Crecimiento y diversificación de la empresa familiar en el contexto de incertidumbre actual
¿Qué tienen en común todas las familias de éxito a través de generaciones?
El éxito para una familia empresaria es la continuidad sostenible de sus actividades empresariales y el enriquecimiento y conservación de su legado patrimonial familiar, es decir tanto su legado económico y empresarial como el incremento de su talento, el de los miembros de la familia y de su organización. Esto conviene recordarlo, especialmente en los momentos de incertidumbre que estamos viviendo.
Seguramente, todos compartimos que el futuro está lleno de incertidumbre, con muchos y diferentes riesgos; pero, también, muchas oportunidades para que una familia empresaria consiga su propósito. Para ello, es necesario, en primer lugar, que consensuen, a través de un diálogo transparente y participativo, y definan su visión de futuro, es decir, qué quieren ser dentro de unos años, concretando qué legado patrimonial familiar desean transmitir a la siguiente generación.
Lo segundo que tendría que plantearse la familia es qué estrategias tiene que desarrollar para aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos que conllevan, no sólo ya las dinámicas internas de su familia y de sus actividades empresariales, sino también las de sus interrelaciones, y, sobre todo, una variable más importante por estar lejos de su control, las dinámicas del entorno, cambiante e impredecible. Parece obvio, por tanto, que conviene actuar de forma prudente y preventiva. La respuesta a la incertidumbre debe ser una estrategia de crecimiento, con la mente abierta, aprovechando las oportunidades internas, pero también las oportunidades que pueden desarrollarse a través de operaciones corporativas y, sobre todo, que ese crecimiento sea a través de la creación de activos diversificados, entendiendo como diversificación que no estén correlacionados, es decir que no respondan de la misma forma ante un determinado escenario.
En resumen, deben tomar decisiones de inversión asimétrica o anticíclica, que son aquellas que cuando el entorno es favorable, produzcan un beneficio importante y que, en cambio, cuando el escenario y las condiciones sean contrarias, o no sean favorables, sus pérdidas sean limitadas.
Ciertamente todo comienza por la definición consensuada de una estrategia. Estrategia que debe ser consensuada, porque estamos hablando de futuro, y si queremos mantener la cohesión de la familia y el compromiso con la implementación de las estrategias a medio y largo plazo, debemos tener en cuenta la incertidumbre en los calendarios de retorno de las decisiones de inversión que se vayan a tomar. Además, es muy posible que, al principio de su implementación, los rendimientos y los resultados sean peores de los esperados. Y ese es el momento en que la familia debe mantener su cohesión, su esfuerzo y su compromiso con la visión y la implementación de las estrategias, aceptando la adaptación de las tácticas y los tiempos a las circunstancias que cada proyecto vaya presentando.
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De todo esto vamos a tratar en la jornada que celebraremos el día 3 en la sede de CEIM-CEOE de Madrid. En ella vamos a contar, en primer lugar, con Gregorio Izquierdo, el Director del Instituto de Estudios Económicos y Director de Economía de CEOE, un gran experto en el análisis del entorno. Ha trabajado y sigue trabajando en identificar cuáles serán los escenarios posibles a futuro, a nivel geopolítico y económico. Pero no sólo en términos macroeconómicos, sino tratando de identificar, dentro de ese cuadro macroeconómico, aquellas variables que son relevantes para las empresas, especialmente las familiares, como pueden ser la inflación, la evolución de los tipos de interés o la capacidad de obtener financiación externa para sus proyectos.
Después, tendremos un gran experto, José Miguel Maté, fundador de Tressis, un gran y experto especialista, una persona que lleva toda su vida aconsejando y ayudando a muchas familias empresarias a estructurar su patrimonio para que la liquidez que muchas veces generan los negocios y que no son necesarios para su crecimiento, las inviertan de forma que sus inversiones estén correlacionadas con sus otras actividades empresariales.
Y, por último, podremos conocer el caso de una familia de éxito, que es la familia Hernández, gracias a la generosidad de Blanca Hernández, la fundadora y CEO de Magallanes, ejemplo de empresaria emprendedora, polifacética y comprometida socialmente, más allá de su patrimonio y su actividad empresarial. Esta familia ha sabido establecer una estrategia y ejecutarla con eficacia, alcanzando hoy sus empresas unos resultados espectaculares. Es una persona, y una familia, que no busca el protagonismo social, sino simplemente desean, como tantos otros, desarrollar el noble oficio de empresario. Familia empresaria a lo largo de los años, hoy ya en cuarta generación y, seguro que vendrán muchas más, porque tienen todos los elementos necesarios para ello.
La Fundación Numa tiene como objetivo, con esta jornada del 3 de diciembre en la sede de CEIM-CEOE, poner a disposición, de cuantos empresarios puedan participar, los elementos más relevantes y necesarios a tener en cuenta para que su legado patrimonial pueda mantener el bienestar de su familia a través de generaciones y que sus actividades empresariales tengan un impacto positivo en la sociedad en la que los desarrollan. La familia Hernández es un ejemplo que demuestra que es posible, como tantos casos de héroes anónimos, que están comprometidos con el bienestar de la sociedad por imperativo ético y responsabilidad social y empresarial.