¿Podría el "trabajo perfecto"​ no ser      'suficiente'​? ¿¡Cómo?!?
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¿Podría el "trabajo perfecto" no ser 'suficiente'? ¿¡Cómo?!?


Parece de locos, ¿cierto? Sobre todo hoy en día que ¡tener un empleo en sí ya es un gran privilegio! Y, sin duda, lo es. Entonces, ¿por qué es tan difícil disfrutarlo, hacer del trayecto una aventura que nos estimule y saque lo mejor de nosotros?

La verdad, porque nadie nos ha enseñado a hacerlo.. . ¡al revés! Vivimos en un mundo que nos dice que sólo con grandes esfuerzos podremos sobresalir y ser exitosos. Han llegado a decirnos que el trabajo es tan terrible que hasta nos pagan por hacerlo, ¿¡cierto?!

Hoy, la ciencia nos demuestra lo contrario.

Y ahora que está tan de moda el tema del burnout y la NOM035, pensé en compartir contigo algunas ideas que pueden ayudar a tener una perspectiva diferente del trabajo y de cómo lograr transformarlo en una vivencia que lejos de generar tanto estrés, desgaste y agotamiento, puede ser una experiencia que nos satisfaga, nos motive... hasta que nos divierta!

Así que si estás cansad@ –literal!– del agotamiento crónico, de la gastritis, del insomnio, de los fines de semana conectado al email, de los tics, de las ojeras, de la falta de energía, en fin, de todo eso que nos provoca el famoso burnout... o si conoces a alguien así, ¡¡sigue leyendo!! tal vez aquí encuentres alguna idea valiosa. Y, si es así, recomienda y comenta mi artículo; me encantará leerte y saber que lo has disfrutado!


El alto costo del burnout

Llegan a mí muchísimos de ejecutivos y ejecutivas con todo tipo de metas, retos y problemáticas; y, entre tod@s ell@s, hay dos tipos que son muy relevantes para este tema:

  1. Quienes quieren alcanzar su trabajo ideal –ya sea con una promoción a un puesto más alto, o cambiarse de empresa, de área, o reinsertarse porque salieron del giro que les gusta, en fin, hay cualquier cantidad de razones–.
  2. Quienes –y tal vez esta situación te resulte más sorpresiva– tienen el "trabajo perfecto" –un buen puesto, en una buena compañía, con un muy buen ingreso, en muchas ocasiones hasta extraordinario– y que, de una forma u otra, no logran hacer que las cosas fluyan, o no saben bien a bien cómo enfrentar los retos de todo tipo (políticos, de liderazgo, culturales, la competencia no siempre muy leal con pares, objetivos encontrados con otras áreas del negocio, colaboradores difíciles, diferencias dolorosas en sueldos y compensaciones, en fin, como bien sabes, también hay cualquier cantidad de situaciones complicadas); o, bien, simplemente, que no tienen balance de vida y no alcanzan a disfrutar de lo que están creando o no logran sentirse del todo realizad@s y felices.

Es mucho más común de lo que pensamos. Es más, yo te diría que es 'natural' que eso suceda y la ciencia explica porqué, como veras más adelante. Y sucede con independencia de las diferencias generacionales, aunque está claro que los Millenials, la Generación X y los Baby Boomers lo expresamos cada quien de diferente forma.

 

Te confieso…

Yo misma pasé por ahí. Recuerdo con claridad la carrera que se abría frente a mí; una carrera que ya había cosechado muchos logros regionales, globales y nacionales, que incluía todas las posibilidades del mundo de los grandes corporativos –los múltiples viajes en business, las juntas globales, los premios mundiales, en fin, el glamour ‘100 Global Fortune’-. Que todo eso me hubiera aburrido muy rápido y me resultase poco atractivo era extraño y, para ser honesta, me generaba cierta culpa… pensaba que había algo mal en mí, ¿tal vez estaría deprimida? Como experta en desarrollo humano y desarrollo ejecutivo sabía perfectamente que debía estar agradecida por todo aquello –y no me mal entiendas, lo estaba, y muchísimo-, era simplemente que mi interior anhelaba algo más, algo diferente, algo que en aquel entonces yo, a falta de otras palabras, llamaba “algo real, algo genuino”.

