Cuando la perfección nos aleja del camino

Diccionario real a de la lengua española; Perfección: “Tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a 

considerarlo acabado”. “Completa ausencia de error”

Existen también miles de definiciones filosóficas. Como esta que me gustó:  La perfección es una valoración abstracta individual y subjetiva a instancias de la construcción de un modelo de referencia que tal vez resulta irreal.

Durante los últimos meses, he estado participando de proyectos, decisiones, definiciones de nuevos planes estratégicos de la compañía donde trabajo, adicionalmente definiendo algunos planes  que estoy desarrollando a nivel personal y como lo he mencionado en artículos anteriores,” para mí, el pensamiento flexible y la ejecución deben ser  características fundamentales en las personas que me acompañan y obviamente es algo en lo que procuro trabajar en mi día a día”. Pues esta vez sí que lo  he podido vivir, reflexionar y analizar mejor.

Este 2023 se avecinan grandes retos en las diferentes industrias, los cuales tendremos que aprender a manejar (algunos sobre la marcha) pero, adicionalmente, yo lo percibo como una excelente oportunidad para ponernos a prueba, enfrentar el reto y concentrarnos en sacar lo mejor de nosotros y aportar, guiar y aprender. No solo a nivel profesional, sino para la vida. ¡Nuestra vida!

Yo defino mi proyecto de vida, igual que los proyectos laborales, desde hace muchísimos años, cuando aún no tenía idea que existían metodologías especificas para aprender a hacerlo así.  Trabajo en tener claro el Qué quiero lograr y Hacia donde quiero ir y después armo mi plan estratégico de Cómo lo voy a ejecutar. Algo muy típico de la gran mayoría en el cómo trabajamos en nuestras vidas.

Pero, lo que más disfruto es que, aunque me haya tomado el tiempo de planear qué quiero hacer, el camino no siempre sale como yo lo esperaba, y acá es donde sale la mejor versión de mí.

Créanme que he tenido situaciones personales muy difíciles y el camino no salió como esperaba, pero nada me ha enseñado más en la vida que el recorrido que tuve que afrontar y diseñarme para salir avante de estos casos.

He planeado varias veces proyectos con un Qué definido, y adivinen… el camino dio 5 rumbos diferentes en poco tiempo, pero salimos al aire, salimos exitosos, salimos siendo mejores.

La vida me ha enseñado a no buscar la perfección, pero si la Excelencia.

Y yo quiero seguir enfocándome en ser excelente, en planear, analizar, ejecutar, revisar, probar y cambiar las veces que sea necesario. De esta forma construyo sobre lo construido y no siento derrotas complejas sino victorias tempranas.

No quiero ser perfecta ni buscar la perfección, no existe y es que por definición, sería imposible tener una ausencia de error.

En cambio, trabajo en buscar la excelencia, en enfocarme en el proceso, en aprender del camino, de mis colegas, de mi familia,  de los socios. De todos esos grandes maestros que me van mostrando el camino y me ayudan a crecer.

Agradezco la paciencia, la guía, las recomendaciones y el escucharme activamente, muchas veces sin pretender darme las respuestas, porque en medio de las conversaciones salen por si solas las ideas, la creación, la innovación que matamos cuando buscamos la perfección.

No busco la perfección, no me interesa. Quiero seguir disfrutando de lo que amo, de la gente con quien trabajo,  de mi familia, de las experiencias, del estrés, las risas y los  momentos críticos.

De reevaluarme y exigirme creatividad, pensamientos fuera de lo estático, ideas salidas de la caja. Sobre todo, de desaprender. El gran reto que debemos afrontar. La vida cambia, los retos vienen y lo que ayer era de pronto hoy no va a ser.

No nos matemos en el intento de la perfección. No pretendamos tener todo absolutamente claro y estrictamente planeado, dejemos márgenes de error que nos permiten crear y no frustrarnos. Pero ejecutemos. No debe haber planes sin ejecución, el éxito está en probar y corregir no en planear y soltar.

Se avecina un 2023 de grandes retos y definitivamente, en medio de tantas expectativas y plsnes, los invito a sentirnos capaces de maniobrar las veces que sean necesarias para vernos en la meta.

¡Nos vemos en el camino!