• Tener una visibilidad anual del flujo de caja a través de un flujo de caja libre. El flujo de caja libre no es exacto, pero por lo menos te permite ver si hay un iceberg a unos meses de distancia. O en mayor medida te permite planificar el exceso de caja anual frente al accionista.

En resumen, la planificación financiera es esencial para cualquier empresa, pero es especialmente importante para las empresas familiares debido a la complejidad de las relaciones y la dinámica familiar que se entremezcla con la gestión empresarial. La planificación financiera a largo plazo permite a las empresas familiares prepararse para el futuro y anticipar las necesidades financieras, lo que a su vez ayuda a garantizar la estabilidad y la continuidad de la empresa.