Contribuyendo al compromiso
Uno de los objetivos de todo buen líder es fomentar una cultura de compromiso en su equipo de trabajo para elevar el desempeño de sus colaboradores. Exhortarles a ir más allá de sus expectativas. Acá se resumen comportamientos esperados para lograr esa cultura. Se recomienda trabajarlos a lo largo de todo el año de forma recurrente:
- La retroalimentación informal, oportuna y precisa. Como actividad importante a ejecutar para reforzar la cultura organizacional y los valores empresariales. Se busca mantener el contacto permanente con los colaboradores, conocer sus inquietudes, así como los obstáculos encontrados para alcanzar sus metas. Ayuda a encauzar las desviaciones en los comportamientos y estar mejor preparados para afrontar situaciones conflictivas. Requiere esfuerzo y disciplina del gerente, pero da buenos resultados.
- Resaltar las fortalezas del colaborador en las sesiones formales de desempeño. En estas reuniones de forma inconsciente, la atención se centra en las metas pendientes. Se requiere un reconocimiento oportuno de las fortalezas individuales de cada individuo como primer recurso para afrontar sus temores, desalientos y obstáculos.
- Aclarar las expectativas del desempeño. Alinear los esfuerzos a los objetivos de la organización dejando claro cuáles son las expectativas que la empresa, el gerente y del puesto esperan del personal. Esto evitará malos entendidos, frustraciones, reducción del número de equivocaciones y desperdicio de recursos.
- Aprovechar la capacidad del empleado. Esto ayuda a que las competencias de cada individuo se centran en lo verdaderamente importante conociendo el potencial del colaborador.
- Dar solución a los desafíos cotidianos. Un buen desempeño se consigue con el trabajo diario. De la resolución de las pequeñas crisis se consolidan las metas importantes.
- Amplificar lo positivo y filtrar lo negativo. Darle una gran promoción a las mejoras y buenas prácticas. Cuando ocurran situaciones negativas es mejor llamar a la unidad, obtener el mejor aprendizaje y experiencias, sin magnificar las consecuencias.
- Conectar a los empleados con la estrategia de negocio. Identificar las expectativas individuales con las expectativas del negocio.
- Cultura de comunicación. El anterior inciso solo ocurrirá con un ambiente de apertura a la información constante y oportuna, de respeto y unidad.
- Conectar talentos. Esto casi no se hace, pero es una buena práctica en las grandes compañías en las cuales se acostumbra reunir en torno a los mejores talentos a al resto de equipos de trabajo y divisiones, para llevar a cabo proyectos a gran escala, como la oportunidad de gestionar desafíos, pero también de capacitación para el resto de los colaboradores.
- Demostrar un compromiso real con el desempeño del empleado. Mediante acciones concretas debe hacerse sentir al empleado respaldado, apoyado y confiado para conseguir sus metas propuestas.