Controla tu vida! Negocia con tus pensamientos!
Hace tiempo me di cuenta, que la clave y la forma más rápida de tener acceso a la felicidad consistía en negociar con nuestros pensamientos.
En Occidente estamos aprendiendo paso a paso, las bondades de la meditación milenaria oriental, disciplinas como el mindfulness se están incorporando en nuestras vidas de una forma disruptiva, en la medida que somos capaces de reconocer y demostrar empíricamente sus beneficios tanto en niños como adultos, que al fin y al cabo, somos lo mismo, unos que otros, porque ni más ni menos los segundos estamos condicionados por los niños que un día fuimos.
Como bien expresa Kafka “la amargura de un adulto, con frecuencia es, el petrificado azoramiento de un niño” y tantas y tantas luces y sombras que nos vienen de la infancia. La mayor parte de los males que se padecen son la consecuencia de descuidos, errores o desórdenes previos, e incluso de hechos aparentemente poco importantes que sucedieron cuando éramos pequeños y nos impactaron tanto que en la edad adulta nos tienen condicionados a merced de nuestras emociones y sentimientos.
Reconocer la emoción en el cuerpo, es el paso previo para poder gestionarla correctamente, pero para poder hacerlo hemos de ir al inicio, por tanto hemos de analizar los pensamientos que las generan. Podríamos discutir, porque hay diferentes corrientes, si primero se produce el pensamiento y tras él, la emoción en el cuerpo, o bien lo contrario.
Por tanto si de analizar nuestros pensamientos se trata, es decir, examinarlos con detalle por separado para conocer sus cualidades y extraer conclusiones, primero hemos de observarlos y para ello disponemos de herramientas como la meditación y el mindfulness. En esta primera fase, mientras meditamos, no es necesario hacer nada más solamente observar cómo llegan y se van.
Podemos después a lo largo del día, dedicar un espacio a la reflexión (proceso que permite pensar detenidamente en algo con el fin de sacar conclusiones al respecto). Debiéramos por tanto dedicar un tiempo a pensar en nuestros pensamientos –valga la redundancia- cosa a la que desgraciadamente no estamos acostumbrados, ya que tras el análisis de los mismos, podremos empezar a negociar con ellos.
“Un pensamiento es útil sólo si te lleva a la acción…”
NEGOCIA CON ÉL!!
Si ambos salís ganando, si te lleva a la acción, se queda!! Si no, se va!!
Si habitualmente negociamos con terceros, nuestros hijos, nuestros jefes, nuestros compañeros, ¿qué pasaría si además acostumbramos a negociar con nuestros pensamientos?
En el arte de negociar con ellos está la respuesta al control de nuestras vidas…
Gerente La Rioja Cuida
6 añosQué importante