CORONAVIRUS EL DIA DESPUES

Al momento de escribir este artículo de los 194 países del mundo, 177 oficialmente tiene coronavirus en sus territorios y aproximadamente 19.644 muertos (4.50% de los contagiados). Hago este señalamiento porque lamentablemente esas cifras van a subir día con día. Este virus sin embargo nos deja lecciones tan importantes que como sociedad deberíamos recordarlas para siempre:

1.      El valor de la educación: Sin duda alguna los países que hasta el momento han salteado mejor la crisis provocada por el temido virus posee un alto nivel de conciencia individual como consecuencia de una educación basada en ciencia, entiéndase con temas de convivencia tan básicos como normas de limpieza SIEMPRE, de manera tal que el lavado de manos, baño diario, utilización de protocolos de estornudo, limpieza de casa y lugares comerciales es un día a día, no una novedad. En segundo lugar, una educación basada sobre la responsabilidad y solidaridad con el prójimo o comunidad donde vivimos, las órdenes de quedarse en casa no se repiten dos veces, simplemente se acatan porque es importante hacerlo, no porque tengo un policía al frente que me obliga, lo cual nos daría dar un salto cualitativo como personas ¿no creen? Sino vean los datos, Alemania al momento de hacer este artículo 30.000 infectados y 175 muertos. Italia con 54.000 contagios con 6.800 muertes, España 47.600 contaminados y 3.500 muertes aproximadamente. La diferencia es notoria. Es así como los países tendrán que replantearse el valor como sociedad de invertir en sus presupuestos un monto acorde a las necesidades futuras, En el caso de mi país es un 8% del PIB, pero este debe ser eficiente y comprobable, no se trata de sólo invertir, sino que ante una crisis mundial, se debe medir la eficiencia de esos recursos destinados, en otras palabras, no se trata de sólo apostarle a un monto para la educación, ese debe ser medible y evaluado en el tiempo.

2.      El valor de producir y consumir sosteniblemente: Más allá de las imágenes de los espacios aéreos de China, donde claramente se ve una reducción en la contaminación, o incluso las impresionantes imágenes de ciudades desiertas con tintes apocalípticos por estar sin gente, o las imágenes de Venecia con sus aguas limpias, este parón mundial, debería crear una conciencia sobre todo a los países más Industrializados del mundo a qué sí o sí, debe replantearse la forma en que se produce en el mundo y el modelo de consumo.

Todo un tema, si tomamos en cuenta que tanto China como Estados Unidos tienen sus modelos de economía basado en el CONSUMO, es decir, sus economías crecen entre más se consume, pero este modelo no sólo por el cambio climático, sino también por crisis como la provocada por el COVID -19, pareciera ser una voz de alerta, para llamar a la razón de como debe poco a poco darse cambios en los modelos económicos a nivel mundial. Y esta debe hacerse por que cada vez más se deberá hacer un CONSUMO RESPONSABLE, y no un CONSUMO MASIVO, si queremos que como sociedad y como planeta podamos continuar.

Este parón mundial es la oportunidad perfecta para que las grandes economías del mundo replantee seriamente cómo buscar un balance entre seguir generando riqueza para evitar crisis económicas que generan desempleo, hambrunas y producir – consumir lo que se necesita y de la mejor manera.

Por lo que esto requerirá un replanteamiento DISRUPTIVO de la economía, que tampoco signifique una mayor parálisis de la misma, con las consecuencias en desempleo, crisis social (hambruna, aumento en enfermedades, inseguridad ciudadana, etc), pero que ayude a salir del impacto de esta crisis sanitaria.

