COSTOS Y PRESUPUESTOS: CLASIFICACIÓN DE COSTOS
Una empresa tiene diversos costos, lo que puede hacer complejo el análisis para la toma de decisiones. Por eso, la clasificación de costos nos da un marco que nos facilita esta labor. Existen varias clasificaciones y su uso depende de nuestra necesidad de información.
Por ejemplo, para la toma de decisiones referentes a volumen y rentabilidad se impone la clasificación de costos por su comportamiento ante cambios en la actividad. Nos referimos a la diferenciación entre costos variables y costos fijos. Los primeros corresponden a aquellos costos que varían de forma proporcional y directa cuando cambia la actividad. Por ejemplo, el combustible para un vehículo, mientras más rutas hace el costo será mayor. Los segundos, son los que no varían con las modificaciones de la actividad. Por ejemplo, el costo del conductor si este tiene un sueldo fijo mensual. Así el vehículo este en mantenimiento y no salga a trabajar, igual tendré el costo del conductor. Esta clasificación de costos es útil para calcular punto de equilibrio, apalancamiento operativo y costear productos bajo la metodología de direct costing.
El punto de equilibrio, también llamado punto muerto, es el nivel de actividad en el cual los ingresos son iguales a los costos, es decir, no hay utilidad. Si la actividad supera el punto de equilibrio, la empresa podrá obtener ganancias. Para calcularlo, necesitamos saber el precio unitario y el costo variable unitario, con cuya diferencia obtenemos el margen de contribución por cada unidad vendida, y con este dato podemos saber cuántas unidades debemos vender para cubrir los costos fijos. Esta información es muy útil para nuevos emprendimientos y negocios en situación de pérdida, pues responde a la pregunta ¿Cuánto debemos vender para dejar de perder o para empezar a obtener ganancia?
El apalancamiento operativo mide el impacto en la utilidad por una variación en las ventas. Cuando los ingresos crecen, por definición aumentan los costos variables, pero los costos fijos no, esto ocasiona que los costos crezcan en menor proporción que las ventas, lo que al final resulta en que la utilidad crezca a una mayor tasa que las ventas. Tengamos en cuenta de que esto también ocurre a la inversa, es decir, si las ventas se reducen en una tasa porcentual, la utilidad se reduce en un mayor porcentaje dado que los costos fijos no se reducen. El apalancamiento operativo permite tomar decisiones acerca de la conveniencia de si una reducción del precio aumenta las ventas y esto ocasiona una mayor utilidad.
Otra clasificación de costos esta referido a la de costos directos e indirectos, que su uso principal es para costear procesos y productos, tal como es en el caso del costeo ABC. Los costos directos son aquellos que se pueden asignar directamente a un producto. Por ejemplo, la tela es el costo directo de un pantalón. Allí no hay nada que discutir. Los costos indirectos, en cambio, son aquellos que no se pueden asignar directamente al producto, sino que tenemos que valernos de un criterio. Por ejemplo, ¿Cómo asignamos el costo del supervisor de producción si la empresa, aparte de pantalones, confecciona polos y casacas? Tendríamos que definir una regla de distribución del costo, a esto se le llama “cost driver”, que podría ser el número de unidades producidas por cada tipo prenda, o un factor de tiempo que demanda producir cada una o la complejidad de fabricar cada prenda.
Ahora trataremos la clasificación entre costos hundidos y costos marginales, cuya segmentación es usada para la toma de decisiones de corto plazo. Los costos hundidos son aquellos costos que provienen de una decisión que tomamos en el pasado o aquellos en los cuales incurriremos de todas formas en el futuro, por lo que no son imputables a la decisión que pretendemos tomar, en otras palabras, los costos hundidos son todos aquellos cuya magnitud no se verán afectados por la decisión y por lo tanto no deben ser considerados en la evaluación.
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Los costos marginales, en cambio, son aquellos costos que se originan por la decisión que estamos evaluando, y por lo tanto si deben ser considerados.
Finalmente, hablaremos de un tipo de costo, que no es contable, pero es muy importante para tomar decisiones de invertir o no invertir, por lo que deben ser considerados en la evaluación, nos referimos a los costos de oportunidad, que se definen como la mejor alternativa de rentabilidad y de igual riesgo que se podría obtener con los recursos productivos, y como consecuencia de la inversión, son sacrificados.
Para calcularlo tenemos que hacernos las siguientes preguntas ¿qué sacrificamos al tomar la decisión de elegir tal alternativa? ¿a qué ingreso estamos renunciando? ¿Qué rentabilidad alternativa podríamos obtener si es que lo invirtiésemos en una alternativa diferente, posible, pero de igual riesgo? Por ejemplo, si tenemos un local comercial que nos cuesta USD1,000, y su costo de mercado es de USD1,800, en nuestro flujo, para evitar tomar malas decisiones, deberíamos considerar como costo de alquiler de local el mayor, que son los USD1800, que es el costo de oportunidad del local comercial.
Por lo que hemos visto hasta este punto, cada tipo de clasificación de costos tiene un uso para toma de decisiones, aunque para análisis de costos más profundos podemos combinar las clasificaciones como, por ejemplo, subclasificar en costos variables directos y costos variables indirectos para decisiones de precio.
Riesgos-Microfinanzas-Planeamiento
2 añosBuen articulo.