Conoce a María Olivia Rivas, jefa de Interacción con la Comunidad (COR) 💙

Amante del deporte y la música. Periodista, docente, emprendedora, apasionada por lo que hace, María Olivia hoy lidera el área que acerca los Juegos a diversas comunidades del país. ¡Te invitamos a conocer su historia aquí!

María Olivia, o “Loli”, como muchas personas le dicen, nació en Santiago hace 46 años.

Es la menor de cuatro hermanos y su familia hoy la componen Franco, su esposo, Matilda y sus dos perros, Merlí y Vader. Espontánea, líder y creativa, disfruta mucho de la conexión con el mar, siendo Tongoy su playa favorita.

Desde pequeña fue deportista y una apasionada por la música, considerándose, humildemente, una melómana por naturaleza.

¿Qué lugar ocupa el deporte en tu vida?

Para mí el deporte ha sido una herramienta de superación en muchos aspectos. Soy una persona súper descoordinada, mi motricidad fina claramente no es de mis mejores virtudes, entonces el deporte ha sido fundamental en eso.

He aprendido a reírme de mí misma, es parte de mi filosofía de vida, es una renovación de energía constante y un espacio social de autocuidado que es sagrado.

Fui atleta, corrí desde muy chiquitita, nunca destaqué ni mucho menos, pero me entretenía porque hacía amigos, me mantenía la cabeza ocupada, conocí un par de pololos por ahí, así que todo bien, full deporte siempre.

¿De dónde nace la pasión por las comunicaciones y la educación?

La pasión por las comunicaciones viene de mi papá. Él es un gran comunicador, es el mejor contador de historias que he conocido en la vida.

Recuerdo que mi papá inventaba cuentos mientras me hacía dormir. Yo le hacía una pregunta muy simple y él siempre me contaba una gran historia, entonces eso viene de ahí.  

Por otro lado, siempre me ha gustado mucho estudiar, soy súper ñoña y matea, pero me enamoré de la educación cuando comencé a trabajar en el Duoc de Puente Alto, la primera sede que llegaba a esa comuna como institución de educación superior. Ver el polo de desarrollo en el que se convertía para la comunidad, eso me voló la cabeza y me mantuvo trabajando en educación hasta hoy.

¿Qué significado tiene para ti el concepto de comunidad?

Tiene que ver con colaboración, con generosidad, con generar impacto positivo. Desde mi punto de vista, es lo que más necesita el mundo de hoy, entender que no vamos a salvarlo solo con acciones individuales.

En comunidad siempre vamos a poder encontrar mejores soluciones, mejores alternativas, diseños y trabajos. Qué más bonito que poder abrir una instancia de proyectos y propuestas de trabajo escuchando diversas opiniones, recogiendo aquello diferente que tiene cada persona para poner sobre la mesa, pero al mismo tiempo siendo movilizados por una idea o un propósito común. 

Desde el rol femenino y la experiencia liderando equipos, ¿cómo has percibido el tema de igualdad y equidad de género en este ámbito?

Creo que las dificultades que experimenta cualquier mujer en el ámbito laboral es lo que a mí me hizo decidir emprender.

Me costó mucho abrirme paso en un mundo corporativo masculino y retrógrado, donde si tú eres una persona crítica desde lo constructivo, entonces eres conflictiva; si eres una persona creativa, eres loca; si eres una persona que no se viste tradicionalmente, eres hippie. 

Está lleno de estigmas que nada tienen que ver con la capacidad que pueda tener esa persona, no solo en lo técnico, sino también en lo humano. Desde ahí creo que nos falta muchísimo.

Además, muchas veces somos las mismas mujeres las que nos hacemos zancadillas y las que obstaculizamos a la otra. Nos falta ser mucho más solidarias entre nosotras.

Creo que las primeras que tenemos que entender eso somos las mujeres, antes de entrar en cualquier otro espacio de debate.

COMPROMETIDA CON LA EDUCACIÓN

María Olivia ingresó a la Corporación Santiago 2023 hace tres años. Hoy lidera el equipo de Interacción con las Comunidades (COR), que dejará un importante legado gracias al Programa de Educación, el trabajo territorial y el Programa Conoce a tu Estrella.

“Soy una enamorada de la educación, estoy convencida de que es una herramienta de movilidad y de transformación social. Gracias a mi experiencia pude vislumbrar cuáles eran los mecanismos a idear para que la corporación interactuara con la comunidad."

Agrega además que propuso el "Programa de Educación, que es un espacio absolutamente abierto, de unión, de encuentro, donde ponemos a disposición de profesores un conocimiento innovador y relevante, en torno a cómo el deporte es una herramienta para contribuir al desarrollo sostenible en el marco de lo que levanta y propone la Agenda 2030”, nos cuenta.

En esa línea, ¿cuál es el impacto del área de Interacción con la Comunidad? 

Es poder acercar a las personas a la experiencia de los Juegos, para que no se quede solamente en los atletas, las delegaciones o el equipo organizador, sino que se abran espacios y se construyan puentes para que cada una de las personas que conforman las distintas comunidades sean y se sientan parte, logrando realmente ser el punto de encuentro que queremos ser.

¿Qué representa para ti estar en estos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos? 

Siempre tuve el sueño de contribuir al desarrollo y al gobierno de un país, con eso me doy por pagada.

Lo encuentro lejos lo más importante que me ha pasado en mi carrera. Y si además lo puedo hacer desde los territorios y la educación, que es donde más me gusta trabajar, es simplemente un regalo. 

¿Cómo visualizas el legado de estos Juegos para el país?

Lo más contundente que se pueda. Un legado que permita que cada chileno, en cada rincón del país, sienta que todo esto valió la pena.

Que las próximas generaciones de niños y niñas de Chile puedan vivir el deporte de una manera distinta, mucho más social que competitiva, que es lo que queremos siempre relevar desde el área y ha sido la consigna del trabajo que hemos realizado durante estos tres años: relevar el rol social del deporte.