Se requerirá modelos de producción más sostenibles, como se hacía anteriormente, ¿recuerdan cuando la ropa y otros bienes de consumo no eran por temporada, sino que duraban años para ser cambiados, cuando se buscaba consumir cosas de mejor calidad pero que durarán más años? Y esto trae un especial reto para los famosos millenials, que tendrán que modificar sus patrones de consumo en tecnología y en sus famosos viajes en busca de las “experiencias” tan deseadas. Se verán enfrentados a un cambio de modelo de consumo que deberá promover el ahorro y baja del consumo, algo que suena impensable para muchos millenials que viven al día a día en sus economías. Deberá tenerse en cuenta en su consumo diario, el consumo de energía y recursos naturales como el agua, en lo que hemos denominado la HUELLA ECOLÓGICA, como una forma de medir y hacer conciencia de que tan necesario es lo que compramos versus lo que necesitamos.

Pero, además, ya no será opción producir de forma inadecuada, contaminar o no hacerlo de manera sostenible. Pero para esto se debe fortalecer el crear el ambiente de negocio para que la empresa privada, que es la llamada hacerlo, NO se le limite en su innovación. Economías donde exista una carga impositiva alta y con restricciones al desarrollo e innovación de nuevos negocios, probablemente será las menos preparadas para dar este cambio cuantitativo necesario, y aquí es cuando el modelo capitalista no debe verse como un enemigo, sino como un aliado para desarrollar estos nuevos modelos de alianzas estratégicas público -privada.

Aquí el reto de innovar debe ser un norte a seguir, por eso se le debe permitir a la empresa privada poder generar  recursos para lograrlo, y de la mano a la CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, conseguir mejores práctica de producción. Sin duda alguna el enlace entre el factor ambiental y el social-económico es la TECNOLOGÍA, que en tiempos de crisis del CORONAVIRUS, ha permitido mantener las comunicaciones a través del TELETRABAJO, sin embargo, en países latinoamericanos, todavía ese impacto debe profundizar con la ventaja de una mejora notable en el ambiente, para eso basta con ver los bajos niveles de consumo de derivados del petróleo (gasolina y otros), con la aparejada reducción de gases efecto invernadero.

Pero esto debe realizarse tomando en cuenta que NO es sostenible una paralización total de la economía, pero sí es posible una TRANSFORMACIÓN PAULATINA de la economía. Pensar que el petróleo se dejará de usar por esta crisis no sólo es irreal sino poco probable, menos en una coyuntura donde el mayor productor de petróleo del mundo Arabia Saudita, está produciendo 10 millones de barriles de petróleo POR DÍA, si, leyó bien, por día, y todo apunta a que lo aumentará a 13 millones, lo que hace necesario que se aproveche por parte de la empresa privada el desarrollo de TECNOLOGÍAS VERDES como la producción de energías renovables como solar que ya viene ganando terreno, pero también NUEVAS TECNOLOGÍAS por desarrollar que están en proceso de la mejora de la forma como se va a producir los bienes y servicios de consumo, pero de nuevo, para eso se NECESITA una EMPRESA PRIVADA, fuerte, con recursos para invertir en investigación y desarrollo, y no trabada con trámites y sin dinero por el alto pago de impuestos.

Que los países más industrializados del mundo como China hayan sido testigos de zonas enteras donde se vio el cielo azul como hace tiempo no se veía por el alto grado de contaminación que se tenía, no puede ser más que un reflejo en su modelo de producción, que indudablemente tuvo un impacto inesperado en sus economías. Y esto señores y señoras, no se puede centrar en un tema de ideologías de izquierda o derechas, sino en modelos de consumo y producción. El mundo esta plagado de modelos de uno u otro lado, sin responsabilidad a la hora de producir o consumir, y quien diga que es un tema de izquierdas o derechas cae en un axioma equivocado.

3.      El valor de tener un Gobierno responsable con finanzas sanas: Sin duda alguna una de las grandes ventajas que puede tener un país frente a la crisis sanitaria creada por el COVID-19 es tener un estado eficiente y económicamente sano, en el caso de mi país Costa Rica, con una deuda interna de cerca del 60%, con un Déficit Fiscal de un 7%, y con altos niveles de ineficiencia en su funcionalidad y alta tasa impositiva, toma más preponderancia que para otros países.