Después de toneladas de libros, de mucho trabajo interno y de años de dedicación y estudio –me preparé como Coach Ejecutiva en UK y en San Diego, participé en equipos globales y regionales creando estrategias de desarrollo ejecutivo, lancé varias universidades corporativas, me preparé en ventas y marketing también en San Diego, en fin, la lista es larga–, ¡logré crear una vida profesional totalmente plena y llena de todo lo que me encanta hacer! Y justo me dedico a ayudar a otras personas a lograrlo mucho más fácil y rápido, sin todo el esfuerzo que implicó para mí y para quienes deciden “echárselo a pie”!

Te sorprendería la cantidad de ejecutiv@s que trabajan en las empresas de autos de lujo más cotizados, en las farmas más vanguardistas, en los corporativos de productos de consumo más dinámicos, en fin, en toda clase de grandes empresas que se distinguen por cuidar al talento y retenerlo… Y que me buscan para lograr una vida profesional más satisfactoria y disfrutable. Muchas veces se sienten desdichados, poco reconocidos, desaprovechados. Me piden ayuda para “encontrar sentido”, “tener mayor balance”, “ser vistos”, “sentir de nuevo pasión por lo que hacen”, en fin, para ‘enderezar’ algo que en algún momento se desvió, se torció o se perdió definitivamente.

¿Cómo alguien podría sentirse desdichado o abrumado si dirige un equipo en una de las empresas más grandes del mundo, si trabaja en una oficina corporativa con múltiples amenidades, si vive en un Penthouse con una vista espectacular al skyline de a una gran metrópoli?! Es absurdo, ¿cierto? Para nada.

¿Qué sucedió...?

 

El engaño del éxito y la felicidad

En el mundo globalizado, sobre exigente y saturado de estímulos e información en el que vivimos, con metas cada día más streched, con opciones más deseables, con mayores niveles de bienestar, las personas estamos sometidas a presiones exponenciales. El nivel de competencia se ha extremado muchísimo, en el trabajo y en lo personal.

Sólo echa un ojo a cualquiera de tus redes sociales, todo el mundo parece tener una vida envidiable: viajando todo el tiempo a los mejores lugares del mundo, con relaciones increíbles y divertidas, viviendo experiencias extraordinarias y significativas día tras día; y todo esto financiado por un maravilloso trabajo de medio tiempo tan flexible y generoso que permite cualquier excursión exótica de más de seis meses al lugar más recóndito del planeta.

Y la gris y temida alternativa a este escenario, es caer en la desgracias del 'godín' o, peor aún, del desempleo.

Aunque suene muy gracioso, en realidad todo esto pone toneladas de peso sobre nosotros... ¿lo has sentido? Por una parte la sobre exigencia del "mundo maravilloso" y por otra la temida caída libre hacia el "barranco del olvido".

La realidad es que la vida no es así. Tú lo sabes. ¡A menos que seas uno de los herederos de las ocho familias más ricas del mundo! Pero aunque esto lo sepamos de forma racional, nos sentimos obligados a cubrir expectativas irreales e irracionales, mientras enfrentamos los retos y situaciones propias de "nuestra realidad". Y en medio de todo esto, quedamos nosotros, nuestros sueños, nuestras preocupaciones, nuestros anhelos, nuestros desvelos, nuestros talentos, nuestro potencial y, sobre todo, nuestra capacidad de transformar nuestra realidad y crear lo que verdaderamente queremos y nos hace felices.


Scientific brain facts: beating paradigms

¿Qué es lo que realmente sucede cuando logras el "trabajo perfecto" y, en efecto –dado todo lo que estamos platicando–, no es 'suficiente'... no te hace feliz?

