Día mundial contra el cáncer

Hoy es un día cotidiano para muchas personas, pero para muchas otras personas no lo es. Cada día se diagnostican cientos de cáncer en todo el mundo, es una lotería en la que jugamos todos sin haber sido invitados, no importa la raza, creencias, estatus social, ser buena o menos buena persona, alcanza a personas longevas, pero en ocasiones toca a personitas que ni si quiera han comenzado a vivir…

Nuestra vida cambia con un chasquido de dedos, en ese momento nos empequeñecemos, cualquier cosa insignificante nos parece enorme, imposible de superar.

Entonces, una mano toca tu hombro, recibes un abrazo que no has pedido, pero sabes que lo necesitas, esa fuerza que se desvanece de tu cuerpo es cubierta por toda la gente que te rodea, padres, hijas, madres e hijos, amigos y amigas que se desviven por sacarte una sonrisa y darte a entender que no estas solo en esta lucha. Esas personas mayores, abuelas y abuelos que tanta experiencia tienen en vivir y sobre todo, sobrevivir. ¡Escúchalas! No sabes todo lo que te pueden aportar.

Ninguno estamos exento de este juego sin reglas, por desgracia conozco muchas personas que están luchando en estos momentos por llegar al final de este juego y salir victoriosos, en cambio, otras personas se quedaron a mitad de la partida, sin embargo, a otras no les dio tiempo a comenzar para intentar ganarlo.

Pero también conozco muchas personas que ganaron la partida, personas que ese chasquido de dedos les ha hecho ver la vida de otro modo, me siento privilegiado de estar dentro de su círculo, siento que me están ayudando más a mí, que lo que yo les aporto, estoy aprendiendo a vivir gracias a estos seres queridos.

Hace unos años decidí hacerme socio de una asociación contra el cáncer, decidí hacerme cuando la lotería entro en mi casa, le toco a una persona por la cual hoy soy quien soy, me enseño los valores de la vida y los valores en las personas, sé que es un granito diminuto el que aporto, pero me siento muy orgulloso de que este granito ayude a grandes profesionales para combatir en esta lucha tan complicada de vencer.

Yo lo veo de este modo, gastamos dinero en algo que creo que a todos nos gusta, juntarnos con nuestros amigos para tomar algo, decidí entonces que, si tenía dinero para eso, también podía aportar ese dinero en una asociación que investiga la cura o hace que personas afectadas puedan llevarlo algo mejor.

Yo lo veo así de simple y sencillo, en cuantas cosas gastamos nuestro dinero las cuales tenemos cogiendo polvo o incluso, terminan en un trastero porque estorban. Esta decisión en que invertir mi dinero la tome hace ya más de siete años, hoy, al ser querido que le toco esta lotería ya no está conmigo, pero sé que mi granito está ayudando a muchas personas en la lucha por ganar este juego.

Sin conocerlas, estoy seguro que cada persona que recibe ese granito lo agradece con su mejor sonrisa…

Yo lo tuve claro hace siete años… ¿Y tú?

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