Libre de reír: El Docu-reality que todos deberíamos de ver

Se requiere de mucho valor para entrar a un reclusorio en México, los medios se han encargado de contarnos auténticas historias de terror que suceden en su interior. Pero ¿hacer una producción de televisión ahí adentro? ¡Es una locura! Pues, bendita locura de los productores de Libre de Reír, que se puede ver por Amazon Prime.

Hay pocos lugares tan duros como lo son las cárceles mexicanas, espacios completamente olvidados por todos, donde se encierran bajo llave a aquellas personas que el sistema considera que son un riesgo para la comunidad. Nos sentimos más seguros sabiendo que la gente peligrosa está ahí guardada, y poco nos interesan las condiciones en las cuales ellos sobreviven. Es una especie del “cuarto de los cachivaches” de nuestra sociedad donde arrojamos todo lo que creemos que está descompuesto, pero que no tenemos, ni el interés o las fuerzas, para arreglarlo y preferimos solo quitarlo de nuestra vista para seguir con nuestras vidas. Al final se nos olvida que, ahí, en esos lugares tan lúgubres, hay seres humanos, son hijos, son madres, son hermanos, con sueños, con metas, con aspiraciones, con ganas de vivir. Y eso es precisamente Libre de Reír, un docu-reality, encabezado por Sofía Niño de Rivera, que busca humanizar este conflicto, ponerle rostro a la problemática para motivar una reflexión.

La serie se compone solo de 5 episodios, pero cada uno cuenta con un trabajo de preproducción impresionante para lograr meternos a un penal donde la conductora imparte un taller de Stand-Up a tres grupos de reclusos: hombres, mujeres y población LGBT. De la mano de ella, conocemos las historias desgarradoras de los hombres y mujeres que cometieron un error en el pasado y que, desde entonces, viven el calvario de la rehabilitación para poder reintegrarse a la sociedad. Y, sin embargo, el tono en el que se desarrolla todo es ameno y relajado, se usa la comedia para moderar la tensión y lograr un mayor acercamiento a cada uno de los conflictos. Se nota un extraordinario trabajo fuera de cámara para coachear a los reclusos, sin sesgarlos de forma alguna, permitiéndoles desinhibirse y ser ellos mismo frente a la cámara (que siempre impone). El resultado, después de una labor titánica de edición, son historias auténticas que conectan y generan una empatía que termina con conmover a cualquiera. Resulta paradójico que, en un lugar tan sombrío, se pueda encontrar la esperanza través de la risa; al terminar cada capítulo el espectador queda con la sensación de que no todo está perdido y que aún hay posibilidades, no solo para los participantes de la serie, si no para que muchos más reclusos puedan salir adelante.

Además, la audiencia tiene la oportunidad de convertirse en uno más de los alumnos de Sofía Niño de Rivera y entender cómo se construye un monólogo de Stand-Up, sus tipos y las diversas formas en las que uno puede crear comedia. Se reflexiona alrededor de los temas tabú y prohibidos alrededor de los cuales ya no es posible reírse como la discriminación o la violencia hacia la mujer. Imagine usted la intensidad del debate cuando uno debe convencer a personas que han estado aisladas de la sociedad por años y, durante ese tiempo, han internalizado la violencia como un mecanismo para sobrevivir. La realidad que ellos conocieron ahora ha cambiado, y para muchos, salir de ahí genera más miedo que permanecer dentro.

Libre de reír es mucho más que una serie de televisión, o un programa de Stand-Up, es una auténtica reflexión sobre el proceso de reinserción social en México, es una mirada hacia la oscuridad para descubrir que ahí adentro también una pequeña llama de esperanza. 

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