COP26: Ilusión y frustración
Más de 25.000 delegados de todo el mundo han participado en las múltiples reuniones y negociaciones en la COP26 en Glasgow, llevada a cabo entre el 1 y el 12 de noviembre. Se espera que el fin de semana del 12 de noviembre (escribo esta columna unos días antes) se presenten los acuerdos que, ojalá, nos lleven a lograr la meta de reducir a 1,5 grados centígrados el incremento de temperatura en relación con las temperaturas de la era preindustrial, comparado con el exceso de 2,7 grados que, según los científicos, hoy tenemos en el planeta.
Las noticias vienen desde muchos frentes. La startup Helion, por ejemplo, anunció que había levantado US$ 500 millones para invertir en una nueva tecnología que haría viable, accesible e ilimitada la energía de fusión nuclear, limpia y libre de CO2. China y Estados Unidos, que generan el 43% de emisiones de carbono, anunciaron, aunque sin definir planes, que colaborarán para lograr la meta de cero emisiones netas. Y cerca de 130 líderes mundiales de países que representan más del 90% de los bosques, entre ellos el Perú, se han comprometido a trabajar colectivamente para detener y revertir la pérdida y degradación de bosques y selvas para el año 2030. Adicionalmente, 12 países anunciaron un compromiso conjunto de US$ 12.000 millones entre el 2021 y el 2025 para erradicar la deforestación antes del 2030.
Nada es sencillo, sin embargo. La realidad de los países difiere. Al centro de las discusiones se encuentra muy seguido, y con cierta razón, el concepto de justicia. Los que están en vías de desarrollo (como el Perú) reclaman que los países desarrollados abusaron del planeta para industrializarse y que resulta injusto que hoy priven al resto del crecimiento y desarrollo. ¿Quién debe pagar las cuentas del pasado? Hay consenso entre los países desarrollados en cuando a que deben financiar parte de estos esfuerzos. El problema es que no se tiene un número claro. En el 2020 prometieron US$ 100.000 millones para estos fines, pero aún no cumplen con la entrega. India, por otro lado, tercero en el ranking de los que más carbono emiten, sostiene que necesitará financiamiento público internacional por US$ 1 millón de millones y ha anunciado que no piensa reducir los subsidios a los combustibles fósiles en el corto plazo.
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La mediática y joven activista Greta Thunberg ha calificado de fracaso la COP26 y demandó, en un multitudinario mitin en en Glasgow, recortes inmediatos y drásticos de las emisiones de carbono. Tendremos que esperar que terminen las negociaciones y se publiquen los acuerdos y compromisos finales para realmente evaluar el éxito o el fracaso de la COP26. Por un lado, la creciente atención mediática que este evento reciba cada año nos dice que el mundo está más atento y más consciente del problema. Por otro lado, reconocer el problema y no actuar con el sentido de urgencia necesario es inaceptable, irresponsable e inservible.
La acción inmediata sí es fundamental. Tal vez, como dijo Barack Obama en su presentación en Glasgow, debemos comenzar "aceptando compromisos imperfectos".
Fortalecemos organizaciones comunitarias para gestionar capital natural en riesgo.
3 añosSúper de acuerdo con la columna de opinión Aldo, agregaría que el foco de todos los actores en Perú debe estar en los NDCs que firmamos como compromiso de cara al 2030, implementando iniciativas no solo de mitigación sino también de adaptación. El awareness y la acción son urgentes.
Entrepreneur | MBA | Lawyer | Writer
3 añosMuy bueno Aldo. Otro punto importante a resaltar es que en esta conferencia se ha dado por fin el compromiso de las instituciones privadas y con esto la reactivación de los mercados de carbono lo que debería incentivar aún más el compromiso con nuestro planeta.