COP28: Acuerdo histórico para acabar con los combustibles fósiles y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050

La 28ª Conferencia sobre el cambio climático de la ONU se ha celebrado en Dubai del 30 de noviembre al 13 de diciembre de 2023, en la cual, se ha conseguido que se acuerde una “Decisión” que incluye llamamientos claros a la acción climática colectiva a corto plazo.

Se esperaba que la COP28 fuese crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática con consecuencias que afecta a la población del planeta y para alcanzar soluciones concretas a una problemática decisiva actual. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que “el planeta está enfermo y los líderes mundiales son los encargados de curarlo”. Guterres, también indicó durante esta Conferencia, que “el calentamiento global está disparando los precios de los alimentos, trastornando los mercados energéticos y alimentando una crisis del coste de la vida”.

La ciencia es clara: para mantener un clima soportable, se debe reducir cuanto antes la producción de carbón, petróleo y gas, y triplicar la capacidad de energía renovable para el año 2030. Al mismo tiempo, se requiere de un aumento sustancial de la financiación para la adaptación e inversión en resiliencia climática. Del mismo modo, la Organización Meteorológica Mundial, emitió un informe en el que afirmaba que durante 2023 se han batido de nuevo récords climáticos acompañados de un tiempo extremo que ha dejado un rastro de devastación y desesperación.

Durante la COP28, los líderes de gobiernos, negocios, ONG y sociedad civil han analizado el progreso establecido desde el tratado climático firmado en 2015 y han llegado a un nuevo plan de acción para reducir las emisiones de forma drástica para alcanzar la meta de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.

Considerado por muchos, el evento diplomático más importante de todos los tiempos, en el que se han reunido más de 85.000 personas, entre ellas representantes de España, se ha conseguido “el pacto climático más importante" desde el Acuerdo de París. La ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, ha declarado que "no está todo hecho, pero hemos dado un paso muy importante adelante”.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, considera "El acuerdo marca el principio de una era posterior a los combustibles fósiles".

La tensión ha sido máxima por la publicación de un primer borrador, el cual, la Unión Europea (UE) consideró como “totalmente inaceptable y decepcionante” ya que en el texto propuesto no se hacía alusión al fin de los combustibles fósiles.  La gran mayoría de países de todos los continentes han forzado por conseguir un acuerdo que diga claramente que hay que acabar con el gas, el petróleo y el carbón, solo un pequeño grupo lo bloqueaba: Arabia Saudita y sus aliados del Golfo (Catar, Kuwait y Bahréin), Irak, India y Rusia.

Estados Unidos y China no parecían entusiasmados con la idea de abandonar los combustibles fósiles, pero han mostrado ser flexibles y constructivos durante las negociaciones propiciando un acuerdo que no podría haberse alcanzado sin el respaldo de ambas.

Balance Global de la COP28

Finalmente, el texto de 21 páginas es el primer “Balance Global” o “Global Stocktake”, donde se incluyen los principales acuerdos históricos alcanzados. Su contenido no responde a las reivindicaciones de todas las partes, pero incluye importantes hitos para celebrar:

·       Acuerdo sobre la puesta en marcha de un fondo para pérdidas y daños que ayudará a los países más vulnerables del mundo a pagar los efectos devastadores de los desastres climáticos.

·       El acuerdo que insta específicamente a “transitar lejos de los combustibles fósiles en los sistemas de energía, de manera justa, ordenada y equitativa para lograr emisiones netas cero para 2050 de acuerdo con la ciencia".

·       Acuerdo para triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial para 2030.

·       Acuerdo para acelerar los esfuerzos para reducir el carbón y la reducción de las emisiones de metano.

·       Acuerdo para acelerar tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono que pueden limpiar industrias difíciles de descarbonizar.

·       Acuerdo para apoyar la seguridad alimentaria al tiempo que se combate el cambio climático.

·       Reducción de las emisiones, con una rebaja del 43 % para 2030 y del 60 % para 2035 respecto a 2019 y ser cero neto emisiones a 2050.

¿Cómo harán los países para lograr los objetivos marcados?  El texto deja a la elección de los países la fórmula para lograr la reducción de emisiones, en línea con lo que dice la ciencia y de acuerdo con sus circunstancias, vías y enfoques nacionales. Resulta crucial la próxima ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) que los países deben presentar antes de la COP30 y establezca un plan de trabajo para el futuro.

También cabe destacar que la decisión de hacer balance subrayó la importancia de la adaptación, una nota clave de inclusión para los países vulnerables que ya están haciendo frente a los impactos del cambio climático.

Como todos los resultados de una COP, su impacto dependerá de las decisiones y acciones que se tomen en los gobiernos de todo el mundo. El poder del proceso de la ONU se deriva en gran parte de su capacidad para dar forma a las normas, establecer expectativas y catalizar la acción colectiva. El hecho de que casi 200 países hayan aprobado el texto envía una señal clara a gobiernos, empresas e inversores, y sienta las bases para que las ONG y la sociedad civil exijan a los países que cumplan con sus objetivos. Esta alianza de Dubái es un hito importante que marca una hoja de ruta para dejar a tras los combustibles fósiles.

El siguiente desafío es traducir los compromisos en acciones concretas que protejan el planeta. Para ello, habrá que esperar a la COP29 programada en Bakú, Azerbaiyán, en noviembre de 2024, y a la COP30 que se celebrará en Brasil durante 2025.