5.1 Consciencia y conciencia

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"Consciencia" y "conciencia" son dos términos que, aunque a nivel fonético son fácilmente intercambiables y etimológicamente estén relacionados, tienen semánticas claramente diferenciadas. Con frecuencia se confunden, y en numerosos textos técnicos y de ingeniería se utiliza el término "conciencia" cuando lo apropiado sería usarse "consciencia".

 La palabra consciencia deriva del latín conscientia, y se refiere al conocimiento inmediato o espontáneo que un sujeto tiene de su entorno, de su interacción con él, e incluso de sí mismo, de sus actos y de sus reflexiones. Esta definición conlleva una capacidad intrínseca de percepción y reconocimiento de la propia existencia y de los eventos que se desarrollan en el entorno inmediato. Por ejemplo, una persona que ha perdido la consciencia de lo que le estaba sucediendo experimenta una falta temporal de percepción y autoconocimiento, tal como ocurre en estados de inconsciencia clínica. Adicionalmente en el ámbito psiquiátrico, se considera una facultad psíquica mediante la cual un individuo se percibe a sí mismo en el mundo, permitiendo una experiencia subjetiva de la realidad. Además, consciencia en términos biológicos —y he aquí el aspecto más importante para la ingeniería— abarca la capacidad de algunos seres vivos para reconocer la realidad circundante y relacionarse con ella, lo que implica una interacción activa con el medio ambiente que les rodea.

En paralelo, conciencia proviene también etimológicamente del latín conscientia, pero en este caso su semántica se centra más en el calco del griego del que parte, συνείδησις (syneídēsis) — que implica un saber conjunto o un conocimiento interno que acompaña a los actos y pensamientos de una persona — y se enfoca principalmente en el conocimiento moral y ético que permite a una persona juzgar la realidad y sus propios actos. Este término está intrínsecamente ligado a la capacidad de discernir entre el bien y el mal, actuando como una brújula interna que guía el comportamiento ético de un individuo. Por ejemplo, una persona sin conciencia puede carecer de remordimiento o escrúpulos, actuando de manera inmoral o psicopática hacia los demás. Asimismo, conciencia puede referirse al sentido moral o ético propios de una persona, reflejando su capacidad para reflexionar sobre sus acciones y sus consecuencias en un contexto social. En este sentido, la conciencia juega su papel en la formación de la identidad moral y en la toma de decisiones que afectan tanto al individuo como a la colectividad. Recordemos que la ética es la reflexión sobre los principios del bien y el mal, mientras que la moral es el conjunto de normas y valores que rigen el comportamiento de una sociedad o individuo.

 Si nos fijamos en el clásico de Carlo Collodi, la consciencia de Pinocho encuentra su representación en la Hada Azul, quien simboliza su aspiración de trascender su estado como niño de madera y alcanzar la humanidad plena como un niño de carne y hueso. Este impulso denota una percepción de su existencia, una comprensión de su propia condición y una orientación hacia un propósito transformador que define su ser. En contraposición, su conciencia toma forma a través de Pepito Grillo, quien actúa como una guía moral, ayudándole a distinguir entre el bien y el mal en sus decisiones. Cuando Pinocho decide ignorar a Pepito Grillo, su conciencia queda desplazada por la fuerza de su consciencia, que se alinea con el propósito que encarna la Hada Azul.

Hemos de partir de esta diferenciación para conseguir una comprensión precisa —y precisamente consciente— de los términos, evitando confusiones que puedan surgir debido a su similitud lingüística. Verbigracia, en el contexto de la IA, un sistema podría estar diseñado para mantener una consciencia operacional, es decir, desplegar una capacidad de percepción y respuesta a estímulos del entorno de manera eficiente al igual que muchos organismos vivos lo hacen. Sin embargo, este mismo sistema no poseería conciencia moral a menos que se le integren directrices éticas que guíen sus acciones en función de principios morales predefinidos. No trataremos ahora sobre ética —ni estética— tan solo se ha de apuntar aquí como introducción que luego desarrollaremos a nivel técnico, que insuflar de conciencia a las máquinas parte de que las mismas tengan consciencia para ser capaces de discernir esa estética que define la ética. Tampoco en este momento trataremos de lo apropiado del uso de etica en cuando a las implementaciones tecnológicas se refiere, cuando quizá lo correcto sería usar moral.

Uno de los debates más recurrentes en este campo gira en torno a la pregunta: ¿es la consciencia simplemente el resultado de procesos de información o implica algo más allá que el procesamiento de datos? Abordaremos ahora esta cuestión desde múltiples perspectivas, comparando las teorías dualistas, materialistas y funcionalistas, y analizando sus implicaciones en la creación de una IA fuerte (o general).

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Extracto de "Informática: El mundo como información y representación"

Fecha de publicación 1/1/2025 (ISBN. 9798340452597)