Composable, Headless, Monolítico, DXP… Los términos de una evolución en la experiencia digital.
La Web 2.0 ha cumplido 25 años, un impulso que surge de la necesidad de gestionar el contenido a publicar en la red. Desde el nacimiento del primer blog se han ido sucediendo diversas evoluciones y modelos de negocio. Los gestores de contenidos viven desde entonces un auge imparable del que emerge Wordpress, que ha cumplido 20 años, como la solución más extendida en el mercado. Pero la evolución tecnológica no para y en los últimos tiempos está afectando a lo más profundo de este tipo de soluciones.
El ritmo de la evolución tecnológica es tan elevado que resulta tremendamente complicado mantenerse al día de todas y cada una de las nuevas tecnologías, soluciones y herramientas que salen al mercado. Además, por muchos esfuerzos que realicen desde los departamentos de comunicación, gran parte de estas tecnologías y herramientas quedan ofuscadas tras acrónimos indescifrables, que se interponen entre los equipos de Marketing o de Tecnología y la complejidad de las soluciones tecnológicas. Términos como DXP, Composable, Monolítico, Headless o Arquitectura MACH son cada vez más frecuentes en las descripciones de las soluciones más punteras y novedosas. Estos términos caracterizan la estructura subyacente, y por tanto las capacidades de las soluciones para construir la presencia de marca en los distintos canales digitales.
¿Qué es un DXP?
Un DXP es una Plataforma de Software que permite crear experiencias consistentes en los distintos puntos de contacto y dispositivos de los usuarios. Centralizando e integrando varias tecnologías y fuentes de datos, un DXP permite a las organizaciones mejorar la interacción con la marca, mejorar la conversión, y aumentar la percepción de marca y la fidelidad.
¿Qué es un Composable DXP?
Antes de nada, es necesario explicar a qué se refiere el término Composable. En el caso del DXP, el término composable hace referencia a su arquitectura interna, y a la modularidad de la misma. Esa modularidad otorga la máxima flexibilidad a los componentes internos de la solución, reduciendo costes en el medio y largo plazo. Por ende, composable se entiende como modularidad, pero a nivel de los servicios que integra y facilita.
Esa modularidad contrasta directamente con la arquitectura monolítica de soluciones más antiguas. Las soluciones monolíticas favorecen la integración en todas las capas, lo que dificulta la adaptación y la extensión del sistema. Las estructuras monolíticas encuentran formas de extenderse, mediante plugins por ejemplo, pero de forma muy limitada. Por eso, resulta realmente complicado trazar la línea que diferencia una estructura de la otra. Una estructura modular, se apoya en servicios desarrollados por terceros para escalar lo que la plataforma puede ofrecer, favoreciendo la conexión mediante APIs y la interconectividad entre los servicios, pero favoreciendo una experiencia de usuario homogénea y centralizada.
¿Qué es un Headless DXP?
Uno de los componentes fundamentales de un DXP es, lógicamente, el gestor de contenidos. De hecho, un DXP viene a reemplazar en las organizaciones al antiguo CMS.
Existen CMS que se comercializan como headless. La idea detrás del concepto es que el backoffice de gestión de la información esté desvinculado del website que va consumir el visitante (el frontal). Esa “desvinculación" se realiza mediante una API, que permite intercambiar información a la base de datos donde tenemos el contenido y al frontal en que se consumen esos contenidos. La primera consecuencia es que un Headless CMS no es una solución monolítica. La segunda es que podemos tener varios frontales alimentándose del mismo contenido que tenemos en nuestro Headless CMS.
Un DXP debe ser Headless por defecto, para poder cumplir su función de distribuir contenidos a distintos frontales y puntos de interacción de la marca. Pero además incorporará las funcionalidades y herramientas que permiten crear experiencias digitales, así como la integración de muchas otras.
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¿Qué es la arquitectura MACH?
El significado se deriva descomponiendo el acrónimo. La M es de microservicios que es la forma de atomizar y hacer más modular la lógica de negocio. Esta modularización permite su reutilización, pero también poder decidir el alcance funcional del producto.
La A corresponde a API, que es el interfaz por el que se comunican distintos sistemas de software. Estos interfaces permiten la interconexión entre los sistemas internos al DXP, o externos al mismo.
La C corresponde a Cloud. La nube habilita el despliegue y la integración de estas nuevas herramientas, y a la vez permite que su escalado sea muchísimo más sencillo. Habilita modelos de Software as a Service donde el core del producto se actualiza de forma automática a medida que va progresando su desarrollo. La arquitectura MACH extrae todas las capacidades asociadas a la nube de forma nativa.
La H corresponde a Headless, que como hemos visto es la forma en que va a operar el backoffice del producto, y que va a permitir tener tantos frontales como se quieran integrar.
MACH es por tanto un modelo arquitectónico de sistemas que permite que cada componente sea conectable, escalable y reemplazable de forma que cada uno de ellos pueda tener su propio proceso de mejora contínua. Esto permite a las compañías elegir sus herramientas de forma más adaptada a sus necesidades y su estado de madurez. La interconectividad entre herramientas es por tanto de vital importancia en este modelo.
Así, un DXP que se haya desarrollado bajo este modelo, podrá conectarse fácilmente con un ERP, o con un CRM, o con una plataforma de analítica avanzada.
Griddo: el DXP modular elevado al cubo
griddo en un DXP concebido con la modularidad embebida en cada una de sus capas constructivas, desde la arquitectura hasta la experiencia de usuario de su potente backoffice. Su arquitectura MACH permite integrar tantos servicios como sea necesario. Y además, integra un sistema de diseño modular en su core, para que la construcción de páginas se pueda hacer de forma absolutamente modular. Este concepto diferencial evoluciona la forma en que los equipos de marketing pueden crear las historias que las marcas necesitan, asegurando una la coherencia de marca absoluta.