CRIPTOMONEDAS 2.0 ¿El nuevo dinero?

Por definición es todo medio utilizado en un intercambio, que cumple la función de ser unidad de cuenta (en COP, USD, Eu, Yuan, Libra, Marco, etc.) y depósito de valor. Su historia comienza con el trueque después de la Revolución Urbana hace 10.000 años, cuando la humanidad comienza a establecerse y a abandonar la vida nómada y su avance induce el intercambio de bienes entre una ciudad y otras. Fue la presión del mercado, la oferta y demanda, la que forzaron su aparición que se fue acelerando por dos cambios evolutivos: las comunicaciones y la tecnología.

La lucha entre ciudades y el nacimiento de los imperios hace 5.500 años crea rutas de comunicación que acercan las ciudades y expande la demanda de productos; en este nuevo escenario el trueque se hace insuficiente, aparecen las primeras monedas en el siglo VII A.C. acuñadas con metales preciosos. Luego se aprende que se pueden acuñar con menos contenido de metales y el uso de aleaciones más baratas hasta que en el siglo XVII surgen los primeros billetes, representativos de su valor en oro, hasta el acuerdo de Bretton Woods después de la 2ª. guerra mundial.

Su manejo centralizado y en poder de la autoridad monetaria, cooptada en ocasiones por el gobierno provoca hiperinflaciones por emisiones monetarias masivas e incontroladas. Ejemplos de este desorden de política monetaria son los billetes con más ceros: primero el de un trillón de Pengos (Hungría); el “campeón mundial”, el de cien trillones de dólares de Zimbawe y más recientemente el de 500.000 millones de dinares en la antigua Yugoslavia después de la secesión.

El dinero, como medio de cambio, se conoce con sus iniciales en inglés: M y se desagrega en M1 (circulante y depósitos), M2 (más certificados de depósito a término menor a 2 años), M3 (sumando instrumentos diferentes a acciones con vencimiento menor a 2 años) y, por último, M4 ,sumando los bonos y títulos de deuda del Estado.

Hoy las criptomonedas son otra forma de dinero pero, en verdad muy pocas de ellas lo son en realidad: son un medio de intercambio, se valoran en dólares principalmente (también en otras divisas) y al existir una capitalización de mercado que ya supera los USD 893,2 billones de los cuales se transan más de USD 50B diarios, hay 10.869 productores (eran 2.500 en 2019), de los cuales los primeros 8 son más del 80% del “valor de mercado”, hay oferta y demanda luego también un precio de equilibrio que define su valor, así sea inestable, incierto y de altísimo riesgo y lo peor, carente de respaldo; hay también cerca de 20 brokers comerciando con ellas, permitiendo monetizarlas en divisas; la casi totalidad son oscuras y sirven de medio para transacciones de ese tipo.

De las primeras 20 que son el 89% del valor de mercado solo algunas tienen respaldo en activos que mantienen el precio en USD 1: Theter, USD Coin, Binance USD tienen capitalización de mercado superior a USD 22.000B y un volumen de transacciones diarias superior a USD 6.100B; todas las demás son algoritmos basados en el anonimato que provee blockchain (cadena de bloques) con las excepciones mencionadadas.

Entra una innovación en este mercado, un proyecto de banco mutualista descentralizado que ofrece la próxima alternativa a intercambios sin pasar por los bancos centrales. Sustenta la iniciativa Quantum Financial System: procesamiento cuántico distribuido y transacciones de persona a persona encriptado a través de satélites propios y de banco a banco, que además no provoca la afectación al medio ambiente que provoca la energía consumida por blockchain; el acuerdo ya fue firmado por 209 naciones y está en proceso de implementación para sustituir a Swift (USA) o Sepa (Europa).

El temor de las autoridades monetarias es la pérdida del control sobre la masa monetaria, esencial para el control de la demanda agregada, de la inflación y el crecimiento de la economía y el bienestar. El reto es grande y la solución imparable: dinero 2.0 (o M5), aprovechando la tecnología de encriptamiento cuántico, no blockchain. Cada nación e incluso empresas podrán crear su moneda digital, como hoy ya ocurre en el mundo desarrollado y su transacción de origen a destino estará claramente identificada y como diríamos coloquialmente, “encima de la mesa”.

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