¿Cuánto cuestan los problemas de Duquesa?

Hace unos meses vivimos las confrontaciones entre el Ministerio de Medio Ambiente y las personas a quienes se les había concedido la licitación para administrar el vertedero de Duquesa, sobre todo por un desacuerdo entre precios contratados y servicios efectivamente realizados. Hoy, quiero llamar la atención a la otra cara del problema, ¿Cuáles son las consecuencias económicas de que Duquesa no funcione bien? 

Con la Semana Santa vinieron los primeros incendios de origen indeterminado, que han terminado con una importante humareda en toda la capital dominicana el Lunes de Pascua y hoy martes 3 de abril. En mi residencia, a varios kilómetros del vertedero y relativamente cercana a las brisas del mar, se sentían los efectos del fuego como si fuese que en algún solar baldío cercano alguien hubiese inadvertidamente provocado una tragedia. Trasladándome por la ciudad vi peores condiciones en el Centro de los Héroes y hasta una ambulancia desde tempranas horas de la mañana lo que me lleva a mi punto inicial. ¿Cuánto se está gastando en antihistamínicos, salbutamol, gotas para los ojos, ambulancias, servicios de emergencia, aires acondicionados para aislarse y hasta vacaciones con tal de no someterse a este infierno en las últimas 48 horas? Más aún, llego a la oficina y un mensajero me dice que tiene informaciones de empresas ubicadas en la zona que tuvieron que despachar a su personal por el día porque era imposible trabajar en esas condiciones.

No estoy advocando porque la gestión de este vertedero se haga desde determinado sector, estoy aprovechando la ocasión para insistir en que los fondos para este ejercicio los terminamos pagando de una manera u otra, no sólo a través del pago de quien se ocupa directamente del (los) vertedero(s). Visto lo caro que nos sale en términos de salud y productividad, quizás convendría designarle una partida más importante en el presupuesto. Y por supuesto, no se trata de únicamente asignar los recursos, sino de destinarlos al efectivo cuido del medio ambiente, de lo contrario vamos a morir ahogados. Literalmente.