Del teletrabajo al anywhere workspace
Del teletrabajo al anywhere workspace
La idea de trabajar desde casa existe desde hace muchísimo tiempo, al menos desde la década de 1970. Primero como anhelo casi inalcanzable y luego, a medida que la tecnología lo fue haciendo factible, como beneficio que otorgaban algunas empresas a sus colaboradores.
La pandemia cambió las reglas del juego de manera radical. Según datos de PortalUniversidad.org.ar, solo en Argentina hubo unas tres millones de personas que debieron iniciar un teletrabajo forzado cuando se decretaron los confinamientos. Esto vino acompañado de una inversión no menos forzosa: el diario Ámbito Financiero estimó que más del 70% de las empresas debió adquirir notebooks, VPNs, máquinas virtuales y paquetes de seguridad y de acceso remoto para sostener sus operaciones.
Las cifras fueron similares -y siempre significativas- en todos los rincones del mundo. El paradigma laboral centrado en la oficina tembló hasta sus cimientos.
Esa primera experiencia obligatoria marcó el camino para lo que está sucediendo en la actualidad: la obligación de repensar el espacio de trabajo, de aprovechar la inversión ya realizada y de analizar los próximos pasos de manera estratégica para crear anywhere workspaces que garanticen no solo la productividad, sino también una buena experiencia para el colaborador y, fundamentalmente, que sean seguros.
Esto último se vuelve esencial, sobre todo considerando cómo crecieron las amenazas a la ciberseguridad y lo críticos que son estos escritorios ultra distribuidos: hoy los datos de las empresas circulan literalmente por las casas y los dispositivos de cada uno de sus empleados.
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En esta nueva era se consolida el concepto de “espacio de trabajo digital inteligente”, entendido como un entorno federado y personalizado que pone al trabajador en el centro y le proporciona los datos, el contenido, las aplicaciones y los colaboradores que necesita para completar sus tareas. Por la misma naturaleza que está adquiriendo el trabajo, es imprescindible que pueda accederse a este espacio en cualquier momento (las 24 horas del día, los siete días de la semana), desde cualquier lugar y utilizando cualquier dispositivo.
Como todo cambio significativo, este nuevo modelo de teletrabajo implica también nuevos desafíos: las áreas de IT necesitan configurar, gestionar y personalizar equipos que se encuentran físicamente distantes y, al mismo tiempo, entregar las herramientas de autenticación y seguridad para proteger los datos y las aplicaciones que se utilizarán en cada uno de ellos.
En este contexto ganan relevancia herramientas como el software Prism Cloud HCI de Nutanix. Permite gestionar esa infraestructura creciente y compleja con apenas un clic y permite automatizar operaciones sin código para que no haga falta tener recursos dedicados a actualizar, monitorear o verificar el estado de cada uno de los equipos remotos.
Además, utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para conocer el comportamiento del rendimiento en tiempo real de las máquinas virtuales asociadas, predecir fallas o anomalías y garantizar la máxima productividad.
Ya probamos trabajar desde casa. Es el momento de crear espacios de trabajo inteligentes para poder hacerlo desde cualquier lugar con el mayor desempeño posible y con los máximos niveles de seguridad imaginables.