DESDE ADENTRO

Definitivamente la pandemia afecto los activos de las empresas, pero algunas de estas también fueron afectadas por algún colaborador deshonesto que encontró la vulnerabilidad en el proceso y se benefició de manera ilícita.

Hoy, durante la entregar del informe de investigación interna a un cliente, se le expuso que el acto delictivo en contra de su empresa fue cometido por un externo (proveedor), en complicidad con un colaborador interno (trabajador), el mismo que fue tentado por el cómplice (proveedor) para atentar en contra de su organización, sabiendo este último que dicho colaborador conocía todo el proceso que tenía la empresa y más aún se percató que los controles de seguridad  existentes no estaban actualizados; no saliendo de su asombro el cliente, pues no podía creer que un externo podía afectarlo y más aún conocer desde afuera si sus proceso de control eran los adecuados.

Esto llama nuevamente a una reflexión, no se debe asumir nada, sin antes haberlo comprobado y probado la efectividad que pueda tener un sistema de seguridad patrimonial. Debiéndose incluir todos las herramientas existentes en el mercado para prevenir un acto deshonesto que afecte la organización ¡Pobre empleador doblemente afectado!