Hay muchos factores que influyen, ¿correcto? desde la carga de trabajo, las presiones, la política, etc.

¿Qué tal si todo esto pudieras 'modularlo' y matizarlo a tu gusto, de forma que te permitiese realmente disfrutar y enfrentar los retos desde un lugar de mayor tranquilidad, sin tanto desgaste?

De hecho, es factible... La ciencia ha demostrado que el mundo exterior sólo puede predecir el 10% de tu felicidad y tu éxito a largo plazo. El otro 90% proviene de la forma en que procesas ese mundo exterior. Seguir con el paradigma tradicional que plantea que la plenitud viene de afuera, es la receta perfecta para la frustración y el burnout.

¿Quiere esto decir que debemos convertirnos en monjes tibetanos? ¿O debemos dejar todo lo material y no buscar perseguir ninguna meta? Para nada. Quiere decir que el significado que doy a lo que me sucede es tan importante –o más– que los propios hechos; desde ahí voy a reaccionar y crear una realidad para mí. En la medida en que significo los eventos de forma positiva y vivo –como digo yo– en clave de aprendizaje, crearé una realidad más positiva y una experiencia más disfrutable.

Y, ojo, no tiene nada que ver con el pensamiento mágico, con hacer veinte decretos y que se hagan "realidad" porque ya los hice. No. tiene que ver con que mi interpretación de los hechos genera pensamientos que crean respuestas químicas en mi cerebro y en mi organismo, todo esto se transforma en reacciones, actitudes y respuestas hacia el exterior que, a su vez, responde en consecuencia. Así de fácil.

"La felicidad no es algo que sucede. No es el resultado de la buena suerte o el azar. No es algo que pueda comprarse con dinero o con poder. No parece depender de los acontecimientos externos, sino más bien de cómo los interpretamos."
-Mihaly Csikszentmihalyi

Otro paradigma común es el de "happy ever after", como en las películas. Creemos que porque ya alcanzamos una meta, ya estamos del otro lado y ahora sí podremos ser felices. Nada más falso.

Las investigaciones muestran que después de tan solo dos semanas de haber logrado nuestro objetivo, nos olvidamos por completo de la sensación de logro y de privilegio, y nos enfocamos sólo en la carga, en la competencia, las responsabilidades, las dificultades, la presión, las quejas, los deadlines y los nuevos startlines.

De nuevo, ¿esto quiere decir que no vale la pena tener metas y esforzarnos? Al contrario. La cuestión es soltar las expectativas poco realistas de que el haber llegado va a solucionar el resto y mejor aprender a disfrutar el camino, con todos los beneficios, las altas y las situaciones y retos que implica.

Los expertos han encontrado que sólo el 25% del éxito se predice por el coeficiente intelectual; el 75% restante viene de los niveles de optimismo, de nuestra capacidad para percibir el estrés como un reto y no como una amenaza, y del apoyo social –las redes de apoyo y el networking efectivo del que podemos 'echar mano'– (Achor, S., 2011).

Aunado a esto, la neurociencia nos muestra que, cada vez que alcanzamos una meta, nuestro cerebro no sólo plantea nuevos objetivos más ambiciosos -como cabría esperarse-, sino que replantea el propio significado y sentido del éxito. Así, si la felicidad está del otro lado del éxito, tu cerebro nunca llega ahí.

De forma atinada este mismo autor dijo que “hemos empujado la felicidad más allá del horizonte cognitivo” (Achor, S., 2011). Es cierto, la hemos puesto en un lugar inaccesible para nuestro cerebro. ¡Es natural que estemos agobiad@s, abrumad@s y seamos incapaces de disfrutar lo que hacemos... y lo que tenemos!

 

Entonces, ¿cuál es el camino?

¡Aquí están las buenas noticias! y eso me encanta...

Nos dice la ciencia, que no sólo es necesario disminuir nuestro estrés e incrementar nuestra satisfacción laboral para tener mayor salud, balance y bienestar. Lo que muestran los estudios más recientes es que esto además tiene un impacto enorme en la productividad.

