De lo que me ocurró con un personaje. "Cachito, el más ruin"

De lo que me ocurró con un personaje. "Cachito, el más ruin"

A Cachito lo conocí en la vida real y como el personaje también era abogado y chapucero, no tenía escrúpulos con nadie, ni con su familia.

A decir verdad, con Cachito real y con Cachito personaje, tanto como autor y como el narrador por el que aposté para que cuente la historia aborrecían a Cachito, eso ya tiene ímpicita una reserva moral que no pude dirimir en la extensión del texto y el narrador se encargó de demonizarlo. Debo reconocer que hubo un fallo del narrador porque como autor lo contaminé, y la idea era que el narrador mediatice mi voz con su perspectiva, pero yo fui muy pacato y en lugar de dejar hablar al narrador, se colaba mi voz.

El arte y la moral no se llevan bien, no van de la mano, pero acá tengo que asumir que me dejé llevar por algo que excedía la literatura y ya tenía que ver, más que nada, como un deseo personal, vengarme del Cachito de papel, el Cachito personaje.

Cachito era abogado, egresado de esas universidades que con solo pagar reciben un título sin haber estudiado una hoja; Ángel no tuvo esa suerte, porque el padre falleció antes de que el menor de los hermanos terminara el secundario y la vida agitada y clandestina que llevaba su padre los dejó a todos en la calle.

Ángel no tuvo más remedio que trabajar en un momento que el país estaba atravesando una crisis sin precedentes.

Quería, deseaba, recuperar el estilo de vida al que los tenía acosyumbrado el padre, pero con tres o cuatro trabajos el dinero solo alcanzaba para pagar un alquiler y de la capacidad de ahorro, ni hablar.

A Ángel le duró poco el entusiasmo, cayó de un pedestal para terminar en el asfalto caliente de una tórrida siesta, igual que Omar.

El matrimonio con la Rusa no duró mucho, Ángel estaba celoso de sus hijos, pretendía ser un hijo más, mimado y cuidado por la mamá que había elegido como esposa, nunca pudo asumir el rol de padre ni mucho menos de esposo.

Cachito, sin decir agua va, lo había excluído, por medio de artimañas legales, de las propiedades a repartir entre los hermanos, una vez muerta la madre.

Una de las casas la había hipotecado a cambio de un lote de Rólex que trajo de Paraguay y el negocio no prosperó y vaya a saber qué pasó con esa casa.

Entre la madre, la hermana y Cachito habían urdido un plan para desalojar a Ángel de la casa de la abuela paterna que al casarse había ocupado con la Rusa con tal de no pagar más alquiler.

De Cacho, no voy a usar el diminutivo porque ese diminutivo minimazaba las vilezas con las que procedía en cada plan de acción para engañar a uno u a otro. No tenía ningún tipo de escrúpulos, era capaz de veder el alma al diablo con tal de lograr lo que se proponía.

Honestamente, debo reconocer un desacierto en la novela y fue justamente eso, involucrarme con Cachito, salpicar al narrador con mi mirada de autor.

Pero bueno, eso fue parte de un aprendizaje, a no quedar pegado afectivamente con los personajes, porque no es el autor quien habla, sino el narrador, que si bien es una decisión del autor, no es la voz del autor, es la voz de una figura de papel.

Esa fue una enseñanza muy valiosa para aprender a tomar distancia de los personajes y no tomarlo a título personal.

La idea de este artículo fue, por un lado, poner de relieve el error narrativo y por el otro, aprender a diferenciar la figura del autor de la del narrador.

Los dejo por hoy, espero les sirvan estos consejos, que aunque parezcan obviedades se suele caer a menudo en estas confusiones.




Frida Rodriguez

Gerente Franquicias operación-administración/habilidades gerenciales/liderazgo/ventas. Motivar equipos/dinámicas/estrategias de ventas/métodos/planeación.Experiencia en negocios/Coaching profesional y desarrollo personal

8 meses

Magnífico Mariano Pagés Candioti 👏🏻👏🏻👏🏻 Ábrazos con cariño 🫶

Carolina Aranda

🕵️♀️Te stalkeo hasta la camaleonización y hago que existas en Linkedin… sin escribir | Escribo yo. Tú te posicionas | Top 1 Favikon Writing & Storytelling 🇻🇪 |+20 marcas ghostwriteadas con Narrativa Estratégica👻

8 meses

Ayer me desperté a las 5 de la mañana, una hora no habitual en mí para despertarme, pero me levanté, hice mis cosas, agarré la computadora y le di forma de relato a un sueño extraño que tuve. Lo hice como un ejercicio de escritura despersonalizada. Por un momento mi mente quería borrar un comentario escatológico de uno de los personajes, pero callé a mi mente racional y dejé que el personaje se expresara. Creo que es eso lo que comentas aquí, ¿cierto?

Guillermo Fernández

Copywriter Turístico: escribo para negocios de viajes / Guionista.

8 meses

Gran consejo de un escritor curtido en la lucha con la Remington.

Muy bueno, y muy cierto.

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