De la Imagen Física Política

Decía Patrycia Centeno en su libro ''Política y Moda'' que ''con una buena imagen se puede vender una mala idea, pero con una mala imagen es imposible vender una buena idea''.

La imagen física política es un recurso que utilizado de manera inteligente, eficiente y estratégica nos sirve para distinguirnos de nuestros contrincantes de campaña.

Ser un político de nivel es mantener una congruencia con nuestra vida privada pública y nuestra vida pública que realmente validen el rol social que le ha sido asignado, es decir, la imagen política se utiliza para ampliar las capacidades de competencia, posicionamiento y rentabilidad electoral. La percepción que se tiene de un político se basa en su imagen física y esta debe estar equiparada al votante. Por eso se señala que una buena o mala relación entre la vestimenta (imagen) y el discurso (mensaje) resulta determinante en la percepción, congruencia y valoración que los medios de comunicación, el electorado, y los ciudadanos en general tienen sobre la gestión de un determinado político. La imagen política puede condicionar tanto y a tantos que puede gobernar personas y a su vez controlar las cosas.

El marketing político y asesoramiento real de la percepción del candidato al votante comenzó en México en el año 2000 con Fox Quesada. Después de esto se marca un suceso y seguimiento importante en las elecciones internas en todos los partidos políticos mexicanos; Comenzó a priorizarse la buena imagen, reputación y la facilidad de convencer al votante o electorado en lugar de los años de militancia y servicio al partido mismo.

Pasamos de fabricar al electorado, a fabricar al candidato como forma de victoria a elecciones.

-Trayce Michelle L Acosta.