Cuando elevamos nuestro nivel de optimismo, el cerebro funciona significativamente mejor: se elevan los niveles de inteligencia, creatividad, energía y, por tanto, mejoran todos los indicadores de negocio y ¡las perspectivas de carrera!. Los especialistas llaman a este efecto “happiness advantage”.

El cerebro positivo es 31% más productivo, genera una disminución sustancial del burnout, se incrementa la resiliencia –que, como sabes, es nuestra capacidad de salir fortalecidos de una experiencia adversa–, somos 37% más efectivos, 19% más rápidos y precisos (Lyubomisrky, S., 2005).

#NOM035 Más satisfacción, menos burnout, más productividad y ROI


Todo esto hace sentido también a nivel de química cerebral. Cuando tenemos un cerebro positivo, secretamos dopamina, lo que no sólo nos hace sentir más felices, sino que activa todos los centros de aprendizaje en el cerebro, lo que nos permite adaptarnos al mundo en formas diferentes.

Así que si lo que quieres es mayor balance, una mejor carrera, mayor ROI en tu equipo y por tanto bonos más altos sin tanto desgaste, es necesario que modifiques la forma en que ves las cosas y aprendas a tener una nueva perspectiva que favorezca tu adaptación, tu flexibilidad, tu aprendizaje y, al final, tu capacidad para responder de forma óptima y crear una mejor realidad para ti y para quienes están cerca –tu equipo, tu familia, tu área, ¡hasta la misma empresa!–.


Cambios tan sencillos que no los vas a creer

Llegar ahí requiere implementar algunos cambios muy sencillos que favorecen el balance de vida y el pensamiento positivo; sin embargo, tal vez la verdadera lucha que debas librar antes de implementarlos será con tu propio cerebro… que te dirá que es ridículo, una tontería, ¿¡cómo acciones tan fáciles podrían cambiar tu vida?!

Bien, esa parte de tu cerebro es la automatización. Una parte diseñada para hacer las mismas cosas de la misma forma una y otra vez. Es la que te permite manejar tu auto sin pensar qué movimiento sigue a continuación. Es una parte diseñada para ahorrarte el pensar y ahorrar energía.

Así que tendrás que ser muy hábil para ‘negociar’ con esa parte y lograr implementar alguna de estas acciones. Si lo logras, verás cómo te cambia la perspectiva y, por tanto, la vida. ¡Ya me contarás!

Hay muchas formas de entrenar a tu cerebro para que sea más positivo, y productivo y que te ayude a lograr tus metas de carrera, de balance y de vida.

Vamos a partir de las más sencillas y fáciles de implementar para iniciar.

Sólo necesitas practicarlas por dos minutos durante 21 días consecutivos y podrás empezar a re cablear y re entrenar tu cerebro.

  1. Expresa gratitud (Emmons & McCullough, 2003): escribe tres cosas por las que estás agradecido en el día, empezarás a re enfocar tu cerebro hacia lo positivo.
  2. Medita (Hanson, 2009; Ben-Shahar, 2007; Dweck, 2007): te ayudará a sentirte más en calma y tomar perspectiva de tu acelerada vida actual y todas sus demandas.
  3. Realiza actos de bondad aleatorios (Lyubomisrky, 2005): por ejemplo dejar una nota a alguien en la oficina con una felicitación o un agradecimiento, o usar las redes sociales.
  4. Haz ejercicio (Babyak, et. al., 2000): generarás endorfinas y experimentarás el impacto y la importancia de nuestras acciones cotidianas.
  5. Lleva un diario (Slatcher & Pennebaker, 2006): escribe cada día acerca de una experiencia positiva en las últimas 24 horas.
  6. Practica el mindfulness: sólo enfócate en el momento presente, eso enriquecerá tu experiencia cotidiana y empezarás a experimentar un nuevo balance.

