The Days: Chernóbil con esteroides
Hace algunos años, HBO nos sorprendió con Chernóbil, en donde con una perspectiva humana y cercana, nos presentó una crónica del peor accidente nuclear de la historia. Acompañado de una narrativa muy inteligente, pudimos entender las causas y consecuencias del suceso sin perdernos en una complicada maraña de conocimientos científicos. Y cuando creíamos que difícilmente podía superarse, Netflix nos presenta The Days, que no es otra cosa que Chernóbil con esteroides. La historia es la misma, un desastre nuclear en una planta que todos consideraban segura y que ahora pone en riesgo la existencia de un país completo. Parecía un argumento de una película de ficción, pero todos estamos seguros de que está basada en hechos reales, ya que todos fuimos testigos del día a día a través de los medios de comunicación en aquel lejano 2011.
La magia de la serie radica en su capacidad para generar tensión dentro de un ritmo muy pausado. Desde el primer instante, ya sabemos que va a temblar, pero no sabemos cuándo. Ya sabemos que habrá un tsunami, pero no sabemos cuándo. Ya sabemos que la planta va a explotar, pero no sabemos cuándo. Durante los 8 episodios de la serie se vive, se siente y se palpa una sensación de peligro constante, es imposible tomar un descanso porque el desastre puede ocurrir en cualquier momento. Lo peor de todo es que en el trayecto, como espectadores, nos vamos enamorando de cada uno de los distintos personajes al interior de la planta nuclear de Fukushima, quienes están construidos con un profundo arraigo de los valores de la solidaridad, la responsabilidad y el respeto a la vida humana.
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A diferencia de Chernóbil, aquí no hay villanos, no hay personajes irresponsables cuya avaricia e irresponsabilidad provocó la tragedia. En The Days vemos personas extraordinarias completamente rebasadas por la catástrofe, con los cuales generas un lazo de una profunda empatía, te unes a su equipo y eres parte de ellos. Como audiencia estamos ahí, puedes sentir que tienes puesta una máscara protectora para poder respirar; tu visión se empaña con el calor; tu cuerpo se siente mojado con el agua del tsunami; la radiación genera comezón en la piel; cuando se va la energía eléctrica, tú también te quedas a oscuras. La serie se transforma en una experiencia sensorial única.