Lo que nos va a demostrar esta crisis sanitaria, es que un país simplemente NO puede darse el lujo de tener Gobernantes que NO sepan manejar las finanzas públicas, que no sean capaces de lograr un balance entre la eficiencia y el desarrollo humano, entre las libertades de producción, generación de trabajo y el adecuado cumplimiento de las funciones esenciales del Estado como educación, seguridad y salud, definitivamente estarán condenados al fracaso. 

Un Estado endeudado e ineficiente NUNCA podrá dar respuesta a un problema como el causado por el COVID-19, sin dejar un muerto en batalla. Por ejemplo, en mi país, al tener limitados los recursos a disponer, porque no existe ahorros, como toda familia que vive el día a día, tendrá que sacrificar algo para solventar esta crisis sanitaria, y eso implica que los recursos necesariamente destinados sacrificará algo a cambio, que puede ser infraestructura a futuro, desempleo al no dar subsidios por que no hay dinero para eso, etc.

Hoy a mi país Costa Rica, nos agarra esta crisis con UN MILLÓN de empleados INFORMALES, es decir que trabajan SIN SEGURO SOCIAL o condiciones como las exige el Estado, esto como consecuencia de políticas de corte IZQUIERDA-SOCIALISTA que trabaron tanto la producción con miles de trámites y que encarecieron tanto con ALTOS IMPUESTOS, a eso súmele el incremento que se va a dar en el desempleo actualmente situado en un 12.4% (309.000) a un aproximado 18% a 20% por los despidos pudiendo llegarse a un aproximado de 450.000 por la suma de los 200.000 empleos directos del sector turismo que de la noche de la mañana fueron despedidos.

Y a esto súmele que el sector privado (1.650.000 empleos) que produce el 80% de la riqueza del país ya golpeado, soporta una estructura de un  20% de empleos en el sector público (aproximadamente de 350.000 empleos) con 324 instituciones públicas que no han tenido en muchos años análisis, evaluaciones y propuestas serias, sobre el replanteamiento de una  RE-ESTRUCTURACIÓN O REFORMA DEL ESTADO, porque evidentemente con la crisis económica los ingresos del sector privado bajaran y evidentemente NO alcanzará los ingresos para seguir manteniendo semejante estructura estatal.

Aquí el desarrollo de GOBIERNOS MODERNOS y DIGITALIZADOS, totalmente inmersos en la CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, con un gran acceso a temas tecnológicos e innovación se hace simplemente INCUESTIONABLES. Dónde se permitan hacer la gran cantidad de trámites de manera ágil y de manera virtual, con CAPACITACIÓN VIRTUAL a sus funcionarios, pareciera ser una ventaja competitiva frente a quienes NO lo tienen, por lo que modelos de TELETRABAJO en función de la cantidad de funcionarios se hace de urgente evaluación en función de un mejoramiento del servicio público.

Ya quisiéramos en estos momentos, tener la envidiable economía de algunos países desarrollados con DÉFICIT CERO o muy bajo, y con recursos suficientes para poder INVERTIR en estos modelos. Ya quisiéramos que estos modelos permitan un nivel de eficiencia y ahorro tal que puedan garantizar una mejor protección de sus ciudadanos, y no tener que endeudarse aún más, en organismos internacionales, como le tocará hacer a mi país, con la hipoteca a futuro que eso implica para las generaciones futuras.

Finalmente, en los Estados ineficientes, como Costa Rica, tiene monopolios altamente ineficientes como FANAL (Fábrica Nacional de Licores), que no puede producir al ritmo que se necesita, otros que impactan el ingreso de sus ciudadanos, como el ICE con una electricidad cara y suministro de agua (AyA) que desperdicia aproximadamente el 54% de lo que capta, que ha realizado pésima planificación en infraestructura y que impacta directamente en la calidad de vida de los costarricenses, es decir, hoy tenemos problemas de distribución de agua en media crisis sanitaria.

