COACHING EDUCATIVO: UNA MANERA DISTINTA DE APRENDER.
Todos o casi todos hemos oído hablar del ‘coaching’, aunque no sepamos muy bien cómo definirlo. Es más vemos en nuestras redes sociales, canales de televisión y amistades, que el que menos es "coach", (incluyéndome). Personalmente esto no está ayudando a lo que realmente el coaching puede hacer en la sociedad, empresa, escuela y familia.
Partamos de donde viene la palabra y tratemos de definirlo...
‘Coach’ en inglés significa entrenar, por lo tanto más allá del descubrimiento de conocimientos o capacidades que se le presupone a la persona que protagoniza el entrenamiento / aprendizaje (‘coachee’); se busca la consecución de metas mediante el desarrollo de distintas habilidades que mejorarán su vida.
El coaching (según mi experiencia) es un proceso interactivo basado en el uso de los propios recursos personales que posee el protagonista del aprendizaje.
Una vez que nos hemos situado conceptualmente, cabe destacar que la disciplina se ha ido desarrollando hasta encontrar coaching vital, ejecutivo, organizacional, familiar, … y también EDUCATIVO.
Si eres conocedor de las nuevas tendencias en educación, y del llamado ‘aprendizaje participativo’, puedes pensar que cualquier docente que los aplique, es un coach para sus alumnos, y muchas veces ni siquiera serán conscientes (¿o sí?). La educación abarca desde la etapa de Infantil hasta los estudios Universitarios, finalizados los cuales muchísimas personas seguimos formándonos por el placer de aprender, y también por su utilidad en un contexto social cambiante.
El ser humano siente el impulso de descubrir el mundo y desarrollar formas óptimas de relacionarse con él.
Somos vitales, creativos, entusiastas… muchas veces el sistema educativo ’se carga todo esto de un plumazo’; por eso escuchamos voces que defienden EL CAMBIO como una manera de mejorar la sociedad, y dar respuesta a necesidades individuales.
El coaching educativo existe, por lo tanto, y puede que los maestros / profesores necesitaran que se les facilitara procesos de este tipo, para a la vez ejercer de coaches con sus compañeros.
El coaching es un proceso interactivo que permite el máximo desarrollo personal y profesional de los individuos e influye en la transformación de éstos, provocando cambios de perspectiva, aumentando la motivación, el compromiso y la responsabilidad, y como no, el aprendizaje.
Por tanto, el coaching promueve cambios cognitivos, emocionales y conductuales que amplían la capacidad de acción de la persona.
Metodología experiencial:
El coaching educativo no se basa en la instrucción por parte del coach, sino que ayuda a crear las condiciones apropiadas para aprender y crecer.
Posiblemente, uno de los cambios más notorios que puede aportar el coaching en el aula es que esta metodología no consiste en enseñar de forma directiva, sino que permite crear las condiciones propicias para aprender y crecer.
Es una metodología experiencial, en la que tanto profesores como alumnos llegan a soluciones a través de su propia autorreflexión.
El coaching deja atrás las barreras que pueden imponer las creencias limitantes y los individuos que lo prueban conectan con el aquí y el ahora de manera que se convierten en más resolutivos y creativos.
El coaching se centra en un diálogo (llamado el método socrático) entre los actores que permite el desarrollo de habilidades específicas. Para los profesores, permite conocer sus propios errores para poder modificarlos, y también ayuda a crear entornos educativos y estrategias en el aula más experienciales y enriquecedoras para los alumnos, que también se benefician de estas sesiones tan productivas.
No tiene la finalidad de enseñar:
Una de las claves del coaching educativo es que no tiene la finalidad de enseñar, sino de buscar la mejora del rendimiento de manera individual. Es común observar en algunas aulas que se les enseña exactamente lo mismo a todos los alumnos sin tener en cuenta sus habilidades y sus puntos fuertes, limitando enormemente su potencial y creatividad.
No está centrado en las enseñanzas, sino en posibilitar un mejor rendimiento, al fin y al cabo el aprendizaje es algo que podemos desarrollar de forma natural, simplemente por la curiosidad innata que cualquier estudiante tiene, y que – tristemente – en más de una ocasión es inhibida. El coaching pues, es capaz de plantear o replantear diferentes maneras de conseguir los objetivos, y lo hará sobre todo porque puede descubrir las necesidades individuales.
El coaching educativo incide en la individualidad de las personas, en el potencial cada uno de tus alumnos. Y es que,en muchas ocasiones, aquello que se pretende enseñar no debe limitar el potencial que tienen los alumnos para el aprendizaje. De ahí que el coaching educativo ofrezca una manera distinta de aprender.
BENEFICIO PURO:
Por mucho que algunos se empeñen en calificar el coaching como una moda pasajera, los coachees que han podido experimentar el proceso de coaching saben lo beneficiosa que es esta metodología para su bienestar y su aprendizaje. Es por ello que el coaching se aplica tanto aspectos de la vida personal, deportiva, laboral y educativa.
Sea cual sea el tipo de coaching esta práctica está íntimamente relacionada con el cambio y el aprendizaje, pues permite abrir la mente, experimentar y reconocer las emociones, analizar el estado presente para fijar las metas y crear un plan de acción para lograr los objetivos de forma específica, medible, alcanzable, relevante y en un tiempo determinado.
El coach guía al coachee durante todo el proceso de coaching y ayuda a que este último sea capaz de desarrollar todo su potencial.
En resumen, el coaching aporta los siguientes beneficios:
- Permite definir los objetivos.
- Maximiza la creatividad.
- Posibilita una mayor flexibilidad mental y adaptabilidad al cambio.
- Empodera a las personas.
- Mejora las relaciones interpersonales.
- Ayuda a gestionar el tiempo y, por tanto, reduce el estrés.
- Nos ayuda a estar motivados.
- Aumenta al bienestar.
- Ayuda a maximizar el desarrollo personal para llegar más lejos.
- Mejora el autoconocimiento, la autoreflexión y la inteligencia emocional.
Referencias bibliográficas:
- Burman, E. (1998). La deconstrucción de la psicología evolutiva. Madrid: Aprendizaje Visor.
- Cristal, D. (1993). Patología del lenguaje. Madrid: Ediciones Cátedra.
- García Galera, Mª del C. (2000). Televisión, violencia e infancia. El impacto de los medios. Barcelona: Gedisa.
- Kimmel, D.C. y Weiner, I.B. (1998). La adolescencia: una transición del desarrollo. Barcelona: Ariel.
- Jonathan García-Allen. Coaching Educativo: una herramienta para aprender y enseñar mejor