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Reflexionar sobre el aprovisionamiento en el ámbito de la calidad revela una serie de aspectos cruciales para asegurar una relación efectiva y productiva con los proveedores. A continuación, comento los puntos que ha mencionado:
- Revisión del Contrato y Pliego de Condiciones : Es fundamental que las organizaciones verifiquen que todos los términos del contrato se alineen con el pliego de condiciones. La falta de alineación puede llevar a conflictos que no solo afectan la calidad de los productos o servicios, sino que también repercuten en la confianza entre las partes. Para servicios, donde la calidad puede ser más difícil de medir, es vital tener una descripción precisa de los entregables y expectativas claras, así como KPIs y SLA (Acuerdos de Nivel de Servicio) bien definidos. Esto no solo establece un marco para evaluar el rendimiento, sino que también proporciona una base sólida para la resolución de conflictos.
- Compromiso Interfuncional : La creación de un equipo de gobernanza que incluya diversas funciones (como calidad, cadena de suministro y otras partes interesadas) es esencial para abordar cualquier problema que surja. Cada departamento aporta su perspectiva única, lo que enriquece la discusión y ayuda a encontrar soluciones más integrales. El compromiso y la colaboración entre equipos aseguran que las decisiones que se tomen sean más relevantes y efectivas.
- Interacción con el Proveedor : Las reuniones de gobernanza con los proveedores deben ser vistas como una oportunidad para fomentar la transparencia y resolver problemas de raíz. El enfoque en la causa raíz de los problemas permite no solo soluciones a corto plazo, sino también mejoras sostenibles en los procesos. Establecer un plan de acción con hitos y plazos claros facilita un seguimiento efectivo y asegura que ambas partes estén alineadas en la dirección a tomar.
- Activación del Plan de Continuidad de Negocios (BCP) : Tener un BCP activo es una estrategia preventiva clave que ayuda a garantizar la continuidad del suministro ante imprevistos. La proactividad en la gestión de riesgos permite a las organizaciones anticiparse a problemas potenciales y mantener la operacionalidad, lo cual es fundamental en entornos volátiles.
En síntesis, la gestión del aprovisionamiento y la calidad es un proceso multifacético que requiere un enfoque colaborativo, una comunicación clara y el establecimiento de métricas que guían el desempeño. A medida que las organizaciones indagan en estos aspectos, no solo mejoran la calidad de lo que reciben, sino que también fortalecen sus relaciones con los proveedores, promoviendo un ambiente de mejora continua.