Ciberantropología, transhumanismo y ciudades

Ciberantropología, transhumanismo y ciudades

Las reflexiones acerca de hombres y mujeres, en tanto resultado de sus significaciones han sufrido un viraje importante a partir de la transformación digital. Podríamos decir que a mediados de los ’90, con la digitalización en marcha, la antropología y la sociología comienzan a preguntarse acerca de la vida humana más allá del entorno físico habitual.

Ser digital, la obra clásica de Nicholas Negroponte, publicada en 1995, sienta las bases de estas posibles reflexiones al explicar con lucidez y precisión de qué se trataba la sociedad del conocimiento y la información que estaba naciendo en ese momento. 

Al mismo tiempo, cobran fuerza en esa época términos que venían usándose en la literatura: una de las primeras apariciones de la palabra ‘ciberespacio’ ocurre en la novela Neuromancer de William Gibson (1984). 

El imaginario cultural del cual surge este concepto plantea visiones futuristas sobre computadoras, realidad virtual, inteligencia artificial, cyborgs, etc. En sus obras, Gibson ofrece paisajes exageradamente tecnológicos en los que seres humanos y máquinas se interconectan creando mundos distópicos que borran las fronteras entre lo real y lo virtual. Son la base de la estética visual ciberpunk en películas como Blade Runner (1982). 

Como suele ocurrir con quienes se adelantan a su tiempo, Gibson -igual que Julio Verne- no fue tomado en serio en los ‘80. Su figura se reivindica a partir del cambio de siglo, y hoy el transhumanismo es un tema de agenda académica.

Así, actualmente no sólo existe la antropología digital y la etnografía virtual, sino que, más aún, algunos sostienen la idea de que se debe abrir espacio a las humanidades digitales -la Universidad Autónoma de Madrid ya ofrece un máster con ese nombre- y a la ciberantropología, cuyo propósito es comprender la construcción simbólica de lo humano en el entorno de las nuevas tecnologías, especialmente la realidad virtual.

Ahora bien ¿en qué medida es apropiado estudiar algo tan viejo como la Humanidad, pero definiendo un espacio específico de análisis, signado por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)? ¿No es esencial en el her humano la evolución, mientras sus principales problemas siguen siendo los mismos? 

Al desandar el camino hacia la respuesta, quizá una pista la dan las ciudades inteligentes -o Smart Cities-

Una de las razones es que en esos entornos urbanos la relación entre las personas y los dispositivos digitales, propios del ecosistema TIC, se vuelve vital. Así, la etnografía virtual, rama específica de la antropología digital, analiza la interacción entre seres humanos siempre que se encuentre mediada por interfaces digitales, es decir, sistemas informáticos que funcionan en cierto hardware. 

Al respecto, para otear el horizonte basta con levantar la mirada para ver cómo en las grandes y medianas empresas, se trabaja cada vez más en el ensamble personas – máquinas. 

Eso se desprende de un estudio publicado en agosto por Harvard Business Review. Allí, se describe una investigación profunda en la que el Centro Cognizant para el Futuro del Trabajo y el Futuro Lugar de Trabajo trazan perspectivas sobre el ámbito laboral en los próximos años. Efectivamente, se crearán puestos específicos destinados a la creatividad y la innovación, tanto como a la relación con los robots. Esta relación es la que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llama cobotización, co-trabajo entre personas y máquinas.

De hecho, hoy día se entrena a los recursos humanos de las empresas en el trabajo con chatbots. Mientras que las personas siguen comprendiendo mejor el “arte del trabajo” los algoritmos son muy buenos en el aspecto “ciencia del trabajo”. Por ende, armonizar ambos enfoques es esencial.

¿Cómo podemos seguir diferenciando el mundo off line, físico y analógico, del mundo virtual, on line, pura simbolización del primero? ¿Cómo se desarrolla nuestra subjetividad en cada uno de ellos, hoy, cuando aparecen permanentemente conectados e interactuando?

En la medida en que se afianza la Sociedad del Conocimiento y la Información, las herramientas TIC son aliadas imprescindibles para desarrollarnos. En ese sentido, y aunque nuestra identidad encuentre versiones diversas según los dispositivos, canales, momentos etcétera, la fusión personas – máquinas tornará cada vez más difícil distinguir lo analógico de lo digital.  

¿Se humanizan las máquinas, nos robotizamos nosotros, o partimos las diferencias?

Realmente me encantó tu artículo porque reivindica la necesidad de plasmar una lectura introspectiva de la "nueva realidad". Debemos autopercibirla, comprenderla y luego regularla. Nos espera mucho trabajo a desarrollar en corto tiempo. Excelente reflexión volcada en tu trabajo !!!

Sabryna Alsfasser [ela/ella/she]

Facilitator & Business Leader Hyper Island | Leadership, Innovation, Customer Experience

4 años

Muy interesantes sus reflexiones sobre el tema Lucía!

Lucía Bellocchio

Smart Cities. Movilidad Urbana. Desarrollo Sostenible. Planificación Urbana. Tecnologías. Tendencias Globales

4 años

¡Atrapante reflexión Lucía! El futuro incierto definidamente nos marca las dos tendencias...

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