¿Consumir más frutas y verduras? ¿o consumir mejor?

¿Sabías qué 2021 fue nombrado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de las Frutas y Verduras? Yo sé que ya sabes que es importante que comamos frutas y verduras. Nos los han dicho desde que somos muy jóvenes, ¿verdad? Pero no se trata de sólo comerlas, sino de cómo las comemos y nuestros hábitos al consumirlas y desecharlas. Y en eso me centraré en estas líneas. 

Desperdicio de alimentos

En México se desperdicia mucho alimento. Tanto, que es como si todos los días, cada uno de nosotros tiráramos a la basura medio kilo de comida ¿Te suena a poco? Eso se convierte en 56,000 toneladas diarias a nivel nacional, y 20.4 millones de toneladas al año. El 34.7% del alimento que se produce en nuestro país se desperdicia, más de un cuarto de la producción nacional. Éste es un número alarmante si pensamos que en México más de 7 millones de personas viven en una situación de hambre crónica. 

El desperdicio de alimentos no sólo implica que todas esas toneladas de comida no llegan a la mesa de miles de familias, tiene un impacto ambiental brutal. Por ejemplo, el agua que se utiliza para producir esos alimentos desperdiciados equivale al consumo de todos los habitantes del país en un periodo de 2.4 años. 

“Además del desgaste de agua y suelo; casi 37 toneladas de dióxido de carbono (CO2); un costo económico equivalente a 16 millones de vehículos” (Jorge Arturo Morton Treviño, investigador del CEDRSSA)

Ya no parece tan inocente tu medio kilo de alimento desperdiciado a diario ¿cierto? Por supuesto, este no es un problema exclusivo de México. Es un problema mundial y que afecta a distintos sectores de la cadena de valor. 

Pérdida vs. Desperdicio

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace una distinción entre “pérdida” y “desperdicio”. La pérdida se refiere a la disminución en la calidad o cantidad de alimento desde la cosecha y hasta que el producto llega a la cadena mayorista. Por ejemplo, si una plaga ataca una cosecha de berries y se tiene que desechar, se considera pérdida. Si durante el proceso de transportar y almacenar aguacates se maltratan algunas piezas o se pudren, también podemos hablar de “pérdida”. 

Por su parte, el “desperdicio” es el resultado de las medidas y decisiones que toman los minoristas, el sector de servicios alimentarios (como hoteles y restaurantes) y nosotros, los consumidores. Se considera desperdicio cuando por ejemplo, un supermercado se deshace de las piezas de fruta que no cumplen con su estándar de calidad. También es “desperdicio” cuando nosotros en casa tiramos la comida a la basura porque no queremos comerla o ya se pudrió en la alacena o el refri. 

Como consumidores, hay muy poco que podamos hacer para evitar las pérdidas. Cuando una plaga infesta a una cosecha o existen residuos nocivos en el alimento, por supuesto es inevitable la pérdida, porque hay que evitar poner en circulación productos que puedan amenazar nuestra salud. La FAO encontró que hasta el 50% de la producción de frutas y verduras en el oriente y sudeste de Asia se pierde durante el almacenamiento. En Filipinas, por ejemplo, un punto crítico de pérdida en la cadena de valor del mango, era el transporte. Los mangos tenían daños como pinchazos, compresión, magulladuras, abrasiones y marcas de las cestas de bambú. donde los transportaban.

Después de 5 días en los mercados minoristas, hasta el 90% de los mangos mostraron daños mecánicos, resultando en deterioro y pérdidas económicas (FAO)

¿Cómo se redujo este problema? Reemplazando las cestas de bambú por cajas de plástico rígido. 

La responsabilidad de los consumidores

Evidentemente no podemos estar presentes en cada etapa de la cadena de valor de cada uno de los productos de nuestra dieta. Así que, si bien la capacitación de los productores para mejorar las técnicas de transporte y almacenamiento es su responsabilidad, así como la de asociaciones civiles y de gobierno es la de ofrecer herramientas y programas para mejorar estos procesos, nosotros los consumidores también tenemos que poner de nuestra parte. 

En este Año Internacional de las Frutas y Verduras no sólo vengo a decirte “come más frutas y verduras”, te digo que mejores tus hábitos de compra y consumo de estos alimentos. 

Podemos empezar por la manera en la que elegimos estos productos cuando vamos al mercado o al súper. Nos encanta escoger las piezas más bonitas, las menos maltratadas. Pero las frutas “más feítas” no necesariamente saben mal o carecen de propiedades nutricionales. Sólo no tienen la estética que preferimos. Muchos supermercados ya hacen el filtro por nosotros y muchas piezas se desperdician, pero como consumidor puedes darte la oportunidad de llevar a casa las piezas menos atractivas. ¿Va Diana a aprovechar la oportunidad para promocionar el consumo local? ¡Claro que sí! Porque cuando compramos frutas y verduras locales no es necesario que consumamos productos que fueron transportados desde otros lugares, y recordemos que en este proceso sucede un buen número de pérdidas. 

Las frutas y verduras son alimentos altamente perecederos, por lo que recomiendo que planifiques tus comidas al momento de comprar estos alimentos. Así puedes reducir la cantidad de desperdicio, porque tienes una idea de cuántas piezas realmente vas a necesitar. A veces la fruta o verdura empieza a ponerse “fea” antes de que podamos comerla, y la apariencia nos puede quitar el apetito ¡pero no la tires! Todavía la puedes aprovechar para preparar licuados, jugos, mermeladas, sopas, helados caseros o panqués… 

Reducir el desperdicio de frutas y verduras no significa que comamos menos de estos productos, ¡al contrario! Se trata de consumirlos de mejor manera, aprovechándolos al máximo. Te invito a que este 2021 reflexiones sobre tus hábitos de consumo, para poder transformarlos y juntos logremos un consumo informado y responsable. 

Somos una asociación civil mexicana que busca apoyar a los agroproductores con capacitación y a los consumidores con información, para impulsar la economía del campo y asegurar un mejor futuro para todos.

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Diana Marketing