Estos monopolios en tiempo de bonanza económica has logrado patear el balde, pero en época de crisis sanitaria como la del COVID-19 y de crisis económica como la que ya venía sufriendo mi país y se va a incrementar, DEBEN ser cuidadosamente replanteados para que sean EFICIENTES en el caso del AyA y ICE, y que se valore la conveniencia de su continuidad como FANAL. Lo que nos abre una oportunidad de oro para entrar en estas valoraciones ante la reducción de ingresos por parte del Estado. Por lo que modelos de Estado sumamente ESTATISTAS y con Gobiernos POPULISTAS resultan sumamente peligrosos para poder enfrentar crisis como estas, de ahí el valor de que tengamos Gobernantes y gobiernos que puedan y sepan como lograr una mejora cuantitativa y cualitativa del Estado.

 4.      El valor de invertir en Salud: Tema central en el mundo hoy, los modelos de seguridad social se enfrentarán a un análisis minucioso sobre su eficiencia y valor en la sociedad. Aquí si mi país Costa Rica gracias a una decisión tomada en 1941 al crear la Caja Costarricense del Seguro Social, hoy permite tener un modelo de atención sumamente robusto, universal y de calidad reconocido a nivel mundial, aspecto de suma trascendencia y vital para afrontar estas crisis sanitarias, por lo que resulta supervivencial para una sociedad crear y utilizar sistemas de salud eficientes y accesibles para la mayoría de la población.

Hoy miles de héroes anónimos de la salud, doctores, enfermeras, personal de limpieza y administrativo trabajan horas y horas en dar una seguridad a la población de que se va a lograr controlar esta crisis sanitaria, y conociendo la mística de trabajo y calidad de hospitales que tenemos en mi país, estoy confiada en que saldremos victoriosos de esta situación. Pero este sistema no es barato, por lo que sociedades que como la de mi país, han entendido que no es un gasto social, sino una inversión social destinan aproximadamente un 8% del PIB en salud.

Aún así, en mi país no podemos dormirnos en los laureles, todavía instituciones como la CCSS poseen gracias a manejos irresponsables de sus finanzas en le pasado, retos sobre su sostenibilidad financiera, retos de mejora en la prestación de sus servicios entre otros.

Lo que sí está claro, es que una sociedad que invierta en salud y con sistemas de salud fuertes, tiene muchas más posibilidades de salir adelante ante una crisis sanitaria universal como la que el mundo está enfrentando, y NO deberían los ciudadanos de un país pasar por alto a la hora de escoger sus gobernantes, las mejores propuestas de Gobierno para el fortalecimiento de estas instituciones.

5.      El valor de ser solidario como sociedad:  Más allá de lo que implique o haya implicado para unos u otros quedarse en casa, esta crisis nos retratará como sociedad, que tan empáticos o indiferentes somos, que tan solidarios somos y qué tan responsables somos, entendiéndose esto último como la capacidad de hacerlo SIN que un Estado represor tenga que hacerlo. Pero también nos retratará como sociedad, si somos capaces de ayudar a nuestros vecinos, nuestros familiares y adultos mayores. Debemos entender que el valor de una vida y de cada ser humano es invaluable, por eso, cada esfuerzo que se haga para salvar una de ellas debe hacerse.

