CON LA INTENCIÓN NO ALCANZA

SOBRE LA NECESIDAD DE PASAR DE LA EXPERIMENTACIÓN CON BUENA INTENCIÓN A LOS RESULTADOS TANGIBLES

Va a sonar duro...

Quizás va a generar polémica...

Pero... CON LAS INTENCIONES NO SIEMPRE ALCANZA.

Recuerdo de niño haber ganado un premio en un campeonato de bowling infantil sin haber sido un jugador destacado (de hecho, creo que prácticamente fui de los últimos!). La copa no reflejó un logro significativo; Todo lo contrario, la recibí simplemente por participar!!!. Sí, cuando somos niños, y estamos desarrollando nuestra confianza, a veces puede ser una buena idea premiar la intención (aún cuando en mí caso hubiera preferido no recibir nada 🤷). Pero siendo adultos, y en contextos organizacionales desafiantes y competitivos, generalizar la intención por sobre el resultado puede llevara a una cultura de la mediocridad y el estancamiento.

LAS BUENAS INTENCIONES DE LA CULTURA DE LA EXPERIMENTACIÓN

Recientemente, al cerrar un taller sobre liderazgo ágil y al presentar el modelo Toyota Kata, surgió la pregunta crucial: ¿acaso sólo con experimentar no alcanza? ¿No es suficiente con aprender de los errores?

En mi opinión, NO. ES NECESARIO, PERO NO ES SUFICIENTE.

Dejenme explicarlo un poco más antes de decirme que estoy equivocado 🙂. El patrón de celebrar la capacidad de experimentar y aprender de los errores es esencial, especialmente cuando se busca impulsar una transformación en una cultura organizacional arraigada en lo tradicional. Por lo tanto, para empezar, puede ser un buen punto de partida, porque la realización de experimentos seguros y controlados es un paso fundamental hacia la innovación.

Sin embargo, la experimentación por sí sóla no garantiza el éxito a largo plazo. Si no desafiamos eso, no hay evolución posible.

Aún cuando los MEDIOS sean FUNDAMENTALES, y no justifiquen cualquier FIN, el FIN ES IMPORTANTE.

En el ámbito organizacional, obtener resultados concretos es la piedra angular de la sostenibilidad: Una organización que intenta pero nunca logra, no sobrevive. Premiar únicamente la intención crea una cultura donde sólo se valora el proceso sin resultados. Lo veo por ejemplo en equipos de Scrum poco maduros, que "experimentan" de iteración en iteración pero nunca logran una entrega.

¿Hay aprendizajes? Posiblemente. Pero sólo hay evolución si somos capaces de capitalizar el aprendizaje, en nuevos y mejores experimentos que nos lleven en la dirección correcta.

¿CÓMO NOS MOVEMOS DE LA EXPERIMENTACIÓN A LOS RESULTADOS?

Antes que nada, alineando los experimentos con la visión y el propósito de la organización. Cada experimento debe ser un paso estratégico hacia el logro de metas más amplias. No se trata solo de entrenar la capacidad de experimentar, sino de utilizar esa capacidad para acercarnos a los resultados deseados.

Si un sprint en un equipo Scrum no logra su objetivo, la solución no es simplemente descartarlo y perseguir algo nuevo. Es necesario explorar y comprender qué se puede ajustar para alcanzar esos objetivos. El enfoque no debe ser cambiar por el cambio mismo, sino evolucionar de manera significativa y alineada con la visión.

CONCLUSIÓN: DE LA EXPERIMENTACIÓN INTENCIONADA AL LOGRO DE RESULTADOS ESTRATÉGICOS.

En resumen, la cultura organizacional debe evolucionar más allá de la mera experimentación y celebración de la intención. Si bien es valioso aprender de los errores, es crucial ir más allá y garantizar que cada experimento esté alineado con la visión y contribuya a resultados tangibles. La transición de la experimentación y de las buenas intenciones a los resultados estratégicos es esencial para construir organizaciones sostenibles y exitosas en el largo plazo.

¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo en que con las intenciones no alcanza en el mundo empresarial? Comparte tu perspectiva y experiencias en los comentarios. Juntos, construyamos un diálogo enriquecedor sobre el camino hacia la efectividad organizacional.

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