DESPERDICIO ALIMENTARIO: LA INDUSTRIA (y IV)

DESPERDICIO ALIMENTARIO: LA INDUSTRIA (y IV)

Cuando hablamos de desperdicio en “industria” debemos hacer una segmentación del alcance.

Si tomamos el alcance del proyecto de ley de desperdicio alimentario: agentes de la cadena alimentaria ya sean de la producción, transformación, distribución de alimentos, así como hostelería, restauración, otras entidades y asociaciones de distribución de alimentos donados y de la Administración pública (articulo 2) y la definición de Agentes de la cadena alimentaria: operadores de empresas alimentarias en cada etapa de la cadena de suministro alimentario, incluidos los operadores pertenecientes a la producción primaria (incluyendo cooperativas y demás asociaciones y entidades asociativas), organismos, entidades o empresas de elaboración, fabricación o distribución de alimentos, comercios al por menor, empresas del sector de la hostelería o la restauración y otros proveedores de servicios alimentarios, entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro que prestan servicios de distribución de alimentos (articulo 3), hay que considerar de forma separa la industria de la producción primaria de la industria de la transformación de alimentos.

La producción primaria como agente generador de desperdicio alimentario

Quizás estamos ante un volumen de desperdicio alimentario mayor del esperado, porque me temo que no hay mediciones mínimas ni parece haber mucho interés en que las haya.

Empezamos porque la propia ley exime del carácter de desperdicio la destrucción de frutas, como el plátano, para mantener los precios. Desde luego que el plátano canario merece protección, empezando porque los españoles, comercios y personas, nos inclinemos por este producto antes que por la banana importada, porque naranjas no tenemos todo el año, pero plátanos sí. Pero proteger destruyendo alimentos me parece un disparate. Una para las AA.PP.

En segundo lugar, la esquizofrénica política de subvenciones agrarias, hace que lo rentable sea sembrar, pero no recoger, no se obligue a ello. Segunda para las AA.PP.

Tercero la falta de una competencia más perfecta y los efectos de importaciones, hace que en ocasiones los costes de recolección estén por encima de los precios de compra en el campo y no se recoge. Tercera para las AA.PP., pero también un aviso a este sector que actúa de forma excesivamente pasiva en la venta de sus productos. Si tuvieran un poco mas de inteligencia de negocio actuarían en la integración para ocupar mas eslabones de la cadena de valor, no solo el primero, ganado ese poder.

La pesca es otro punto de desperdicio alimentario con la devolución al mar, muertos, de los ejemplares con menos valor comercial. Miles de toneladas a nivel mundial de peces muertos (por lo tanto desperdicio alimentario para ley española) terminan en el fondo de esos mares. No hay una solución técnica fácil, pues las redes no son “inteligentes”, si bien sí se puede adaptar los tamaños de captura y, sobre todo, valorar las especies no objetivo, porque en su mayoría son comestibles.

No se si es el momento de permitirme la maldad de recordar ahora que el proyecto de Ley lo presenta… el ministerio de agricultura, pesca y alimentación.

La industria transformadora y el desperdicio

No hay mucha segmentación a realizar, en cuanto a desperdicio, del sector de la transformación de alimentos, es decir, del eslabón siguiente al sector primario, porque no se aprecian diferencias ni tecnológicas ni estratégicas dentro del sector.

Mi experiencia con estas empresas es que hace muchos, pero muchos, años que adoptaron medidas de reducción de todo desperdicio, como sinónimo de reducción de costes de no calidad.

Además este sector ha certificado sus procesos con normas bajo el paraguas GFSI, como son ISO 22000-FSCC, BRC e IFS, que ya hace tiempo incluía la obligación de disponer  y aplicar un plan de reducción del desperdicio alimentario.

Cada industria genera de forma ineludible algún subproducto, en mayor o menos medida, pero casi todos esos sub productos no llegan a ser residuos. ¿Ejemplo? Cientos, pero ahí van algunos:

-         El aprovechamiento de los restos de remolacha azucarera como pienso animal una vez desecado

-         La fabricación de alimentos para perros en el cárnico

-         La concentración de suero láctico por osmosis inversa, como materia prima para otras empresas alimentarias.

-         Las cadenas de valor de las frutas: exportación, venta nacional, mermeladas, zumos y por último compost (de mayor a menor valor), mediante la clasificación de las diferentes calidades.

-         La obtención de grasas animales desde carnes

-         La escorza en el sector galletero

-         Las barreduras en el sector azucarero

-         La obtención de harinas desde pescados

-         La derivación a producto terminado de recortes

-         La donación a empleados

Los mercados secundarios siempre han funcionado en este sector, es verdad que en ocasiones por caminos un poco oscuros. A mí, personalmente, me cuesta entender que se puedan alimentar pollos con harinas procedentes de carne de pollo.

Es cierto que algunos sectores tienen difícil acceder a segundos mercados, por ejemplo y en general, el mercado de bebidas no alcohólicas no tiene a donde dirigir sus caducados salvo a residuo, por otro lado las bebidas alcohólicas, con largas vidas útiles, no suelen generar demasiados residuos. Pero el resto de los sectores sí tienen salidas relativamente sostenibles a sus desperdicios, bien su productos o bien caducados.

Gran reflexión sobre el desperdicio alimentario. La optimización en la industria transformadora ha reducido significativamente las pérdidas, aunque la calidad de los datos siempre puede mejorar. ¡Seguimos aprendiendo y mejorando juntos!

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