Algo adicional que recomiendo a mis Coachees es vivir en una zona libre de críticas (Krongold, 2011)… es un concepto muy sencillo, sólo requiere de la disciplina para evitar cualquier comentario negativo a lo largo del día –incluidos los que van dirigidos contra mí mism@!–. Y ahora que lo escribo, voy a acuñar 'vivir en una zona libre de violencia'… pero ese será un tema a desarrollar en un siguiente artículo.

Para cerrar, quiero compartirte lo que dijo un monje –con más de cuatro décadas de practicar técnicas de meditación milenarias–, durante una convención de yoga en L.A.

“Be here now, be somewhere else later

Cuéntame cómo te ha ido si ya has practicado alguna de estas técnicas o si recién empiezas… Me encantará leerte y que aprendamos juntos a crear una vida y una carrera no perfectas –porque eso ya vimos que eso es relativo–, sino ¡llena de todo lo que amamos y totalmente plena!

Dime también sobre qué otros temas te gustaría que escriba. ¡Estaré atenta!

Y si te interesa tener una iniciativa seria a partir de la NOM035 que te ayude a disminuir el burnout, a incrementar el balance, la productividad de tu equipo y tu ROI, escríbeme.
Estamos lanzando nuestros nuevos programas y están increíbles.
¡Te van a encantar!


 ¡Mucha luz!

Me encantará escuchar de ti.


Contacto

yardena@amatutrabajo.com

(52 55) 1555-8237


Fuentes de consulta que pueden interesarte

  1. Krongold, Y. (2019). CV, Entrevistas y Posicionamiento Perfecto.
  2. Achor, S. (2011). El feliz secreto para trabajar mejor. TED Talk.

 

 

 

Francisco Javier Martínez Guzmán

Business Intelligence, Architect and Web Development, Commercial or OS software implementation. IT Project manager.

5 años

Me sorprenden varios puntos que mencionas, uno me asombra, pensé que haber dejado algo que nos gustó era problema de pocos, mencionas que es la tercera razón que dan cuando acuden contigo y es para regresar. En los puntos siguientes coincido, desde que la realidad es tu percepción, hasta los descubrimientos de neurociencias que mencionas. En los puntos a practicar he trabajado pues he recibido esos consejos por diferentes medios, gracias por reunirlos y darles sentido como disciplina. Me da gusto que me recomendaron te siguiera, seguiré atento tus publicaciones pues estoy dando sentido -una vez más- a mi vida y mi trabajo, personas positivas con base en ciencia son buenos compañeros. Saludos a ti y a todos aquí

Ismael Toxqui

Proven Operations Director / Engineering, Projects, Maintenance and EHS Director / Facilities Management Sr. Director

5 años

Excelente visión en esta época que requiere un balance adecuado en todos los aspectos de la vida

Sergio Salazar

CIO | Estrategia de TI | Gobierno de TI | Transformación Digital | Cloud Adoption | Soluciones Tecnológicas Integrales | Advisory Board en The C-Class

5 años

Buen artículo, con diferentes temas que se prestan a la reflexión. Más allá del trabajo "perfecto", lo que se menciona como optimismo o positivismo es reflejo de la actitud con la que encaramos los diferentes retos profesionales, considerando las múltiples variables que no tenemos bajo nuestro control y que en muchas ocasiones permitimos que nos afecten de forma negativa. Es importante hacer lo que a uno le gusta y sabe hacer, y cuando lo acompañamos de una buena actitud se facilita el disfrutarlo, así como también el aceptar las condiciones y/o el contexto bajo el cual lo realizamos. Por supuesto, esto se refleja en nuestras acciones, interacciones y resultados.

Eduardo Vega

Desarrollo de Negocios, FinTech, Servicios Financieros, Estrategia, Fondeo, Ventas, Crédito Pymes, Salud.

5 años

Buen artículo

Federico O.

Estrategia Empresarial | Estrategia de Ventas y Marketing | Gestión de Proyectos | Gestión de Operaciones | Inquisitivo por naturaleza

5 años

Buen insight.

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