¿Contratar o no contratar con el Estado? El eterno juego de tronos que debemos saber jugar

¿Contratar o no contratar con el Estado? El eterno juego de tronos que debemos saber jugar

" Por esto, cuando los expertos en el arte de la guerra atacan, no cometen ningún error; cuando actúan, sus recursos no tienen límites.
 Por eso digo: Conoce a tu enemigo, conócete a ti mismo y tu victoria nunca se verá amenazada. Conoce el terreno, conoce las condiciones meteorológicas y tu victoria será total”.
( Sun Tzu, hace mucho, mucho tiempo atrás).

Les invito a hacer un ejercicio bien chévere y no les va a tomar más de unos minutos, sobre todo a aquellos que deseen hacer contrataciones públicas, veamos por ejemplo, caso de bienes y servicios.

Hagan un pequeño paseo por el listado de laudos arbitrales y vean los resultados, los últimos. ¿A favor de quién es la mayor parte últimamente?... sí, del Estado.

No está mal para el público, para los ciudadanos, pero, me pregunto en todo caso ¿qué ocurrió con el otro lado? ¿qué ocurrió con el empresario de a pie que postuló y concursó invirtiendo recursos para luego ser penalizado e incluso llegar a pérdida?

Algunos me cuentan que, simplemente, no tenían experiencia. ¿Lo justifica? Y me doy cuenta que muchos de los que se aventaron a ese mundo del concurso público se arriesgaron como kamikazes, sin la asesoría correcta, sin la prevención idónea porque no señor, tenías que asesorarte bien porque si es un terreno que no conoces, tienes que escoger bien a los soldados que te protegerán de las bajas que sufras en ese campo minado y desconocido del sector público. No señor, no importa que tu pool de asesores provenga de las más reputadas y prestigiosas firmas del mundo, si ese equipo no tiene esas heridas de guerra, ese entrenamiento que solo tienen aquellos que ya conocen ese terreno, realmente, entraste a un campo minado.

Menospreciamos mucho, y eso es algo que he podido notar en la idiosincrasia de mi medio, a los funcionarios que trabajan en el sector público, inclusive existe aún ese “estigma” de la “Universidad” de la cual provienes, y no mi querido lector, nunca sabes con qué talento oculto te puedes encontrar correctamente ubicado en la zona más estratégica que ni se te ocurra. El Estado se encuentra invirtiendo cada vez más y más en perfeccionar sus estrategias de defensa, y escogiendo para sus filas a los más capaces, incluso a gente que justamente, trabajó para el sector privado, gente que sabe el teje y maneje del otro bando y lo traslada al nuevo.

Por eso mucho cuidado señores empresarios pequeños, medianos y grandes. Alisten bien sus filas y entren preparados al terreno que quieren conquistar por el bien común del país (porque vamos, el servicio y las obras nos vienen bien a toditos), pero ojo, pestaña y mucha ceja, cuidado con la audacia sin la debida asesoría. Tus generales son tus asesores, escoge a los mejores, para que tu victoria sea total tal y como lo dijo hace tantísimo tiempo el sabio Sun Tzu.

Déjate de prejuicios y evalúa no por los ornamentos, los títulos o las oficinas deslumbrantes. Evalúa a tu tropa, por sus hazañas. No te vaya a pasar lo que a Cersei Lanister que menospreció a la Reina de Dragones solo porque supuestamente su tropa era la “menos” preparada, la menos elegante y ornamentada y menospreció la capacidad de su arma letal (creyó que bajándose 2 dragones disminuiría su poderío, y cometió el más grave de los errores, no consideró toda la enorme cantidad de hazañas que había hecho antes para llegar a ser Reina...ah! orgullo, orgullo, fatal orgullo).

Pues más o menos así está la cosa. Tenemos tiempos de crisis, lo sabemos, no es necesario gritarlo, y el dueño del terreno créeme…no quiere perder y se está alistando.

Buenos negocios y muchas bendiciones para toda mi gente!

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