6.      El valor del tiempo: En un mundo donde el “tiempo es dinero”, resulta que ahora sobra el tiempo, y no sobra dinero. No imagino lo difícil que se puede ser para algunas familias crear una conexión que por años fue mínima, pero resulta que con todo y toda la cosa puede tener su lado positivo, se han puesto a disposición miles de obras literarias, que maravilla que de nuevo tengamos tiempo para leer, para hablar, para conectarnos, para escuchar un concierto, aunque sea virtual, para preguntarnos sobre lo realmente importante en la vida. Para extrañar al abuelo o abuela que tal vez no le dedicábamos el tiempo que merecen, ¿no se han preguntado que a veces se nos va el tiempo y pasa hasta un mes o mas sin ir a visitar al abuelo o abuela?, a pensar en que queremos dedicar nuestro tiempo, nuevos proyectos, nuevas ideas. Y es que en medio de tanta preocupación y temor por enfermarse o perder un trabajo, brotan los sentimientos más humanos que podíamos haber olvidado hace años. Sorpresa, somos frágiles y sensibles también, así que a valorar y replantear cómo y en qué quisiera utilizar mi tiempo cuando esto pase, valorar cosas tan sencillas, como estar sano, estar en familia, pero también el valor de vivir en un país sin contaminación.

En conclusión, más que un llamado de la Tierra, debe ser un replanteamiento de los modelos de convivencia que hemos venido teniendo, el individualismo tan fomentado en generaciones más jóvenes ha tenido un claro impacto social.

Pero también, minar la producción del sector privado (sector productivo), por un lado, ha resultado nefasto en modelos como el venezolano con sus altos niveles de pobreza, imagínese cómo va estar de preparado ese país para un evento así, por lo que pelear o sacrificar la libertad de empresa claramente NO es la solución, por lo que tampoco se vale tener un Estado grande e ineficiente en sus funciones de mejoramiento de calidad de vida del ser humano.

Pero tampoco podemos seguir produciendo de la misma manera, sea por cambio climático o sea por el coronavirus o sea por la crisis económica, lo cierto es que los números a nivel mundial no nos dan, pero este balance es el que todavía no se ha logrado por ningún país.

Todavía no se ha podido lograr un DESARROLLO SOSTENIBLE para que no tengamos desempleo y hambrunas, pero podemos producir de mejor manera, y al tan básico CONSUMIR SOLO LO QUE NECESITAMOS.

El empresariado debe tener la libertad para producir, pero también educarlo e incentivarlo en mejores formas de hacerlo, si no los cambio en la oferta no se van a dar. Incentivar nuevos modelos de cooperación para los pequeños y medianos empresarios como la economía social solidaria, pero también una reducción importante y real en las trabas a los emprendedores y los ya generadores de trabajo se hace vital para poder reactivar la economía, y eso parte por la necesaria reducción de impuestos para los países que los tienen muy altos, como en mi país.

Y los impuestos que se decida dejar DEBEN ser utilizados eficientemente y con evaluación de resultados para lo cuales fueron creados, no se vale tener impuestos ad perpetua sin una evaluación y valoración de los mismos, estos modelos de impuestos deben ser eliminados. Ahora le va a tocar al Gobierno hacer un verdadero replanteamiento del modelo de Estado frente a estas circunstancias, y no dudo al concluir que el modelo Estatista que han venido apoyando los últimos años el Gobierno en mi país llegará a su fin por imposibilidad económica de su mantenimiento.

Finalmente, estoy convencida que como sociedad saldremos adelante, no deja de ser intimidante, frustrante y porque no hasta provoca miedo estar enfrentándonos a un enemigo invisible que mata, pero el ser humano siempre puede sacar lo mejor de sí mismo en estas circunstancias, y ahí es donde está nuestro reto y motivación. Hace unos días mi hijo menor de 8 años se acercó muy preocupado, me agarró la mano y me preguntó, ¿Mami, vamos a poder ganarle al Coronavirus?, muy posiblemente porque al estar en casa sólo recibe noticias en los medios de cuantos infectados y cuantos muertos cada día hay en mi país y en el mundo,  a lo cual le respondí SI, ahora es momento de OCUPARNOS y echar para adelante, como humanidad y como sociedad, simplemente NO podemos dejarnos caer, eso sí, hacer caso a lo que nos indiquen que no queda de otra. Pero esto sin duda será un nuevo y mejor renacer de la sociedad si lo sabemos hacer bien.

Cierro con una frase de William Ernerst Henley, de su poema INVICTUS: “No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”