Competitividad de la banca nacional, entre la innovación y la oferta convencional
En la economía mundial, las Fintech han sabido aprovechar diversas tecnologías para ofrecer servicios bancarios de mayor valor. Por ejemplo, la adopción de tecnologías como las de reconocimiento biométrico e inteligencia artificial ha sido clave para la personalización de productos financieros.
Esta tendencia hacia la innovación empresarial también le ha permitido a las Fintech acceder a nuevos mercados, como el de los centennials y millennials, sectores poblacionales que valoran la personalización de productos y la inmediatez.
De hecho, 7 de cada 10 millennials prefiere ir al dentista antes que interactuar con un banco tradicional, según una encuesta de Scratch1, lo que sin duda pone de manifiesto el valor de la inmediatez en este sector poblacional.
A pesar de la creciente popularidad de las empresas Fintech, como lo señala el banco mundial, la banca tradicional sigue teniendo ventajas importantes.
Una es la robusta base de datos de los bancos tradicionales, lo que les permite ofrecer servicios a gran escala. Además, tienen una sólida base financiera y están regulados, mientras que algunas Fintech lo están parcialmente.
Ante este panorama, la Federación Latinoamericana de Bancos2 (FELABAN) señala que el hecho de que algunos depósitos o transacciones realizadas en las Fintech no estén sujetas a seguros, genera incertidumbre en los usuarios.
En México, la Ley Fintech, aprobada en 2018, marcó el inicio de la regulación del sector privado financiero tecnológico. No obstante, hoy en día, diversas instituciones de este tipo continúan en proceso de regularizarse, lo que ha vulnerado la competitividad de la banca.
Innovación, la clave para la banca del futuro
Lo que es un hecho es que los usuarios exigen cada vez más soluciones financieras innovadoras que permitan la personalización, que sean más baratas y que se puedan manipular desde una misma plataforma móvil.
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En este sentido, la competitividad de la banca será cada vez más férrea y la banca tradicional tendrá que mover su robusto aparato para moverse hacia la innovación o hacia la compra y el desarrollo de startups con modelos de negocio centrados en la tecnología.
De hecho, BBVA3, el banco más grande de México (según los activos en millones de pesos) entró en 2018 en el capital de Neon, un neobanco brasileño. Y cuatro años después, a inicios de 2022, BBVA terminó adquiriendo el 21.7% del neobanco.
Y es que, los números no mienten. Pese al proceso regulatorio en el que se encuentra el sector Fintech, la demanda de servicios digitales financieros continúa creciendo. Por ejemplo, únicamente el servicio de pagos digitales alcanzará 46,6 millones de usuarios en México en 2022, de acuerdo con Statista4.
En conclusión, hoy, la competitividad global de la banca es mayor que nunca. Y la buena noticia para los usuarios finales es que este contexto seguirá generando más y mejores soluciones financieras.
2. FELABAN